Listado de películas por orden alfabético

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domingo, 17 de junio de 2012

La jauría humana (The chase)





" He encerrado a un hombre que no ha hecho absolutamente nada sólo para evitar que lo linchen "



Muchos hemos hablado de Marlon Brando en este blog, y vamos a seguir dedicándole unas pequeñas palabras en otra de sus grandes interpretaciones, a mi personalmente de las que más me han impactado, no es otra que su papel del sheriff de un típico pueblo sureño americano. Película dirigida por Arthur Penn en 1966, posiblemente La jauría humana es uno de esos frescos psicológicos sobre la sociedad, uno de esos títulos que colocaríamos junto al Defensa de Boorman o a Perros de paja de Peckinpah, aunque con unas imágenes menos violentas o impactantes que las dos anteriores. Incluso se podría decir que la cinta de Penn es un precedente directo de las historias que los otros dos directores nos narran. El espectro actoral se encuentra encabezado por Jane Fonda y Marlon Brando, pero también por brillantes secundarios como los novatos Robert Duvall y Robert Redford.

Nos encontramos en un caluroso verano de los años 60 en un típico pueblo sureño de los EEUU, una pequeña comunidad que celebra fiestas en cada casa entregándose al alcohol y desenfreno, a los engaños y perfidias propias de cualquier comunidad que se precie, líos de faldas y un odio visceral que encuentra vías de escape en cualquier motivo, ya sean el sexo, la raza, la posición social o la xenofobia. En ese polvorín a punto de reventar se encuentra el sheriff recién llegado al pueblo (Brando), fuertemente apoyado por el cacique local, lo que deja abierta la puerta a más de una suspicacia. Un agente inmobiliario que pretende hacerse con todo territorio humilde al que pueda echarle el diente, trabajadores negros que deben esconderse de los prejuicios de sus vecinos y un grupo de locales que ven cómo sus más bajos instintos afloran entre nubes etílicas. Esto es la jauría humana. En este caso, el hecho desencadenante de la furia y miedos de esa masa humana es la fuga de la cárcel de dos reclusos, uno de ellos natural del pueblo al que nos referimos, y que intenta regresar con su antigua novia. Este no es otro que un jovencísimo Robert Redford en uno de sus primerísimos papeles.

Lo que Arthur Penn pretende representarnos es la evolución de la sociedad americana desde la opresión e hipocresía de las relaciones que se forjan entre sus miembros, hasta una violencia y odio desmedido que va aflorando sin remisión, relaciones extrapolables a cualquier sociedad moderna, de hecho en su momento fue un fiasco en taquilla, totalmente incomprendida, cuando con ojos actuales podemos examinar una cinta increiblemente moderna para su tiempo, pero también atemporal por lo contundente de su mensaje: una horda humana que pretende diluir sus frustraciones como toda la vida se ha practicado, es decir, abusando del más débil. De esta forma los realmente insignificantes y acomplejados, amparados en la masa, aprovechan la situación para practicar venganzas, viejas rencillas o la más pura, simple y tonta envidia.

El tema es, por tanto el modo en que las pasiones de la sociedad se desbordan cuando un hecho determinado desencadena reacciones auténticamente sádicas entre sus miembros, cuando la falsa civilización autoimpuesta desaparece para dejar ver lo que realmente hay tras la cortina y las máscaras de esos roles que asumimos en la comunidad. Esto es lo realmente perturbador del mensaje de la cinta, también repetido en las anteriormente citadas Perros de paja y Defensa de Boorman, porque son reacciones absolutamente veraces, no nos parecen fantasías sin fundamento en ningún momento. Quizás, siguiendo con este tema, uno de los puntos fuertes del realizador es la angustia que nos transmite con sus imágenes, primero por la persecución del hombre que se va practicando entre la sociedad poco a poco, también por el desbordamiento de Brando, incapaz de apagar todos los fuegos que se suceden, pero fundamentalmente por el abuso que se practica sobre el débil, ya sea éste un hombre de raza negra que camina por la calle, un marido cornudo o un expresidiario.

Sin duda el paroxismo final es uno de los momentos a recordar en la Historia del cine, imprescindible para aquellos que no hayan disfrutado todavía con ella.

domingo, 10 de junio de 2012

Premios Liebster








Es curioso esto de la blogsfera, cuando parece que lo has visto todo siempre consigue sorprenderte con algo más interesante o alguna curiosidad que desconocías totalmente. En mi caso ha sido una agradable sorpresa enterarme de la existencia de la iniciativa "Premios Liebster para Blogs", por la cual se otorgan unas menciones Blog a Blog con la finalidad de la promoción de páginas de todo tipo y condición. Consiste en la nominación de 5 bitácoras que puedan tener un especial interés para otros navegantes de la red, de modo que éstos puedan acudir a ellos mediante su publicidad. La iniciativa está pensada para blogs de pequeñas y medianas dimensiones, con un espectro de seguidores de menos de 200 miembros.

