miércoles, 7 de marzo de 2012
Generation Kill o "Hermanos de sangre" en la Guerra de Irak
" El cuerpo de Marines es el Pitbull de América "
Tras recoger las flores del éxito cosechadas por The Wire (La escucha, en España) David Simon se dispuso a cambiar de aires, que no de historias, para trasladarse a la Guerra de Irak, o 2º guerra del Golfo. En aquellos días la HBO estaba rendida ante el que suponía uno de los mayores "activos" de la televisión del momento, un hombre que empezó realizando una serie de bajo presupuesto sobre la ciudad de Baltimore, desde el punto de vista de la caza de un policía-cruzado contra las drogas, con unas audiencias realmente discretas, hasta llegar su 4º temporada para dispararse la euforia por todo lo que rodease a ese producto de trabajos anteriores (Homicidio, La esquina).
También tendría importancia el que se ha convertido en su segundo de abordo, no es otro sino el ex-policía Ed Burns, co-guionista y productor de sus historias. Ambos formarían un equipo que se antoja fundamental para entender las series de los últimos años, sobre todo en el apartado más humano de sus historias, que es lo que realmente merece la pena de las series que estamos mencionando en el apartado "David Simons".
Actualmente Simons sigue triunfando a la manera de esos sabios que pueden permitirse cualquier historia, contándola a su manera, a su ritmo, sin presiones de audiencia ni crítica, en su visión particular de la Nueva Orleans post-Katrina con Tremé (ya por la 3º temporada).
Pero antes de posar su mirada sobre el mundo del jazz, tenemos que hacer escala por la anteriormente citada incursión en el género bélico del que fuera creador de The Wire, Generation Kill, una historia compuesta por una miniserie de 7 capítulos que acompañará a un grupo de jóvenes pertenecientes al 1º Batallón del Cuerpo de Marines de los EEUU durante los 40 primeros días de contienda en Irak. Conoceremos en profundidad varias escalas dentro de la cadena de mando, desde el coronel de la división (llamado "El Padrino" por su peculiar forma de hablar consecuencia de un cáncer de garganta), capitanes, sargentos, tenientes, soldados rasos experimentados, novatos y un periodista de la revista Rolling Stone que acompañará a un grupo de estos soldados durante esos días. Decir que el periodista Evan Wright es fundamental tanto dentro como fuera de la pantalla, dado que la historia que se nos cuenta es verídica en todos sus puntos: el periodista de la revista norteamericana fue destinado durante las primeras semanas de la contienda de 2003 para cubrir las experiencias y vivencias de los soldados yankees. Con el material que recopiló durante esos días escribió un libro que serviría de base para Simons y Burns a la hora de realizar el guión y la tónica general de la serie, a este respecto decir que la adaptación debe ser realmente fiel, dado que el propio Wright intervino en el proyecto.
Una serie que estará plagada de secundarios habituales de otros productos como The Wire o Tremé, también de otras películas norteamericanas.
Respecto de lo que veremos en la serie, la verdad que la comparación con Hermanos de sangre es muy osada como poco, lo que sí puedo afirmar sin ningún temor es que supera en diversos aspectos la secuela The Pacific. Pero es inevitable por diversas cuestiones: la primera de ellas el tono coral de la historia, muy propio de las producciones "Simons", también la combinación de diversos escalones en la cadena de mando para poder hacernos una idea de cómo se dirige una guerra, o cómo se intenta desarrollar. A este respecto, también es común el aire de crítica que rezuma la historia: no tan evidente en la ambientada durante la II GM, lo cierto es que prácticamente cada capítulo de Generation Kill es una crítica despiadada tanto a los mandos como a la propia situación que lleva a estos soldados a combatir en Irak, especialmente por las consecuencias psicológicas y daños colaterales que tiene la propia guerra y las decisiones de unos mandos bastante alejados de la situación vivida en el frente. Deficiencias sonrojantes en cuanto a temas de suministros, mandos absolutamente incompetentes, conflictos raciales entre los soldados, algunos de ellos con verdaderos problemas mentales, una auténtica política de desinformación tanto desde las noticias filtradas de los medios de comunicación, como desde los propios intérpretes (fundamentales para comunicarse con la población civil, siendo manipulados por las directrices del Alto Mando).
Es un gran acierto el hecho de que el espectador se vea metido en la historia de lleno sin ninguna explicación, se siente como un marine más, sin tener una mínima idea de hacia dónde se dirige el rumbo de la guerra o de la misión: ya sea invadir una ciudad sin ninguna cobertura aérea ni de carros de combate, solo con los humbies, para recibir inmediatamente órdenes contradictorias estableciendo diversos puntos de interés que nada tienen que ver con el objetivo inicial. Creo que esta parte de la guerra queda reflejada a la perfección, especialmente en la piel de El Padrino, quien parece moverse más por motivos patrióticos que de táctica militar. Quizás sea excesiva esta crítica en cuanto a que de todos los mandos que aparecen en la serie sólo un joven teniente demuestra tener sentido de la estrategia militar, pero seguro que no se aleja mucho de la realidad.
Otro punto positivo son los combates, prácticamente inexistentes en la mayor parte de metraje, dado que es una guerra que se produce "a distancia", algo que ya veíamos en Jarhead e incluso, en menor medida, En tierra hostil, donde son los carros de combate y la fuerza aérea la que realmente entra en contacto con el enemigo. En los combates seremos partícipes del absoluto caos que se vive, especialmente en los combates nocturnos en los que entran en juego gafas de visión nocturna e infrarrojos (generalmente con escasa batería o directamente sin pilas), en general un enfrentamiento en el que carecerán constantemente de los recursos y material necesarios para realizar sus misiones.
En resumen, recuerda muchísimo a Band of Broters en sus maneras, sus personajes, interpretaciones en algún caso magistrales, momentos de gran película bélica, también en el realismo que flota alrededor de todas sus escenas. Hay que imaginarse esos puntos positivos con la mano que tiene Simons para contarnos historias verídicas y humanas. El conjunto no puede ser negativo en ningún caso, pero es cierto que esta calidad no llega a superar a su antecesora de la IIGM, en cualquier caso, un producto muy aprovechable y siempre recomendable.
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Buena exposición de una serie de la que poco habia oído. En la medida de lo posible intentaré ver alguno capitulo a ver si me atrapa. Atenor de tu crítica tiene elmentos más que considerables para que valga la pena verla. Y creo como tú que a buens eguro será más crítica que hermanos de sangre y similares, lo cual es muy fácil.
ResponderEliminarSaludos y gracias por el descubrimiento.
Buenas Piru.
ResponderEliminarEl problema está en que la guerra de Irak no es ni de lejos(los años confirmarán si me equivoco) el baluarte temático que sí es la IIGM y ello juega muy a favor de Band of Brothers. Pero sigo creyendo que, a pesar de dicha circunstancia BOB estaría muy por encima de todos modos. Lo mismo que The Pacific, aunque entiendo que pueda pensarse lo contrario.
Un saludo Piru.
No he visto la serie, pero de The Wire tengo que decir que es una de las mejores que he visto nunca. Muy recomendable, aunque a partir de la cuarta temporada decae algo.
ResponderEliminarSaludos!
Hola Edu, gracias por comentar, estoy convencido de que la serie te enganchará desde el principio, no tiene desperdicio.
ResponderEliminarUn saludo
Hola Wittman, gracias por comentar, yo también pienso que la temática de la IIGM da mucho más juego, pero no creo que tenga una mayor diversidad temática, lo que tiene es una épica inalcanzable para otros conflictos bélicos. Quizás el que más se le acerque es Vietnam. Las claves de Band of Brothers son muchas, pero por lo visto de The Pacific, me encuentro muchísimo más a gusto con Generation Kill.
ResponderEliminarUn saludo
Hola Ethan, muchas gracias por comentar, Generation Kill comparte muchas de las claves de The Wire, de hecho la temática de David Simons tiene un sello personal inconfundible. Mucha suerte con la novela y enhorabuena, un saludo!
ResponderEliminarPues yo creo que estos proyectos desperdician lo mejor del tema: NO nos pintan mucho sobre cómo veían las cosas los del bando contrario: el colapso de las fuerzas de Hussein la desición de no luchar, las coacciones a los soldados y oficiales y en definitiva la manera en que un ejército tan poderoso se hundió como un castillo de naipes era mucho más rica, más explotable, y desde luego, desde el puntod de vista humano, muchísimo más interesante. Especialmente si tenemos en cuenta que el ejército irakí era EL ESTADO en ese país, el verdadero eje del gobierno, y en definitiva, el verdadero poder, y su politización mucho mayor. Y eso no vale sólo para los jefazos, sino también para los soldados y oficiales y suboficiales que se enrolaban allí "para dar porrazos y así estar a salvo de recibirlos" lo que hacía de ellos una élite mucho más interesante de retratar. Se desperdicia criminalmente la oportunidad de brindarnos un retrato desde dentro del ejército irakí como contrapartida al americano: eso hubiera convertido a la serie en un exitazo seguro y la hubiera enriquecido a más no poder.
ResponderEliminarEs mi opinión personal, pero yo la ví muy inferior a La Casa de Saddam. La falta de acción tampoco ayuda. Vamos, que hasta Navy Seals de Sheen era más entrenida y como retrato de las fuerzas de élite y sus operativos incluso mejor. Pero es que hasta en la de Sheen trataban de poner algo el punto de vista del bando contrario en el personaje de la periodista libanesa.
Cuando hasta una película como la de Sheen es superior en eso...creo que estamos ante un proyecto que no ha dado lo máximo de sí.
Hola Jorge Luis, gracias por comentar:
ResponderEliminarQuizás el error sea mío al compararlo con Hermanos de sangre, que viene genial para vender la entrada, pero sus diferencias son abismales, empezando por el motivo que hay para hacer una y otra.
En el caso de Simon, no está interesado en contar una historia sobre la guerra, no es una serie bélica en sentido estricto, ni tampoco le interesa el momento histórico. Lo único que él quiere en sus historias es criticar una realidad social que él considera injusta e indigna. Son constantes que se repiten en Tremé y The Wire, la denuncia social que sus proyectos suponen.
Y en este caso seguimos en la misma línea, lo único que le interesa alcanzar a Simons es contar cómo viven los Marines en Irak. Pero podría ser perfectamente en Afganistán o en Vietnam o en un bosque de Bastogne. No tiene ningún interés en contarnos la Guerra del Golfo, por ello no creo que sea reprochable ni que caiga en un maniqueismo al contar´sólo lo que viven los soldados americanos.
De hecho, el interés es ese en sentido estricto: el espectador en ningún momento entiende ni sabe de qué va la batalla o la estrategia, porque ellos mismos no lo saben. Esa desorientación es la que vive el propio Marine, de ahí el logro y el interés de la serie.
Por ello es muy difícil compararla con La casa de Saddam, porque ésta última persigue intereses completamente distintos. El valor de la misma viene a ser todos los fundamentos argumentativos que has desarrollado, y como tal la valoramos, pero el interés y valor de Generation Kill es completamente distinto, aunque compartan el mismo escenario.
En cualquier caso, también es cierto que House of Saddam persigue contar lo que se vivió en Irak bajo el régimen de Saddam, en ningún momento vemos escenas sobre cómo viven la guerra los soldados norteamericanos. Por tanto, está omitiendo una parte de la historia y queda maniquea. Sería más correcto acusar a La casa de Saddam de quedarse a medias, al no desarrollar la historia desde el punto de vista norteamericano que de acusar a Generation Kill de no hacerlo desde el punto de vista irakí, porque House of Saddam sí está interesada en relatarnos unos momentos históricos y bélicos concretos.
De todas formas, la idea de contar la historia de ambos bandos en la Guerra del Golfo me parecería un grandísimo acierto (si se hace bien claro), pero hasta la fecha no se ha visto en pantalla grande.
Un saludo
Hola Piru, no he visto esta serie, pero por lo que he leido en tu reseña, me la apunto para verla cuanto antes.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Major, muchas gracias por comentar, estoy seguro de que te interesará la película.
ResponderEliminarUn saludo
Un punto muy interesante el del maniqueísmo, pero debemos recordar que La Casa de Saddam es de la HBO y la BBC es decir del bando "enemigo" de Saddam y logran interesarse (con bastante imparcialidad teniendo en cuenta lo doloroso del conflicto y lo fresco que estaba) en el punto de vista de lo que ellos tenían forzosamente que considerar "el otro bando".
ResponderEliminarMientras que Generation Kill es la historia de "nuestros muchachos".
Si Generation Kill hubiera sido una producción de la tv irakí entonces sí que tendría mucho mérito contarla desde "el punto de vista de los otros" como ocurre con La Casa de Saddam.
Y no sería maniqueo que no apareciera ningún irakí. Al fin y al cabo en La Cruz de Hierro vemos la historia desde el punto de vista alemán y sabemos poco o nada de los aliados, pero no hace falta, ya que la idea es hacerle justicia a los alemanes y verlos como eran realmente: con lo bueno y lo malo, sus virtudes y defectos, pero en todo caso como seres humanos y NO como caricaturas flojillas del típico-nazi-mataniños.
Sería interesante comparar Generation Kill con "El Doble del Diablo" que no es americana y también nos mete de lleno en el bando irakí, pero con menos acierto fílmico que La Casa de Saddam, supongo que porque aunque hay muy buenos cineastas árabes, no están todavía al nivel del (hay que confesar que muy intimidante) superbinomio HBO-BBC que tiene mucho bagaje fílmico a sus espaldas.
De todos modos los defectos de "El Doble del Diablo" son de recursos fílmicos y no de buena intención...
Por cierto, la mejor crítica a una realidad social injusta y la problemática de los soldados en tiempo de paz y guerra es una EXCELENTE serie titulada "Erase una vez un águila" con Glenn Ford. Lástima que sea casi imposible de bajar. Pero era genial. Te la recomiendo muchísimo si sabes dónde encontrarla.
Edward Elric, bienvenido al blog y muchas gracias por pararte un segundo a comentar y reflejar tus opiniones.
ResponderEliminarYo valoro Generation Kill del mismo modo en que has argumentado sobre La cruz de hierro, creo que se pretende mostrar la realidad del marine estadounidense en Irak. Y creo que se hace de una forma genial, esa incomunicación e incomprensión de lo que se está haciendo, con el calado y repercusión que esas acciones suponen, sólo se ha visto hasta la fecha en Green Zone. Esto me parece un logro, y encima de la mano del mejor contador de historias de tipo social que hay ahora mismo en televisión, David Simon.
La verdad es que veo en La Casa de Saddam una historia de lo más interesante, y el valor es que nadie nos lo había contado antes de esa forma, pero creo que también hay algo de crítica encubierta. No me refiero a una crítica congruente, constructiva de un régimen dictatorial opresivo etc etc, que es algo lógico si estás contando la historia de un dictador, sino al tipo de crítica que harían "los del otro bando", justificando u omitiendo sus errores en la guerra. Es una sensación que me dio al momento de verla.
Sobre BBC-HBO, son las mejores sin discusión.
Un fuerte saludo
Bueno, La Cruz de Hierro es una producción inglesa dirigida por un americano que trata de retratar sin caricaturizar a los alemanes.Allí esta su mérito. Si fuera alemana ya no sería tal; su mérito es que siendo inglesa no convierte a los alemanes en hombres de paja, en seres irreales, (como hace muy rencorosamente Stone con Nixon mostrando una caricatura y no un ser humano sólo porque el tipo no es de su agrado personal: no es una crítica a un político muy criticable, sino una vendetta personal para justificar su propio punto de vista y omitiendo siempre los puntos que le va incómodo mencionar) el mérito esta en que es un intento sincero de presentar el punto de vista del enemigo sin burla ni odio. Lo mismo pasa en El Zorro del desierto o El Hundimiento. (Todo lo contrario de lo que vemos en El Gran Dictador de chaplin que es una ridiculización total llena de odio pero poco objetivo comparado con El Hundimiento). En ese sentido La Casa de Saddam es (como El Hundimiento o La Cruz de Hierro) muy imparcial, y meritoria dado que la filmaran sus enemigos.
ResponderEliminarGeneration Kill es la historia de marines contada por americanos, su mérito radica en que no los pinta como héroes idealizados sino que se muestra muy crítica con ellos.
Pero creo que si a Generation Kill la hubieran filmado... los irakíes, bueno entonces quizá nos sentiríamos tentados a decir que es una crítica no a una tragedia humana, o a una guerra cruel..."sino al tipo de crítica que harían "los del otro bando", justificando u omitiendo sus propios errores y crímenes en la guerra" y que "esa es la única pega de esta gran producción irakí que en todo lo demás es muy buena". Je je je.
¿Por cierto, Has visto El Doble del Diablo? sería interesante comparar, dentro de las limitaciones (los productores árabes no están todavía al nivel de HBO-BBC) si la versión árabe del oficial recto y valiente que esta realmente dispuesto a morir por su país se encuentra con la brutal corrupción de sus líderes de una manera comparable a como Generation Kill nos muestra la aventura de los marines...
Edward Elric, gracias por el comentario:
ResponderEliminarDesde esa perspectiva creo que deberíamos valorar dos puntos de vista distintos en función del objetivo que se persigue. Creo que tanto La cruz de hierro como Generation Kill como La casa de Saddam, buscan retratar una realidad, de ahí la ansiada objetividad. En el caso de Chaplin lo que se pretende es denunciar o criticar una realidad, la del nazismo a través de la mejor mordacidad y sarcasmo de ese genio llamado Chaplin. De hecho es curioso que ese título, a pesar de todo el tiempo que ha transcurrido desde su filmación, sigue haciendo un daño demoledor a determinadas personas filoderechistas.
La crítica de Generation no creo que vaya dirigida contra los marines, sino más bien contra quiénes los han mandado a un pies ajeno a ellos, por motivos totalmente ajenos a ellos, y con una equipación y preparación paupérrima. La crítica de Simon es social, y como tal, siempre se dirige contra las estructuras de poder, ya sea una ciudad, un Estado o en este caso el mando militar.
Yo la verdad que no lo veo así, creo que en La casa de Saddam se omiten algunas cosas importantes que nos hacen ver a Saddam como el malo malísimo y a los aliados como los libertadores, lo cual no es del todo cierto. Sin mostrar una sola imagen de los iraquíes, es mucho más justo con ellos Simon y su Generation Kill. Esta es mi percepción, no pretendo que todo el mundo la comparta.
Perdona por no haber comentado antes la serie que proponías, se me escapó al redactar el comentario. La verdad que no la conozco, aunque creo que algún participante del blog me comentó algo al respecto.
Un saludo
"La crítica de Generation no creo que vaya dirigida contra los marines, sino más bien contra quiénes los han mandado a un pies ajeno a ellos, por motivos totalmente ajenos a ellos, y con una equipación y preparación paupérrima".
ResponderEliminarBueno...pero no veo que aparezcan mucho los que hacen eso, es decir los que tienen la responsabilidad de tomar las decisiones de cómo ganar una guerra es decir los "villanos" de la historia, o sea los jefazos. En Generation Kill sabemos casi tanto de ellos como de los americanos en La Casa de Saddam. (De hecho los agentes de la CIA a los que Saddam saluda cínicamente cuando habla por telefóno con ellos "¿Aló, CIA? Habla Saddam Hussein" en una de las mejores escenas de la serie son tan cínicos como el propio Saddam. Yo no veo nada idealizado por ningún lado)
Si comparamos con Los Cañones de Navarone vemos que la película empieza tomando el toro por los cuernos y vemos a los pilotos (encabezados por un jovencísimo y desapercibido Richard Harris) dicen que el que los mandó a esa misión debía ser un loco o un criminal...y luego nos enteramos que el que tomó la decisión de enviarlos fue el mismo que oyó con tanta paciencia sus quejas y no sin saber que tenían razón, pero que había que librar una batalla que hay que conseguir un objetivo y que hay que sacrificar vidas. De hecho ese es el punto central sobre el que se vuelbe una y otra vez cuando vemos el enfrentamiento entre Niven y Peck.
La diferencia es que se hace más enfásis en el jefe responsable de lograr la misión (Peck) que no aparece como un incompetente ni un canalla que en los sufrimientos del prisonero que cae en manos de los alemanes al que Peck sacrifica como a un peón en el ajedrez el amigo de Niven y la causa de que Niven le agarre ojeriza a Peck. El punto es que como Peck es presentado como un valiente que se juega su propio pellejo y que sufre por tomar la decisión pero vive en cuerpo y alma para lograr la misión pues nos cae más simpático. Algo parecido pasa con el jefe que oye a Harris decir que el que mandó a los pilotos a esa operación era un criminal o un loco. Como él mismo admite que se equivocó pues nos cae simpático.
En Generation Kill no hay ni el más mínimo intento por ponernos en los "zapatos" de los que tienen que tomar la desisión de enviar al combate a los marines, (como sí ocurre en Los Cañones de Navarone, que los justifica muchisímo y muy bien)no sabemos que clase de personas son, ni cómo dirigen la guerra, cómo enfrentan los problemas de ganarla ni a que dificultades se enfrentan (algo que en Los Cañones de Navarone se pasan literalmente todo el metraje explicando con todo detalle) pues claro, los vemos como unos canallas insensibles e incompetentes que se pasan toda la guerra con los pies cómodamente puestos encima del escritorio mientras otros mueren...porque esa es precisamente la idea.
Es interesante compara con El Hundimiento donde el mismísmo Hitler aparece como un ser humano que por muy equivocado que esté no se la pasa con los pies en el escritorio mientras otros mueren sino que por lo menos lucha por conseguir la victoria para su pueblo aunque no lo consiga.