En este caso, desde Cine bélico western y negro no podemos estar más que profundamente agradecidos al General Gato, de Cine 9009 , por la nominación que nos ha concedido en esta categoría, otorgándonos unas amables palabras que animan a continuar con este pequeño hobby que compartimos en cada entrada.

La mecánica del premio me pide que le eche un vistazo a mi archivo en busca de otros 5 blogs para ocupar sendos galardones y dotarles así de una pequeña publicidad de modo que otros internautas puedan acudir y disfrutar de estas páginas. En mi caso, tras valorarlo mucho, creo que voy a premiar a los siguientes:

1. Amigos del cine: imposible no dedicarle unas palabras a nuestro compañero Cutlas, por diversas razones. La sencillez de sus crónicas, a la par que exhaustivamente pedagógicas, la diversidad de géneros, desde el cine oriental (chino, japonés, árabe) hasta las propuestas más comerciales, pasando por el cine europeo, por westerns memorables y miradas a los clásicos de "ayer y hoy". Es una página indispensable para cualquiera que disfrute charlando sobre cine, también para cualquiera que esté deseoso de aprender sobre el 7º arte.

2. Borgo: nuestro muy estimado amigo Miguel Zueras, ilustrador, cocinero, escritor de relatos, doblador de películas X ocasional, tras sus pasos por videoclubs barceloneses y una mili sofocante, nos deleita con DIVERTIDÍSIMAS entradas con historias, anécdotas, escaramuzas históricas, relatos, divertimentos varios, recetarios (inolvidables spaguetis puttanesca, memes ingeniosos, casi diariamente. Me resulta imposible concebir la blogsfera sin él. Quien no lo haya leído nunca no debe esperar un segundo más.

3. Cine para Gourmets: un equipo de verdaderos profesionales del 7º arte que regalan interesantes tertulias y cine-forums sobre las más grandes obras del cine, especialmente interesantes sus disquisiciones sobre clásicos, también los quebraderos de cabeza que nos dan con sus Retos todos los viernes (el que suscribe ha sido incapaz de acertar uno sólo, así que hay que seguir entre todos para descubrir esos pequeños puzzles).

4. El glob de Manuel: otra pequeña palmadita para el entretenido blog (o glob en este caso) de Manuel Márquez, donde asistimos a sus estupenas entradas y reflexiones sobre ésta pequeña pasión que todos compartimos. Desde Córdoba disfrutaremos con fichas de películas de todo tipo, especialmente estrenos y algunos títulos de menor circulación. Todo un descubrimiento para el que esto escribe.

5. For all those stupid things I never said: Y como no todo en la vida es cine, también me gustaría daros a todos una calurosa invitación a este blog frecuentado por Andrea para reflexionar un poco sobre la vida a través de la gramática, de la poesía y de una de las más geniales vertientes del arte: la fotografía.

domingo, 3 de junio de 2012

Los cañones de Navarone (The guns of Navarone)





" Estaba sola, sola en sus manos "



Los cañones de Navarone es posiblemente una de las grandes películas del género, uno de esos títulos que apetece ineludiblemente en todas las cintas top 10 de los críticos especializados, pero también del público aficionado. Película británica rodada en 1961 por J. Lee Thompson, se basa en la novela homónima de Alistair MacLean, y cuenta con un reparto de lujo encabezado por Gregory Peck y Anthony Queen (claramente las mejores interpretaciones) y secundados por un correcto David Niven (en su eterno papel de oficial británico), aunque el resto del elenco no llegue a la altura de los tres anteriores. Ganó el Oscar a los mejores efectos especiales pero se vió un mayor reconocimiento en los circuitos europeos con los premios Laurel (mejor película dramática) pero también el Globo de Oro a la mejor película. Decir que la historia contará con una secuela posteriormente que también cosechó un éxito relativo, con un jovencísimo Harrison Ford en las filas aliadas, Fuerza 10 de Navarone, si bien la primera aventura sigue siendo sustantivamente superior.