Hola Mario, muchas gracias por el comentario, y lo cierto es que la cadena de mando queda perfectamente establecida en la serie, acabando con el omnipresente "Padrino". Pero lo cierto es que la gran crítica que Simon plantea no necesita que veamos a los mandamases ni a los politicastros que envían estos soldados a Irak, porque los propios marines jamás los ven, más allá del susodicho Padrino y de los mandos intermedios, sargentos, tenientes, capitanes, que se muestran del todo incompetentes por la falta de suministros y la contradicción en las órdenes. ¿Esto no se ve bienr reflejad en la serie? ¿No es acaso el tema central la paupérrima situación de abastecimiento que sufren los marines? ¿No son los mandos los causantes de esa degradante preparación? ¿Acaso no es competencia de estos preparar el combate de sus muchachos? ¿Es, acaso, necesario mostrar sujetos en los que se basa la historia para elaborar un argumento congruente o una crítica más certera¿ Estoy seguro de que Alfred Hitchcock estaría en desacuerdo con esa idea, sino que se lo pregunten a Rebecca jeje
ResponderEliminarVeo desafortunada la comparación con Los cañones de Navarone por un motivo fundamental, y es que son historias con objetivos completamente distintos, como ya expliqué en mi anterior comentario. Los cañones... no pretenden criticar la ineptitud del Ejército de los EEUU (algo impensable para la época) sino los dilemas morales que se plantean a la hora de decidir entre el objetivo de la misión y la pérdida de vidas humanas. Podríamos decir que se acerca a la visión de Senderos de gloria sobre el mando militar, pero ni si quiera logra ser una crítica de ese calado, ya que el gran y todopoderoso Peck es una personal cabal, que decide sobre las vidas de sus hombres sin riesgo a equivocarse, a pesar de las decisiones que toma, mientras que en Senderos son auténticos cínicos e hipócritas que se escudan en la guerra para tomar decisiones aberrantes y nada fundadas. En este caso ambas críticas se encuentran a años luz.
Y, si seguimos con Generation Kill, veremos que sí ES una crítica real, o realista, sobre cómo transcurre la vida de un marine en Irak rodeado de unas circunstancias que les lastran su labor día a día, incluso conduciéndoles a una muerte segura no inherente del conflicto armado, sino de la inoperancia de sus superiores. Vemos circunstancias y contextos del todo nocivos para el soldado que no son casuales, sino causados como consecuencia de la ineptitud de unos señores a los que se les presupone una capacidad de estrategia militar, de la cual carecen claro.
Sinceramente, y sin ninguna maldad ni ánimo de ofender a nadie, me parece una obviedad reseñar que el objetivo es criticar a dichos mandos y a los sujetos que les han colocado en situación tan precaria, independientemente de que no aparezcan politicastros de Washington, con los capitanes, tenientes y generales que la serie muestra (por cierto, clarísima influencia de Hermanos de sangre) si es que la serie se visionó previamente y con atención.
Un saludo
aya, vaya, Piru, creo que o yo me he expresado mal o no me has entendido bien. Bien, me da pereza quedarme pegado al teclado mucho tiempo (he tardado días en terminar de escribir esta respuesta en Word antes de copiarla y pegarla aquí) y me va a salir larga la respuesta pero bueno, vale la pena. Hay cosas que hay que responderlas con detalle y rigor.
EliminarEn fin, vamos allá. Es curioso que en el fondo pensamos casi igual: tú dices que la intención de la serie es mostrar los sufrimientos de los marines padecidos por la incompetencia del alto mando. Yo digo que los verdaderos “villanos” de la serie son los altos rangos que son como si digamos, el verdadero enemigo de los marines.
Pero jamás vemos que clase de personas son los altos rangos, ni a que problemas se enfrentan ELLOS ni se nos dice nada de las dificultades tácticas estratégicas, logísticas, y de todo tipo que enfrentan a la hora de ganar una guerra. Napoleón decía “La guerra es el campo de los errores, el general que dice que no ha perdido jamás miles de hombres por un error muy estúpido es un mentiroso” y “Para un hombre como yo es poca cosa la vida de un millón de hombres” (este último comentario parece digno de Atila en Huno pero es rigurosamente histórico).
Como lo que la serie quiere “vendernos” es que los altos rangos son unos payasos cuyo lugar no es un cuartel general sino la carpa de un circo si o si y quiere que le “compremos” que todos los generales (absolutamente sin excepción) son unos incompetentes colosales, si o si entonces recurre a una línea artística que a mí me parece muy bien pensada para eso:
1. Muestra los sufrimientos de los soldados.
ResponderEliminar2. Vuelve a mostrar los sufrimientos de los soldados.
3. Nos dice que sería muy fácil para los altos rangos evitarlos
4. La serie se queda calladita y sin decirle nada de nada al espectador sobre las dificultades y las complejidades de los diversos problemas interdependientes propios de la planeación de una guerra a gran escala. Jamás nos dice ni pío sobre cómo resuelves el problema de entrenar a los soldados para la guerra en el desierto si tienes que invadir por sorpresa y fulgurantemente cuando y por donde el enemigo no se lo espera (y por tanto a ver de donde sacas tiempo tú para entrenarlos) o cuando inundas un país entero con tal cantidad de hombres que el enemigo renuncie a la resistencia en grandes batallas y se resigne a las guerrillas ante un ejército tan poderoso y al mismo tiempo logras de un día para otro darles equipos impecables a toda esa masa humana que movilizaste de un hoy a mañana, o cómo en fin, afrontas todas las dificultades que te presenta el día a día de una guerra. Todo eso se nos oculta, todo eso nos lo escamotean, todo eso nunca, nunca, nunca lo vemos porque la serie no quiere que lo veamos.
5. Jamás se hace el más mínimo intento por conseguir que el espectador sepa ni una sola vez que se siente ser un alto rango con la responsabilidad de dirigir una guerra que nadie sabe cómo porras ganar ni se dedican escenas a conseguir que el espectador intente ponerse en el lugar de los altos rangos, tratar de enfrentar los problemas que ellos enfrentan, de vivir lo que ellos viven o de saber que clase de personas son, o cómo viven la guerra, o de que manera tratan de hacer su trabajo. Sólo vemos los sufrimientos de los soldados por las metidas de pata de sus jefes, únicamente los sufrimientos de los soldados por las metidas de pata de sus jefes y nada más que los sufrimientos de los soldados por las metidas de pata de sus jefes.
6. Sin tener que decirlo explícitamente se nos da a entender que los altos rangos son payasos, insensibles al sufrimiento de su propia gente y que dejan que mueran simplemente por el puro gusto de fastidiar (sin que haya jamás ninguna otra explicación).
7. Gracias a todas estas omisiones, el espectador “compra” la idea que el director quiere “venderle” o sea: los altos rangos son incapaces totales. El arte aquí radica no sólo en lo que se dice sino en lo que se calla.
8. Moraleja: para que un filme salga redondo, para que un mensaje tenga más fuerza el director tiene que estar pendiente no sólo de lo que filma sino también de lo que no rueda. Esto es el verdadero arte. Y la línea artística correcta. Por eso la serie esta bien rodada, bien concebida y mejor ejecutada.
Tú dices: “¿Es, acaso, necesario mostrar sujetos en los que se basa la historia para elaborar un argumento congruente o una crítica más certera¿ Estoy seguro de que Alfred Hitchcock estaría en desacuerdo con esa idea, sino que se lo pregunten a Rebecca jeje”
Y tienes razón.
Pero eso era precisamente lo que yo quería señalar.
Rebecca nos parece un ser diabólico porque la vemos a través de lo que el Lord dice de ella, si viéramos la “versión de los hechos” no del Lord, sino… de la propia Rebecca (a través de un diario con el que la nueva esposa del Lord se encontrara, por ejemplo) y viéramos la parte de culpa que le corresponde al Lord del fracaso del matrimonio (para que un matrimonio fracase se necesitan dos) entonces… ya no nos parecería tan diabólica, claro.
ResponderEliminarPero eso es precisamente lo que Alfred no quiere je je.
En la novela original de Daphne du Mairer sabemos que al parecer Rebecca parecía una enfermedad incurable y quería suicidarse haciendo que el Lord la matara para no padecer los dolores físicos de la agonía y de paso vengarse del Lord después de muerta, junto a otros detalles que ya no la pintan tan satánica como Hitchock.
Eso no quiere decir que éste haga mal en ponerla como lo hace en la historia. De hecho, en algunos aspectos es mejor así. Nuevamente vemos lo mismo: para que un filme salga redondo, para que un mensaje tenga más fuerza el director tiene que estar pendiente no sólo de lo que filma sino también de lo que no rueda. Esto es el verdadero arte. Y la línea artística correcta.
En Generation… se aplica el mismo truco, la serie esta tan empeñada en presentarnos a los altos rangos con cuernos en la frente cola en forma de flecha y un tridente en la mano, que se salta a la torera la obviedad de que dirigir una operación de invasión contra un país tan lejano, con un territorio desértico tan inhóspito, y contra un ejército armado hasta los dientes con un arsenal tan sofisticado NO la hace cualquier payaso inepto.
Y, a menos que el espectador tenga prejuicios emocionales preestablecidos insuperables para él, es muy difícil que se trague eso de que una pandilla de payasos pudiera conseguir una victoria tan rápida y con tan pocas bajas así como así. Si comparamos con los disparates cometidos por los altos rangos en Viet Nam donde la guerra duro años y años con pérdidas humanas mucho mayores (en un país con un clima tan hostil como el desierto y contra una fuerza armada enemiga con una potencia de fuego mucho menor) es inevitable concluir que aprendieron de sus errores e “hicieron los deberes” para conseguir evitar repetir sus equivocaciones.
Que es lo que “chirría” en la serie, se empeña tanto en satanizar a los altos rangos que se olvida de la pregunta obvia para cualquiera con ojos en la cara y dos dedos de frente: Si los altos rangos eran un puro desastre… ¿Cómo es que ganaron tan rápido y con menos bajas a pesar de que las armas del siglo XXI eran mucho más mortíferas que las de los años 60 y por tanto el índice de bajas debía de ser lógicamente mucho mayor? No es que se pase de puntillas sobre esta cuestión, no, lo que pasa es… ¡Que no se plantea en lo absoluto!
En realidad la comparación con Los Cañones no es desafortunada, lo que pasa es que la lié con el personaje de Peck. Ahora lo aclaro todo.
Yo quería hacer hincapié en la escena en que Richard Harris critica al oficial de alto rango diciendo que la misión de bombardeo estuvo pésimamente planeada. El alto rango le escucha con atención y luego se retira a la otra habitación donde tiene un monólogo donde se lamenta de la estupidez de la guerra (y donde vemos que sean cuales sean sus defectos no es un incapaz total ni un insensible al que las vidas de sus hombres le importan un pito). En resumen, vemos que aunque la rabia de los pilotos como Richard Harris es muy humana y muy comprensible, en el fondo no tienen la razón porque ven las cosas con las estrechas gafas de la ignorancia. No porque sean ignorantes, sino porque no saben todo lo que el alto rango sabe, no están al corriente de todas las dificultades tácticas, estratégicas y logísticas que sólo el oficial de alto rango puede conocer y no tienen su visión general de todo el cuadro que sólo el oficial de alto rango puede tener.
ResponderEliminar(En lo que la lié fue al hablar de Peck: como tú dices Peck no es un oficial de alto rango. Y los oficiales de su nivel jerárquico sí aparecen bastante en Generation. En eso sí tienes razón, efectivamente).
Ahora bien: ¿Qué diferencia hay entre esa escena entre el piloto (Richard Harris) y el oficial de alto rango en Los Cañones y lo que vemos en Generation?
Pues muy sencillo: que Los Cañones… hace por lo menos intento de conseguir que el espectador sepa “que se siente” ser un oficial de alto rango, meter espantosamente la pata, saber que por tu culpa muchos pilotos valientes pagaron con sus vidas y ver a los supervivientes decirte a la cara que el que ordeno ese bombardeo (que ellos no saben que fuiste tú) debía ser un payaso. En Generation… eso no se hace nunca jamás.
Claro, Los Cañones…se pone de parte del oficial de alto rango, porque vemos más de cerca su problemática personal que la de los pilotos. Si Los Cañones… nos mostrara a los pilotos en la sala de mapas recibiendo la información de que esa va ser una misión fácil que los alemanes no tienen armas antiaéreas, y que todo va a ser sencillo, y luego los vemos enterarse a golpes que sí que tienen armas antiaéreas, que están listos para recibirlos, si los vemos morir incendiados vivos en los aviones por culpa de la pésima planeación de la operación, si los vemos sufrir y pelear, si los vemos llorar de impotencia al ver caer sobre el mar a los camaradas más queridos incapaces de hacer nada para evitar su horrible muerte, si los vemos, en fin, aterrizar con el corazón en la boca pálidos por la carrera que se acaban de pegar con el jinete del Apocalipsis las piernas todavía temblando, y jurando con toda la mala leche del que sabe que le ordenaron hacer un imposible que “Ahora sí que se las voy a cantar claras a los jefazos aunque me fusilen por insubordinación, vive Dios que sí”, si vemos todo eso, pues claro, ya el oficial de alto rango ya no nos va a parecer tan correcto cuando lo oímos monologar sobre la maldad de la guerra.
Pero como precisamente el énfasis esta en el oficial de alto rango y no en el sufrimiento de los pilotos, pues el efecto logrado es otro. (Nuevamente vemos la importancia no sólo de lo que el director rueda sino de lo que no muestra también).
Había una serie titulada IKE de Robert Duvall sobre la IIGM que cuenta bien las decisiones que Einsenhower tiene que tomar. (No sé si la viste, porque es muy antañona, pero hay una muy buena crítica en el Blog del Mayor Reisman) Desde el principio se nos muestra su tarea como casi imposible de realizar, y vemos cómo tiene que tomar decisiones que harían que Salomón defecara pelotas de golf. La serie trata precisamente de la guerra vista desde el punto de…los generales y politicastros.
Ver a Ike lidiar con unos y otros (especialmente con Mongomery y De Gaulle) hace que uno se diga a sí mismo “Pobre Einsenhower, yo no aceptaría un trabajo como ese por nada del mundo”.
Especialmente notables son los diálogos con Roosvelt donde el presidente le dice a Ike que no puede darle más buques de guerra para el día D porque se necesitan todos en el pacífico. Ike le dice que muchas vidas americanas se perderán por esa decisión y que si el día D fracasa Roosvelt pasará a la historia como el presidente por cuya culpa fracasó. Roosvelt le contesta que en el pacífico también hay muchas vidas en juego y que si se sufre una derrota allí también pasará a la historia como el presidente por cuya culpa pasó ESO. En todo momento vemos el peso de las dolorosas decisiones que todos los políticos y generales tienen que tomar (Marshall, Churchill, Lord Ismay, etc) y las potenciales catastróficas de cada una de ellas si algo sale mal.
ResponderEliminarAh, pero lo que NO vemos por ningún lado los sufrimientos humanos de los soldados cuando alguien mete la pata, jamás nos cuentan que se siente ser un soldado que tiene que pagar con su vida por la espantosa incompetencia de un general.
Y jamás nos enteramos de “que se siente” estar “del otro lado de la barrera” y ver los toros en el ruedo, padecer en carne propia la sed de los americanos sin agua en el Paso Kasserine, cuando Rommel los hace pedazos por culpa del nulo entrenamiento de los soldados (la historia de siempre: hay que invadir África en una operación relámpago que tiene que decidirse de un día para otro y si quieres tomar por sorpresa a los SS tienes que enviar a la gente al desierto sin tiempo para entrenarlos y que una vez allí se las arreglen como puedan) no sabemos nada de los capitanes y tenientes que literalmente se pegaron un tiro de la pura rabia de lo pésimamente mal planeada que estuvo la operación en Anzio. No vemos los aviones y tanques que fracasan porque no se terminan de diseñar bien antes de mandarlos al combate y se averían en pleno vuelo (lástima para el piloto que se muere allí mismo porque ni paracaídas le dan “para que el peso del paracaídas no retrase el avión reduciendo velocidad”) o de los tanques que no disparan en batalla porque no les apretaron bien unos tornillos (y no es broma sino la pura verdad histórica de los hechos) no nos dicen ni pío de los incendiarios titulares de los periódicos en las ardenas
“¿Y donde estaban nuestros generales cuando nuestros muchachos eran masacrados? ¡Seguramente acostándose con una p…alemana de primera clase y bebiendo vino del Rin convencidos de que la guerra ya se había acabado cuando de la nada aparecieron los SS mostrando su acostumbrada forma de asesinar!”.
“Nuestros chicos pueden tener redaños para comerse sus propias entrañas y todavía pedir una segunda ración, pero por culpa de los burócratas de Washington que no quieren enviar gasolina para los tanques los SS tendrán tiempo para construir defensas que costarán miles de vidas ya que no los estamos persiguiendo ahora que estamos a tiempo por culpa de la falta de gasolina que nadie sabe porque porras nadie envía al frente y Ike duerme la siesta”
No hay ni el menor intento de que el espectador vea nada de todos esos errores, todo eso se nos escamotea, todo eso se nos oculta, todo eso jamás lo vemos, porque eso no es lo que la serie quiere que veamos.
La serie nos “vende” (y muy bien) lo que quiere que le “compremos” o sea que los generales y políticos aliados eran unos tíos súper-buenos, que enfrentaban las mayores dificultades siempre de la mejor manera, y que aunque a veces cometían errores pues siempre lo sentían mucho. (La serie nos hace pensar que padecían insomnio sin poder dormir cada vez que un soldado se rompía una uña porque el remordimiento no los dejaba dormir por eso). Claro, se logra muy bien retratar el drama histórico de las dificultades casi insolubles que enfrentaban los oficiales de alto rango, pero el sufrimiento de los soldados por culpa de las metidas de pata no se ve ni por asomo. Moraleja: lo importante es lo que se oculta
Eso le cuesta muy caro a la serie porque saldría enriquecida (y mucho) si nos mostrara todo eso, el efectazo de “el peso de la responsabilidad del mando” sobre los generales parecería mayor si se nos mostrara todo el horror de las consecuencias de sus equivocaciones y el dolor humano padecido por ellas. Así como lo muy fácil que resulta en la complejidad de las operaciones estratégicas de alto alcance cometer un error verdaderamente garrafal. Por muy experto que seas. Y cómo tienes que seguir adelante después de cometerlo. Porque no te queda otra opción. El “miedo” del director por mostrar todo eso hace que la serie pierda muchísimo. Y todo para que los generales ingleses y americanos parezcan héroes siempre. La serie gana mucho en patrioterismo y populismo… pero pierde en calidad.
ResponderEliminarLo mismo pasa en Generation… sólo que por la razón opuesta; el director esta tan empeñado en meternos por los ojos el mensaje maniqueo y demagógico de que absolutamente todos los generales son unos payasos siempre si o si, que no se da cuenta de que si nos mostrara la complejidad de tener que dirigir una guerra y la problemática táctica, estratégica y logística la serie se enriquecería más y no menos, saldría más redonda, y lejos de “justificar” a los altos rangos, haría que el espectador COMPRENDIERA el drama humano de la guerra, sus sutilezas, y tragedias en toda su dimensión y con una visión mucho más amplia y completa de la realidad. Se deja pasar la ocasión y la serie pierde en calidad lo que gana en ensañamiento. Peor todavía: el director no entiende que una cosa es pretender que los generales queden “absueltos” de sus errores, y otra muy distinta mostrar la complejidad de su trabajo: cosa que haría más realista el impresionante conjunto de metidas de pata colosales que efectivamente se cometieron en la guerra y por las que tanto sufrieron los marines. Tampoco comprende que la serie ganaría en calidad lo que perdería en ensañamiento, y que el verdadero director debe buscar siempre la calidad ante todo. Paradójicamente es justo el mismo error que se comete en la serie de Ike donde el objetivo es idealizar a los generales y políticos de la IIGM. Ni en un caso ni en otro se aprecia hasta que punto darle al público una visión tanto de los soldados como de los generales le daría más fuerza y no menos a la serie. En ambos casos el relato no termina de salir redondo del todo.
Es interesante señalar que The Wire fue un éxito precisamente porque nos muestra tanto a los narcos como a los policías sin satanismos ni idealizaciones, el alcalde Tommy Carcetti era un político honesto que realmente quería acabar con el narcotráfico, pero apenas llega al poder tiene que hacer concesiones y pactos y termina tan corrupto como su antecesor. El jefe de redacción del Baltimore Sun descubre que allí se falsean las noticias para hacerlas más atractivas, pero como sus superiores están encantados con esa práctica tiene que meterse la ética en el bolsillo y aceptarlo. Que el periodista tramposo termine ganando el Pulitzer es un golpe de efecto genial. Todo ese empeño en ver la cruel realidad desde ambos lados a la vez brilla por su ausencia aquí. Resultado: menos calidad.
En resumen: lo que yo quería decir es que una serie puede ser muy, muy, muy maniquea si sólo nos muestra los sufrimientos de los soldados pero no dice ni media palabra sobre la complejidad de las dificultades estratégicas que afrontan los oficiales de alto rango, sólo para que estos aparezcan como unos payasos.
ResponderEliminarY puede ser también muy maniquea si sólo nos habla de las dificultades casi insuperables de GANAR una guerra desde el punto de vista de los problemas táctico-logístico que los generales y políticos tienen que resolver pero no nos cuenta nada de nada sobre los soldados que tienen que pagar con sus vidas por los errores de estos.