Nos encontramos en un escenario un tanto atípico para lo que son las localizaciones del cine bélico especializado en la II Guerra Mundial, en el mediterráneo más oriental, con el escenario estratégico que supuso Grecia (especialmente la isla de Creta) para las operaciones de aliados pero también de "El eje", así como la posición privilegiada que ocupaba Turquía, en ese momento neutral pero susceptible de vacilar en favor de uno de los dos bandos. Es importante explicar el contexto geo-estratégico antes de hablar sobre el argumento de la cinta, porque ello determina en cierta medida cómo se desencadenan los acontecimientos que darán lugar a la incursión de un comando aliado en la isla de Navarone. La situación es que en la isla de Keros se encuentran unos 2.000 soldados aliados encajonados por los alemanes, éstos pretenden eliminar dicha guarnición de modo que fuercen la entrada de Turquía en la guerra. El alto mando aliado pretende evitar esos acontecimientos enviando destructores a la isla para rescatar a los soldados sitiados, pero en su camino se encuentra la isla de Navarone, en cuyas rocas se han excavado túneles y cavidades que encierran dos enormes cañones de gran calibre imposibles de destruir por aire. La inexpugnable fortaleza alemana se cobra todo barco de guerra que intente atravesar el estrecho, de modo que la única solución plausible es enviar un comando que vuele por los aires dichos cañones. En este comando encontraremos al líder de la resistencia griega Andreas Stavros (Anthony Queen), al héroe de guerra y no menos reputado alpinista antes de la guerra Keith Mallory (Peck), el experto en explosivos Miller (David Niven) y otros dos miembros del equipo especialistas en el asesinato con cuchillo y con pistola.

Es una película de género bélico clarísimamente, pero posiblemente gran parte de su éxito y reconocimiento residen en dos circunstancias complementarias, la primera de ellas la enorme película de aventuras que sale de las manos de Thompson sin despeinarse demasiado y, por otro lado, lo bien que ha pasado el paso del tiempo. Es una película que supondrá el paradigma sobre el buen cine de aventuras bélicas, especialmente en cuanto a los comandos se refiere, tiene de todo, misión imposible, situaciones suicidas, un grupo heterodoxo con rencillas personales que les impiden ver el camino con claridad, un traidor dentro del grupo que sorprende al respetable, momentos de reflexión filosófica sobre la responsabilidad del mando y el sentido de la misión, así como grandísimas dosis de acción. Nos regala momentos inolvidables como la escalada de una pared totalmente vertical de un enorme acantilado al comienzo de la película, también las escenas en pueblo griego con la resistencia, las imágenes en las que se colocan las bombas en los cañones, pero también los inteligentes diálogos y un guión que presenta una idea muy interesante. Lo cierto es que la cinta tiene dos pilares inquebrantables: el férreo guión que nos presentan, una historia creíble que puede tener un gran peso en el transcurso de la guerra, y unas interpretaciones que pasan al recuerdo de los espectadores (especialmente Peck y Queen). No podemos olvidarnos de algunos pequeños fallos que en ningún momento lastrarán el resultado final de la película: especialmente las escenas de acción en campo abierto con unos alemanes incapaces de acertar un solo tiro hacia el final de la película, también un pequeño bajón en el ritmo de la cinta entre las escenas del acantilado y la llegada al pueblo del comando, y posiblemente también la enorme explosión de la patrullera nazi a escasos centímetros del barco de pescadores, un cascarón de madera, sin que le ocurra el más mínimo daño.

A pesar de esto, el entretenimiento está asegurado, es una película de aventuras al más clásico estilo, no defrauda en ningún momento, y siempre nos quedará la fina ironía de David Niven. La verdad que su actuación es enmarcable, pero siendo justos, no deja de ser el papel tipo de este actor británico con una Sten al hombro. Sí es cierto que nos regalará la secuencia en la que se descubre al topo del grupo, así como el dilema moral que le planteará a Peck sobre las responsabilidades del mando y el modo en que los altos cargos deslizan la responsabilidad a la hora de ensuciarse las manos para luego estar en primera fila a la hora de recoger las mieles del éxito. Lo cierto es que el discurso está enormemente logrado, pero creo que el personaje de Niven es un tanto hipócrita en la medida en que él mismo no se aplica el cuento de los consejos que está predicando, ya que su papel es presentado como un experto soldado que rehúye en todo momento el nombramiento de oficial para evitar tomar esas decisiones. Resulta un tanto chirriante que una persona que huye de la responsabilidad para evitar enfrentarse a esos dilemas dicte lecciones moralistas en ese sentido. Sí es cierto que, al no posicionarse en esa problemática, no cae en discursos aún más contradictorios, lo que sí le ocurre al personaje de Peck. En definitiva, por loable que sea el mensaje, a la par que interesante en el marco de una batalla, da la sensación de presentar a dos "ladrones" que se dan lecciones de moral el uno al otro.

Hasta la llegada de películas como Apocalypse Now o Salvar al soldado Ryan, sin duda Los cañones de Navarone era la película más conocida del género entre los profanos al mismo, y resulta un imprescindible para todo aquél que quiera acercarse al mismo, incluso creo que debería verla cualquiera que disfrute con el buen cine.

Por favor, no perdáis tiempo en disfrutar con la Crítica de Von Kleist sobre la película.