Una película no es maniquea cuando muestra al mismo tiempo las dos cosas a la vez.
Los Cañones… no es maniquea porque trata de ser imparcial, es decir de mostrar al mismo tiempo las dos caras de la moneda, pero no lo consigue del todo ya que habla más de los problemas y responsabilidades del mando que del precio que pagan los soldados por los errores de sus superiores.
Pero por lo menos lo intenta.
Genration… no lo intenta ni una sola vez, jamás en lo absoluto.
PD. Lo que sí me ha puesto los ojos como platos es leer eso de que atacar a los oficiales era impensable para el cine americano en época de Los Cañones. Cuando cualquiera que haya estudiado con la precisión con que tú lo has hecho el cine bélico sabe que esos cuestionamientos han estado al orden del día desde siempreen Hollywood. Más allá de las lágrimas se centra en explorar a los hombres que hay bajo el uniforme, y los retrata de una manera bastante insólita para lo que era el cine de los años 50, abordando temas como el adulterio, la promiscuidad de los soldados, el alcoholismo, la añoranza de la familia…etc. En Ataque de Jack Palance y Lee Marvin se critica mucho la cobardía de los oficiales, de los peces gordos que los ponen al mando sin que tengan méritos para ello sólo por sus influencias, o de los que miran al otro lado cuando se ponen de manifiesto sus fallas, mientras que En el motín del Caine ya es obvia la intención de crítica contra el alto mando…y resulta que todas estas películas son anteriores a Los Cañones, pues fueron filmadas más o menos en los 50. Pero el premio mayor se lo lleva en mi opinión Los Doce del patíbulo donde se rompe definitivamente el molde de los “chicos buenos” y vemos al oficial profesional como un recolector de basuras de seres dañinos de los que no se puede esperar nada bueno, pero que a él le sirven para ganar una guerra. Especialmente la escena en que lanzan gasolina y granadas por los ductos de ventilación para quemar vivos a los ya indefensos alemanes. Crueldad gratuita rara de ver en el cine cuando la hacen no los nazis sino los aliados. En fin, hasta la patriotera Midway nos recuerda la triste historia de los japoneses recluidos en campos de concentración en el romance entre la chica japonesa y el hijo de Heston. O sea, las críticas contra el ejército estadounidense eran la cosa más frecuente de ver en el cine americano de entonces, y eso era una tradición que venía de largo. Por comparación el cine británico es más conservador, ya que sólo conozco La Colina o Un Puente Demasiado Lejano como ejemplos de cine en esa línea. El cine alemán es francamente auto absolutorio en muchos de sus filmes y el japonés casi siempre. (Diría siempre sin excepción si no fuera por La Condición Humana ) El colmo ya es el cine ruso, generalmente de muy buena calidad, pero francamente patriotero en demasía. Del cine francés la única peli que conozco en esa línea sería El ejército de las Sombras. O sea, que el cine americano les da mil patadas a todos los demás precisamente en eso.
ResponderEliminarBueno, ya terminé. (Gracias a Dios¡¡¡)Perdón por la tardanza no es que no me tome en serio participar, es que me da pereza pasar mucho rato junto al teclado. Y no hallé una manera breve de contestar. :-)
Espero no haberte aburrido mucho...
Pues es cierto que es difícil mostrar al mismo tiempo los sufrimientos del soldado y los dilemas hamletianos del oficial de forma de no tomar partido por unos ni por otros.
EliminarEn mi opinión una sola vez se ha conseguido la imparcialidad total: en el caso de La lista de Schindler. Vemos los sufrimientos de los judíos, pero también vemos al capitalista alemán metido a politicastro para salvar su fortuna caminando en el filo de la navaja, justo en el raya misma que separa al bien del mal, y vivimos qué se siente estar en los zapatos de Schindler tanto como vivimos que se siente estar en los zaparos de los judíos. Es curioso que en una película sobre el Holocausto donde no se omite nada del horror de los campos, el capitalista alemán metido a politicastro porque sabe que si no esta a partir un piñón con los nazis lo fríen vivo, no sea el villano ni el típico cobarde pusilánime que se queda cruzado de brazos por miedo a perder sus cuatro cuartos, sino… ¡El héroe de la película!
Y esta imparcialidad es lo que le da a La lista…un mérito que muy pocas películas pueden ni soñar con alcanzar. Vemos en todo momento las dos caras de la moneda. Lo que significa ser judío en Alemania y a la vez lo que significa ser un hombre decente que no cree que los judíos no sean seres humanos como todos pero sabe que no puede luchar de frente contra el aberrante régimen. La lucha de Schindler por no perder su humanidad en medio de su lujosa mansión es comparable a la lucha de los prisioneros por no ser embrutecidos como animales en los campos. Y el que el espectador comprenda los dilemas morales a que se enfenta Schindler tanto como el sufrimiento de los judíos es todo un mérito. Primera vez que veo al ricachón que brinda con los SS como al “bueno” de la peli. Es una vuelta de tuerca interesante…
Sobre todo porque vemos que Schindler nunca va a los campos con los judíos a sufrir como ellos, a trabajar como ellos, y a decirles “Yo también estoy aquí” sino que prefiere doblar el espinazo ante los SS y luego hacerles trampa por la espalda. Pero vemos también que si no fuera precisamente porque prefiere doblar el espinazo ante ellos y no combatirlos de frente, no se salvarían tantos judíos. Incluso oímos las quejas del propio Schindler “Oh, que bien, tráiganle a Schindler más judíos, al fin y al cabo es su ángel guardián, maldita sea, no puedo salvarlos a todos”.
En mi opinión la vuelta de tuerca para que el público este tan pendiente del destino de Schindler cuando este tiene que “pactar con el diablo” cada vez que negocia con los nazis es que sabe que si Schindler cae, con él caerán también todos los judíos, y el espectador no se preocupa sólo por Schindler sino también por todos los personajes que serían ejecutados si Schindler da el más mínimo tropiezo en su periplo por la cuerda floja.
¿Por cierto, se podría comentar La lista de Schindler? Me gustaría mucho. También los doce del patíbulo, otra película por la que siento debilidad.
Ilse Nastase, vas a tener que perdonarme por tardar tantísimo en contestarse pero se me coló tu comentario inexplicablemente. Lo cierto es que La lista de Schindler es una de esas películas que marcan el S XX en el cine, y por supuesto que se comentará. Opino que la imparcialidad de la que hace gala es suficiente, o por lo menos más que suficiente si tenemos en cuenta que procede de una industria y un director profundamente judíos.
EliminarUn saludo
No estoy de acuerdo en que sólo se haya conseguido la imparcialidad total una sola vez: en Waterloo también se ha logrado.
ResponderEliminarEn el negro yo diría que Tropa de Élite lo logra también.
En el western creo que no. Lo que más se aproxima es Lawman de Burt Lancaster y El Hombre que Mató a Liberty Valance.
Estimado Mario, disculpa que tarde en contestarte, pero dado el calado del comentario, quiero leerlo con mucha tranquilidad. Entiendo que el correo que me has enviado es un resumen o una recopilación de todos los comentarios, por lo que siendo así, leeré tus reflexiones a través de ese medio, contestaré lo antes posible.
ResponderEliminarHola Catherine Zeta Jones, gracias de nuevo por el comentario, me parece un debate interesante el de la imparcialidad en el cine, creo que daría para un meme interesante.
ResponderEliminarEstoy seguro de que algún Western habrá que de muestras de imparcialidad, pero tengo que echar uso a la memoria. Creo recordar que Guettysburg era imparcial, muy al estilo de Waterloo. Me has dado una gran, y polémica, idea para una entrada
Un saludo
Mario procedo a responder tu comentario:
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que ambos opinamos del mismo modo en el fondo, sobre la crítica de Generation, pero no estoy de acuerdo en que no se muestre. Al contrario, creo que vemos capitanes, tenientes y un general que mandan a ciegas a sus soldados a la batalla. Creo que vemos perfectamente cómo tienen que pelearse dos o tres jeeps por unas gafas de visión nocturna, etc, no entiendo que esto no te parezca suficiente para mostrar tanto la incapacidad de los mandos como los problemas logísticos de verdad.
Sobre las enamueraciones en forma de letras, voy a contestar solo aquellas con las que me siento en discordancia o las que crea que pueda aportar algo:
D)Sobre el entrenamiento, hombre, creo yo que se presupone que el cuerpo de marines de los EEUU, un cuerpo de élite donde los haya desde la II GM, está entrenada para afrontar cualquier situación. Pero eso no es lo que se critica, creo que el tema va más bien por enviar a unos soldados sin los recursos suficientes a tomar una ciudad, y en mitad del asalto cancelar la misión y ordenar bordear dicho objetivo porque resultaba no imprescindible desde el principio. Sobre cómo planean la ofensiva, sí recuerdo algunas escenas interesantes en el cuartel general con EL Padrino a la cabeza, o también algunas escenas en las que los capitanes explican a sus tenientes y estos a su vez a sus soldados la estrategia a seguir. También entiendo que algo mucho más elaborado requeriría más de 7 capitulos y una temporada ojo.
E) Creo que esta letra repite un poco la idea de la introducción: entiendo que Simon te mete perfectamente en la piel de los mandos, primero con El Padrino como el mando sin escrúpulos que quiere llegar al objetivo a toda costa a través de palabras grandilocuentes y abstractas. Después por el capitán que sí es eficiente pero se ve frustrado cada vez que le envian a un destino cada vez más absurdo (un poco al estilo de Green Zone). Por último el ejemplo del capitán que es un inepto, que se pone delante de los francotiradores sin saberlo, que mete a sus hombres en fregados cada vez peores, hasta el punto de que sus propios hombres se plantean darle matarile... ¿Esto no nos mete en la piel de los mandos? Para mí sí es suficiente. También creo que podría profundizar más, pero no en una sola temporada.
F) La explicación viene a ser su ineptitud, ojo no su estupidez. Son estrategas que no tienen ni idea de la estrategia militar, que envían a sus hombres a lo loco porque "hay que tomar el objetivo" y la estrategia para ello es "el valor y la agresividad del marine", palabras vacías. Es muy distinto a decir que la única explicación sea que son estúpidos.
Sobre Rebecca, ¿no te parece la actitud de Alfred al escondernos un punto de vista importante sobre Rebecca un claro maniqueismo? Me parecen muy interesantes y didácticos tus apuntes sobre esta película. Creo que esa imagen nos la hacemos no sólo por los tenientes, sargentos, capitanes y El Padrino, sino también por sus subordinados, haciéndonos una imagen global. Evidentemente Simon tiene un objetivo que nos quiere mostrar, por supuesto que sí.
ResponderEliminarHombre, eso de "una victoria tan rápida y con tan pocas bajas" me parece como poco discutible, dado que se calificó la Guerra de Irak como un nuevo Vietnam. Es evidente que si partimos de esa premisa, la muestra de Simon chirría, la cuestión es que yo no comulgo con Bush y el momento en que para él acabó la guerra, por eso claro que me creo la crítica de Simon. A este respecto, decir que Simon retrata situaciones reales, ocurrieron, esos personajes existen, son una crónica de un periodista de la Rolling Stone.
Entiendo que la cadena de mando que se muestra en Generation Kill la consideras de rango jerárquico y no de alto mando, hete ahí nuestra discrepancia. Creo que El Padrino podría incluirse como una extensión del Alto Mando, aunque entiendo que es discutible, esa es mi posición, el resto por supuesto no lo son, en ese sentido, te doy la razón.
Aunque no la he visto, he oído hablar de la serie Ike de Duvall, paradójicamente creo que también interpreta a Stalin, ¿es así? y la verdad es que tiene muy buena pinta, espero intentar hacerme con ella y poder comentarla.
La cuestión es conocer y entender a Simon, te recomiendo mucho que le eches el ojo a The Wire y Tremé, porque verás que está interesado en denunciar las injusticias sociales, siempre se pone de parte del más débil, del que sufre las decisiones de poderosos. Por eso no está interesado en ponernos en pantalla a politicastros de Washington, tan solo nos muestra lo que objetivamente ocurre cuando toman sus decisiones, esto es así. Puede que hubiese sido más rico para el espectador ver todo el abanico, pero es que a Simon no le interesa esto. Y no creo que lo haga con una mueca maliciosa y una sonora carcajada, simplemente lo hace porque lo que quiere mostrar en televisión es aquello que le repugna, simple y llanamente. También insisto en le faltan temporadas y capítulos a esta historia. A mi su conjunto realmente me entusiasma. Pero también estoy de acuerdo con tus reflexiones sobre The Wire, para ser justos, es evidente que hay una diferencia de calidad, aunque ésta son 5 temporadas y su niña mimada.
¿No crees que Los cañones,,, puede caer en ese mismo maniqueismo cuando se tiende trampas del tipo alemanes torpones disparando como locos y no dan a nadie?
Hombre sobre Doce del patíbulo yo creo que el mensaje es incluso más perverso e incluso fascista de lo que parece, de modo que sean los rudos machotes americanos los que resuelven la situación a golpe de metralleta cual Rambo en plena orgía, más que una crítica a los oficiales. En El Caine creo recordar que hay una nota al final de la pantalla en la que se plantea como una oda a la Marina para evitar tijeretazos en el metraje, rápidamente señalando que la situación es ficticia y que jamás podría ocurrir ese comportamiento en la marina.
El cuestionamiento del oficial es una cosa, el cuestionamiento del Alto Mando, del Ejército, otra muy distinta. No creo que se perciba de forma tan virulenta en la industria de Hollywood de aquellos años con, por ejemplo, el que hace Kubrick con Senderos de gloria.
En cualquier caso, entiendo tus consideraciones y comparto gran parte de ellas, aunque mantengo algunas de mis posiciones iniciales, ha sido un debate interesante.
Un saludo
Efectivamente, Duvall es Stalin...en otra película filmada después de la serie Ike. Stalin no aparece por una buena razón, él y Einsenhower apenas se trataron en la IIGM. Es lástima que no hayas visto la serie. Es muy buena, pero muy maniquea a la hora de ocultar las meteduras de pata de los generales, o mejor dicho, el dolor humano que esas meteduras de pata producían.
EliminarAyayayay…estoy condenado a escribir El Comentario Más Largo Jámas Escrito En Toda La Historia Del Blog una y otra vez.
Doce del patíbulo una peli facsista...pfsssss...perdona que me ría por lo bajo, pero creo que no has visto una película fascista en tu vida. Yo sí lo hice para conocer ese tipo de cine. He visto Kolberg, así como Scipione l´Africano, Sin novedad en el Alcázar, y El Judío Suss. Que me pareció el colmo de la repugnancia, pero se debería enseñar en las escuelas para que la gente viera lo que es de verdad el fascismo. Y te puedo garantizar que ese cine se caracteriza por el “nosotros somos los defensores de la Justicia con mayúscula, y en su nombre destruimos a quién sea”. Y el “ustedes son los defensores del Mal con mayúscula y se lo tienen bien empleado”.
Punto.
Es IMPOSIBLE que una película fascista vaya a pintar a su propio bando como una panda de psicópatas y asesinos liderados por un oficial al que sólo le importa ganar. Aldrich había intentado rodar una película anti-belicista en el que se mostrara que sólo los criminales y los psicópatas pueden disfrutar en la guerra. Una idea resumida en la famosa secuencia de la evaluación psiquiatrita en la que el capitán médico describe a los componentes del comando como una panda de psicópatas antisociales y retorcidos a lo que Reisman le responde -¡Perfecto! No hay un modo mejor de luchar en una guerra. En todas sus propias pelis los fascistas son limpiecitos, tienen el uniforme impecable, un grandísimo sentido del honor y una sonrisa “cool” de anuncio lava dientes. Caramba, hombre, En El Alcázar… el hijo de Moscardó tiene una pinta de señoriíto finolis que apenas puede con ella y los republicanos son ¡Cómo no! Borrachones, fumadores, mal hablados, sucios, y parece que tienen hasta piojos. De paso, el chico pone cara de ir a la primera comunión cuando su papá le dice que lo van a fusilar…lee los sabrosos comentarios del Blog de Reisman sobre esa peli y sabrás qué es el cine fascista.
Comentas que “nosotros somos los defensores de la Justicia con mayúscula, y en su nombre destruimos a quién sea”. Y el “ustedes son los defensores del Mal con mayúscula y se lo tienen bien empleado”, y creo que son claves que se ven en Doce del patíbulo. Aunque estoy de acuerdo en que no estoy muy ducho en ninguna de las películas que has comentad, y qué diablos, me covencen tus apreciaciones. Me lo apunto para echarles un vistazo.
EliminarHombre, si los defensores de la Justicia son una panda de psicópatas, criminales, y canallas de lo peorcito, sí.
EliminarDe todos modos, yo a Los Doce la veo como un libro convertido en película, más que como cine puro. Y es una película ajena a toda ideología y con no pocas fallas argumentales que la hacen poco verosímil, pero muy divertida e incluso interesante desde el punto de vista psicólogico (pero mal explotada y sin aprovechar, lo que se explica porque es divertimiento puro) no me parece que la intención del director haya sido hacer una crítica de la realidad sino una película de aventuras en estado puro con todos los defectos y las virtudes que eso acarrea. También jugó su papel el deseo de encajar muchas estrellas en una sola película, que también contó lo suyo.
Yo diría que habría que juzgarla en esa perspectiva.
Del cine fascista formal no sé mucho y no me pronuncio al respecto por tanto.
De todos modos es muy interesante leer todo esto.
Sobre la nota al final de la pantalla del Caine, pues es que es histórico que en toda la IIGM nunca hubo un motín. Si a ti te parece que Generation tiene más mérito porque “A este respecto, decir que Simon retrata situaciones reales, ocurrieron, esos personajes existen, son una crónica de un periodista de la Rolling Stone.” Entonces, me gustaría saber porqué vamos a criticarle al Caine que ponga su propia nota histórica también. Si para ti el rigor histórico sólo tiene mérito cuando hace quedar mal al Alto Mando, pero no lo tiene cuando lo hace quedar bien, pues entonces, qué puedo decirte.
ResponderEliminarSólo que respeto tu opinión.
Pero que no la comparto.
Yo creo que el rigor histórico es independiente de que haga quedar al Alto Mando bien o mal.
No sé si será que no viste ¡Ataque! Pero la intención no es sólo criticar al oficial cobarde, que más bien da lástima, sino a los generalotes que lo dejan en el puesto para hacerle la pelota a su poderoso padre y conseguir influencias tras la guerra y al personaje de Marvin, que es como el equivalente a El Padrino, el enlace con el Alto Mando, que sabe perfectamente de la cobardía del oficial, pero mira a otro lado. Todo eso se especifica muy explícitamente.
Y en Midway recuerdan que una democracia que se enorgullecía de ser libre metió en campos de concentración al más puro estilo racista nazi a los japoneses residenciados en Estados Unidos. (Y con menos excusa, ya que se suponía que ellos no creían en “la raza superior” de los nazis, sino en los derechos humanos) Primer caso de una peli que menciona una victoria patriótica nacional y no sólo recuerda el heroísmo, sino también los crímenes de la democracia, vaya. Y se muestra un muy explícito diálogo entre generales cuando Heston intenta salvar a la chica. Si eso no es criticar al Alto Mando, entonces que venga Dios y lo vea.
De Patton y las escenas en que golpea al soldado ni me tomo la molestia de hablar. . Mencióname en que peli inglesa hablan de los desafueros de Montgomery, en que peli francesa mencionan las salvajadas de De Gaulle o en que peli rusa dicen cuantos rusos fusiló Zhukov sumariamente. Entonces hablamos de si el cine americano no es más virulento en sus críticas al Alto Mando.
Me parece que tienes una pequeña contradicción, no sé si tú mismo la veas, cuando dices que “Estoy de acuerdo en que ambos opinamos del mismo modo en el fondo, sobre la crítica de Generation, pero no estoy de acuerdo en que no se muestre. Al contrario, creo que vemos capitanes, tenientes y un general que mandan a ciegas a sus soldados a la batalla. Creo que vemos perfectamente cómo tienen que pelearse dos o tres jeeps por unas gafas de visión nocturna, etc., no entiendo que esto no te parezca suficiente para mostrar tanto la incapacidad de los mandos como los problemas logísticos de verdad.”
Y luego
“Entiendo que la cadena de mando que se muestra en Generation Kill la consideras de rango jerárquico y no de alto mando, hete ahí nuestra discrepancia. Creo que El Padrino podría incluirse como una extensión del Alto Mando, aunque entiendo que es discutible, esa es mi posición, el resto por supuesto no lo son, en ese sentido, te doy la razón.”
No entiendo muy bien la primera parte del comentario, no creo que haya dicho que el rigor histórico se relacione con dejar mal al Alto Mando. Cuando hacía menció a esa nota me refería a un pequeño guiño que se le hace a la industria para lograr su colaboración. No se dice "jamas ha ocurrido algo semejante" sino que se dice "jamás podría ocurrir algo semejante en la Marina de los EEUU" que es muy distinto. A esto me refiero al comentar, ni si quiera criticaba, simplemente señalaba ese detalle.
EliminarEfectivamente la crítica no es solo contra Bogart sino más bien contra aquellos que permiten que un inepto logre tener en su mano tantísimo poder, como bien se explica en el monólogo final.
Son buenos ejemplos los que mencionas sobre la crítica al Alto Mando americano, también me convences en este punto.
Sobre la contradicción, verás que no es tal: para ti la cadena de mando que se muestra en Generation es insuficiente por no pertenecer al alto mando. Para mí sí es suficiente pues considero que tenemos oficiales de todo tipo y condición, ni todos malísimos ni todos buenísimos, tanto Generales como tenientes y capitanes. Decía que ahí está nuestra discrepancia. Para ti esto no es suficiente y es maniqueo al no mostrar a un "alto mando". Para mí la crítica es clara, suficiente, y evidente por los motivos que antes mencionaba.
Cuando hablo de la industria quiero decir la Marina, los barcos y escenas militares son rodadas en colaboración con el Ministerio de Defensa.
EliminarPues sí: lo que me cae mal es que a los generales y Alto Mando NO los pintan para nada. Se saltan a la torera los problemas que enfrentan los generales y lo que se siente ser un general. El caso que mencionas de los lentes es antológico: un dilema de la guerra era conseguir invadir a velocidad relámpago Irak, y no hay modo de retrasar la velocidad de la invasión para conseguir que los suministros lleguen a tiempo para tener bien abastecidos a todos. El general tiene que encarar la dura decisión de retrasar la velocidad de la invasión dando chance al enemigo de reorganizarse (¿Cuántas vidas le costaría eso?) o pisar el acelerador aunque los marines lleguen al extremo grotesco de que se peleen entre sí por unos lentes porque no hay. (Haga lo que haga los marines sufrirán: así es la guerra,) pero claro, sólo vemos a los jeep peleando, pero no vemos el dilema del general y cómo (para bien o para mal, no importa) lo enfrenta. Eso se oculta deliberadamente para “vendernos” lo que Simon quiere que le “compremos” como la “verdad absoluta”: que todos los oficiales son ineptos, a la fuerza, si o si.
ResponderEliminarPunto.
¡Lástima que se calle todo lo que no armoniza con la idea que el quiere “demostrar” que es la verdad y la oculte en forma demagógica y populista al espectador!
Cuando el Afrika Korps cayó prisionero un periodista inglés entrevisto a los alemanes y los oyó decir pestes de Rommel como un inepto de marca. Contaban cosas como que cuando el combustible escaseaba ya trágicamente, les ordenaba dar vueltas en círculos en las ciudades ocupadas gastando gasolina sin razón.
¿Qué absurdo, no?
O que cuando los ingleses estaban machacando a los camaradas de al lado, ellos recibían órdene, no de ir a apoyarlos, sino de ir a un lugar del desierto donde no había nadie, y dar 20 vueltas en el sentido de las manecillas del reloj y otras 20 en el sentido contrario, y luego regresar al punto de partida. Terminaban con el depósito de gasolina vacío y tenían que empujar los tanques a pata como se empuja un coche sin gasolina por el desierto para al final regresar al punto de partida. Nunca pudieron disparar un tiro en toda la batalla…
¡Así de absurdas eran las órdenes de Rommel!
Lo que el periodista se callaba olímpicamente y sólo se supo después de la guerra cuando los oficiales alemanes de rango superior publicaron sus propias memorias es que cuando Rommel mandaba dar vueltas alrededor de las ciudades ocupadas, era para que los espías ingleses contaran muchos más tanques de los que Rommel tenía en realidad, eso los obligaba a retirarse sin combatir para no enfrentar la cantidad aplastante de tanques que habían contado sus espías, y eso le ahorraba a Rommel mucha más gasolina que la que gastaba. Claro que los tanquistas, que no sabían nada de todo eso, (y no debían de saber, además, por motivos de seguridad) juraban que Rommel era un inepto y de allí no los movía nadie.
Y lo de mandarlos al desierto a dar vueltas, era lo mismo: cuando giran los tanques levantan una polvareda que hacía que los comandantes ingleses al ver el desierto con sus prismáticos, pensaran que una columna entera de tanques se les venía encima, y, claro, se retiraban en su ataque y dejaban de machacar a los alemanes. Lástima que los tanquistas que no sabían nada de todo eso, juraran que eso de mandarlos al desierto a dar giros donde no había ningún inglés contra el cuál luchar era una payasada.
Si te vas a callar todas esas” sutilezas insignificantes” y no se las vas a explicar al espectador porque “quieres contar la historia desde el punto de vista, de los más débiles, de los que padecen las injusticias de los poderosos” pues puedes terminar omitiendo muuuuuuchas cosas…y ser un maniqueo y un demagogo y un populista de aúpa.
Con este comentario estoy más en desacuerdo todavía. Será antológico porque te interesa que lo sea, dado que el ejemplo de las lentes se repite con equipación, munición, etc etc. Toda la serie está repleta de este tipo de crítica. Críticas que ya vimos en Jarhead, The redacted y en En tierra hostil, por cierto. Sobre que Simon muestre a todos los oficiales como unos ineptos, creo que no podrías haber realizado unas declaraciones más desafortunadas. Precisamente uno de los protagonistas jefe de sección es un auténtico rapaz en esto de la guerra, salvando a su equipo en más de una ocasión de las decisiones de los ineptos. También cierto capitán permanentemente frustrado por las decisiones que toma su General. Hay ejemplos de esto por toda la serie. Me parece difícil discrepar sobre este punto porque es algo que está ahí. Simplemente hay que ver la serie.
EliminarMe parece realmente interesante lo que comentas de Rommel, historia que no conocía por cierto, pero eso amigo Mario sí que es puramente anecdótico. Dudo mucho que invadir una ciudad a ciegas repleta de insurgentes para rodearla horas después, sea una sesuda estrategia militar.
Quizás el problema surge al pretender invadir Irak en tiempo record sin los suministros necesarios para ello. Ahí está la crítica que tu mismo has elaborado en tu alegato.
Si me disculpas, seguire comentando en otro momento, me temo que el tiempo se me echa encima :S
Eliminar"Dudo mucho que invadir una ciudad a ciegas repleta de insurgentes para rodearla horas después, sea una sesuda estrategia militar."
EliminarEn ralidad, esa fué la estrategia que a Sherman lo convirtió en héroe de la guerra civil americana: avanza a ciegas para no perder el tiempo, si tropiezas con resistencia superior a la que puedes romper, pues rodea la resistencia y sigue atacando por otro lado; el truco esta en que así descubres los focos de resistencia en donde el enemigo a concetrado sus fuerzas y al mismo tiempo puedes envolberlos.. Tanto éxito tuvo que se ha copiado muchas veces. Muchas de las bolsas de ejércitos enteros capturadas por los alemanes a los rusos cayeron así. Es una estrategia bastante empleada...pero eso Simon se lo calla olímpicamente.
Yo sí veo que los oficiales DE ALTO RANGO (de coronel para arriba) son casi siempre mostrados como ineptos por los problemas que enfrentan los marines por su culpa, pero no se nos dice nada de los dilemas a los que los altos rangos (ojo) se enfrentan en la guerra ni si sus decisiones son las de unos ineptos o sólo las de unos estrategas capaces que elgien la opción menos mala ante una mala situación. (otra cosa que Simon se calla y no explica).
De los mandos medios (que son los que más aparecen) sólo el teniente, un capitán, y el sargento son buenos: todos los demás son siempre y sin excepción unos ineptos que siempre y sin excepción se equivocan en todo. Es un poco como en el retrato que nos hacen del departamento de policía en Harry el Sucio: todos los polícias que no son tan violentos como Harry son baleados o muertos. Muy imparcial.
Los casos que mencionas de enviar a unos soldados sin los recursos suficientes a tomar una ciudad, y en mitad del asalto cancelar la misión y ordenar bordear dicho objetivo porque resultaba no imprescindible desde el principio son clásicos. Pues puede muy bien haber sido el ardid otodoxo: ordenas atacar a lo bestia una posición para que el enemigo piense “Vamos a ver, nadie ataca así, a puro huevo, sin tener las cosas muy claras: es evidente que el enemigo tiene muchas fuerzas concentradas aquí y piensa mandar una ofensiva general contra esta ciudad, así que mejor debilito mis reservas para reforzar este lugar”. (Algo muy lógico porque después de todo, el enemigo NO sabe que tú no tienes fuerzas suficientes para tomar esa ciudad). Una vez que ya te has salido con la tuya, y has conseguido que el enemigo desestabilice sus reservas, puedes dar órdenes de rodear la ciudad, que en realidad nunca te interesó conquistar, y tirar tu VERDADERA ofensiva por otro lado que el enemigo no se espera, y al que no tiene reservas que mandar porque ya las mando donde tú querías. Pero claro, los marines que hayan tomado parte en esa acción hacia la ciudad que nunca te intereso conquistar pensarán que eres un inepto.
ResponderEliminarY el espectador también si no lo explicas.
Allí esta la trampa.
La intención es desde el principio poner al Alto Mando como unos ineptos a la fuerza si o si, sin más alternativa. Y como te estás callando olímpicamente todas las decisiones acertadas que tomaron y sólo hablas de los errores, únicamente de los errores y nada más que de los errores, pues claro, siempre podrás “venderle” al espectador la burra coja que quieres que te “compre” como la “verdad absoluta” (para eso te estás quedando calladito y sin decir nada de las buenas decisiones del Alto Mando, las que salvaron vidas, las que acortaron la guerra, las que tu NO quieres que el espectador vea, las que TRAMPOSAMENTE te callas, las que demagógicamente escondes, las que en forma populista ocultas, sólo porque son esa parte de la realidad que no coincide con lo que tú quieres “demostrar” que es la “verdad absoluta” y como para eso eres el director y tú decides lo que el espectador va a ver y lo que no, pues claro que lo haces… pero se te ve el plumero).
Tampoco veo que nos metan bien en la piel de los oficiales de rango medio. Me explico: en Ben Casey uno no sentía que lo metieran en la piel de los médicos, porque Casey era un tipo demasiado bueno, perfecto y nunca se le moría un paciente. En E.R. uno sí que siente que lo meten en la piel de los doctores porque el Dr Green no es tan perfecto, bueno, y maravilloso como Casey. Y sí que se le mueren pacientes. Por eso nos parece más humano, más auténtico, y más real. Si idealizas demasiado a un personaje el espectador no se mete en su piel. Si lo satanizas demasiado tampoco. Y los oficiales de grado medio que aparecen aquí no son seres reales: son caricaturas grotescas. Como los malos de las novelas dickensianas, vamos. El Padrino no le llega ni a la suela de los zapatos al Stransky de La Cruz de Hierro y eso que son el mismo tipo: el oficial al que no le importa la vida de sus hombres y es sólo un trepa. Peeeeeero...
Hombre a este respecto creo que tu argumento es más bien una interpretación de lo que pudiera haber pasado. Es una hipótesis sobre lo que podrían haber querido hacer con esa maniobra que denominas de clásica. A este respecto, creo que debemos ceñirnos a la historia que nos están contando, y los dos sabemos, porque los dos hemos visto esas escenas, que El Padrino lo que quiere es arrasar todo lo que encuentran para desmoralizar al enemigo. Una especie de blietzkrieg en Irak, lo que es una soberana estupidez por las dimensiones que este país tiene y las condiciones climáticas. Me parece un error similar al que Hitler y Napoleón cometen en Rusia. Esto sí es una mala estrategia militar, y creo que mi explicación se ajusta más a la historia que nos relatan que la tuya. Es por esto que no estoy de acuerdo en este punto de la discusión contigo, Mario.
EliminarSobre los oficiales de rango medio yo sí entiendo que es de lo más logrado de la serie, dado que son los verdaderos protagonistas. Me resulta muy difícil defender mis argumentos porque soy incapaz de recordar los nombres de los oficiales, ya que ha llovido de esta entrada, pero sé que hay un capitán en el que esto es especialmente paradigmático. También el oficial protagonista que conduce a su unidad en el jeep. Son los dos ejemplos más claros de lo que comento.
Entiendo perfectamente lo que dices sobre la caricaturización de los personajes, y además estoy de acuerdo en tu argumento, pero creo que no lo aplicas bien a los oficiales de grado medio que vemos en la cinta. Es que precisamente vemos a algunos absolutamente ineptos pero también otros que lo hacen realmente bien. Y éstos últimos son los verdaderos protagonistas de la historia, y en este sentido, pensaba que tu crítica iba a ir en la línea de atacar la idealización de algunos de ellos (los dos de los que estoy hablando continuamente). Es curioso como de una misma historia podemos sacar conclusiones y sensaciones totalmente diferentes, el ser humano es un absoluto misterio jaja
Eliminarcomo a Peckinpah no le interesa “probar” (a la fuerza: si o si) que todos los oficiales alemanes son unos ineptos, lo vemos sin maniqueísmos. Empieza por criticarle a Stenier que haya abandonado a un soldado. Sabemos que a Steiner sí que le importa la vida de sus hombres y que si lo abandonó fue precisamente por la cruel necesidad de salvar a los demás. Y ver a Stransky, nada menos que a Stransky, regañar a Steiner porque “no le importan las vidas de sus hombres” es una genialidad de Peckinpah. Eso es justo lo contrario del maniqueísmo. Vemos también que Steiner ni se molesta en rebatirle. (Para que hablar con un pelma así) Y luego cuando los rusos atacan y vemos a Stranky diciendo con pánico “estoy herido señor pero continuaré” por teléfono cuando habla con Mason, y vemos a Mason colgar el teléfono con el mismo gesto de (Para que hablar con un pelma así) de Steiner. Entonces entendemos que clase de oficial es Stranky. Pero como no hay la intención de satanizar a nadie, vemos también generales buenos como Mason, con los pies sobre la tierra: fríos duros, y estoicos (El soldado alemán ya no tiene principios, pelea por su vida) Stranky no nos parece una caricatura, sino un ser humano, repelente si quieres, pero mucho más convincente que El Padrino. Steiner también queda mucho mejor retratado como el líder de hombres que sí es eficiente pero se ve frustrado por el paleto que le dirige. Mucho mejor y más real que el capitán de Generation Kill.
ResponderEliminar¿Cómo logra todo esto Peckinpah?
Pues muy sencillo: porque no esta todo el tiempo interesado en poner TODA la historia en función de la premisa preconcebida de antemano: esa de que hay que “demostrar” a fa fuerza, que todos los oficiales son ineptos si o si, porque lo digo yo, porque eso es lo que yo quiero que el espectador vea, y porque para eso me callo todo lo que podría contradecir lo que yo quiero “venderle” al espectador como la “verdad absoluta” que yo quiero que me “compre”. Y para eso oculto todo lo que a mí me viene bien ocultar y esconder. Lo importante es “vender” la burra coja a como de lugar y punto.
Por eso es tan importante el rol del general a cargo de Mason: porque vemos que es un general competente y serio, no un inepto, vemos que no simpatiza con Stranky, pero vemos también que comoquiera que tiene que arreglárselas "con lo que hay, porque esto es lo que hay" lo tolera.
Y vemos cuantos hombres valientes mueren por eso.
La crítica contra el Alto Mando es durísima, pero no se está satanizando todo el tiempo a todos los oficiales..."porque yo lo digo y punto". Es de hacer notar que Pepinkah no nos da nunca la impresión de "querer hacerles la pelota" a los oficiales alemanes. Todo lo contrario: precisamente porque no son simples caricaturas, es que la crítica es más (y no menos) dura. Precisamente porque no nos da la impresión de querer satanizarlos todo el tiempo es que resulta más convincente que Simon.
Y más auténtico.
Eso es lo que Simon no hace aquí. Y por eso no me gusta. Los oficiales de Generation ni son así de reales ni tampoco tienen el carisma de los villanazos de aúpa, (que bien mirado, son relativamente poco creíbles, pero por lo menos lo compensan con su fuerza en la maldad y su rebosante carisma del mal) Y no es casualidad que así sea, porque Simon NO quiere villanazos llenos de carisma que llenen la pantalla con su presencia: lo que quiere son hombres de paja, en los cuales descargar su ensañamiento personal. Simples monigotes que tiene que inventarse para poder satisfacer sus necesidades emocionales de satanizar a los oficiales. Que precisamente por ser hombres de paja no "cuajan" no son reales, ni tampoco (por lo menos) impresionan al espectador con su maldad. El otro oficial al que sus propios hombres quieren darle matarile es otra caricatura: para eso comparar con el Leujane de Savalas en Beau Geste.
¡Ese sí que es un villanazo con toda la barba!
Yo no creo que David Simon quiera monigotes de paja, para nada, creo que te equivocas al juzgarle. Lo que Simon quiere es que sintamos lo que es ser un soldado del cuerpo de marines en la guerra de Irak, e interactuamos con todo el entorno con el que ellos interactúan. Ése y no otro es el sentido de Generation Kill, dan igual los aspectos militares, estratégicos y específicos de un cine bélico a la usanza. Es por ello que digo que se acerca a la crítica social más que al cine bélico.
EliminarDesde el principio le mandan un anónimo diciendo que le van a dar matarile y su reacción es decirles a los soldados que confía en que ya le dirán quién fue el que se lo mandó, porque hasta que lo hagan los tratará a cada uno de ellos como los trataría a él. Vemos como virtualmente empuja a sus propios hombres al motín, y aunque no sea muy realista, es mucho mejor personaje fílmico que el de Generation. Por la misma razón: porque el director no quiere usarlo para “probar” nada.
ResponderEliminarQue diablos, ni siquiera son “villanos interesantes” como el villanazo de Isaacs en El patriota. “Puedo eliminar al enemigo milord, pero para eso necesitaré usar métodos…eh… ¿Qué palabra uso usted la ultima vez que hablamos, milord? Ah, sí: “brutales” creo que dijo usted en esa ocasión, para referirse a mis tácticas, milord”. ¡Ese también es otro malo lleno de carisma!
Nada de eso lo veo en Generation...Y no me vale lo de que "es que Simon quiere ponerse de parte de los más débiles, de los que sufren las consecuencias de las decisiones de los poderosos".
Para empezar: una cosa es ponerse de parte de los más débiles y otra muy distinta satanizar a nadie.
Esto último es demagogia pura y dura.
Si satanizas a una clase social (todos los burgueses son malos y todos los proletarios son buenos) o a una raza (todos los judíos son malos y todos los arios son buenos) o a una religión (todos los musulmanes son malos y todos los cristianos buenos) eres un demagogo. No estás defendiendo a los más débiles.
Si satanizas a un gremio profesional (todos los oficiales son ineptos y cuando de casualidad hay uno bueno tiene ¡Cómo no! que quedarse frustrado porque le envían a misiones cada vez más absurdas: topicazo total) no estás defendiendo a los más débiles. Eres demagógico. Se puede dirigir una crítica durísima contra los oficiales al estilo de Pepinkah en la Cruz de Hierro, no tienes que estar satanizando a todo el mundo todo el tiempo. Si Simon hubiera mostrado cómo el oficial más brillante puede salvar muchas vidas hoy y mañana perderlos de la manera más estúpida, eso se lo hubiera aplaudido yo. (Sus oficiales habrían sido tan reales entonces como el Dr. Green de E.R) Si nos muestra cómo un oficial inepto por pura suerte puede de carambola conseguir una victoria sólo por los errores del enemigo también.
Pero una cosa es mostrarnos la ineptitud de los oficiales y otra pretender que no pegan una en toda la vida. Jamás vemos ni una buena decisión del Alto Mando o de sus oficiales de enlace. Allí es donde se cae en la demagogia. Y me rechina. No tiene nada que ver conque a ti personalmente te parezca discutible lo de "victoria tan rápida y con tan pocas bajas". A los oficiales se les asigno una misión muy sencilla: invadir un país que está en las antípodas del suyo (literalmente) a una burrada de kilómetros, que además tiene una geografía intransitable de desiertos que ha sido la tumba de todos los conquistadores desde los tiempos de Ciro y Alejandro, pasando por Tamerlán, que esta protegido por uno de los ejércitos más poderosos de la tierra, que esta al mando de un dictador supergenocida que no se detendrá ante nada para seguir en el poder, porque sabe que le va en ello la vida, y que tiene billones de dólares para gastar en su guerra y así poder seguirse burlando del estado de derecho, de las naciones unidas, y de su propio pueblo, tal y como lo ha estado haciendo por décadas sin que nadie le parara los pies. Y los oficiales para bien o para mal, a trancas o a barrancas, lo lograron, lo derrocaron y lo cazaron como a una comadreja dentro de su madriguera (literalmente). ¿¿¿A ti te parece que eso lo hacen unos oficiales totalmente ineptos???
Francamente, dudo mucho que en ese tipo de "carisma" al que te refieres alrededor de los villanos se vea reflejado en la realidad. Tu mismo lo has dicho, es poco realista, es cinematográfico, justamente todo lo que Simon NO es. La única serie en la que podemos encontrar algo de esa ficción cinematográfica es en The Wire, pero es un carisma diferente. Ni en Tremé ni en Generation Kill encontraremos esto que tu demandas. Y no es algo negativo de Simon, es algo que TU estás buscando erróneamente en este producto, porque este producto jamás contendrá ese tipo de ficción en la medida en que pretende retratar una realidad alejada de esa ficción. Es la crónica de unos soldados en la guerra de Irak, no es la historia o ficción de un guerrillero que (ojo él solito) consigue derrocar al mismísimo General en jefe del ejército colonial inglés. Nada que ver vaya. Y tampoco veo acertada la crítica con Peckinpah por el mismo motivo. Es que Generation Kill podría ser perfectamente un documental y uno una ficción, lo único que los diferencia es la existencia de unos actores que interpretan personajes que realmente existen y viven en Irak.
EliminarCaramba hombre, es muy fácil criticar los errores que hayan cometido realmente hay mucho que criticar. Eso a mí no me molesta. Me gusta. Pero por Dios, que muestren los aciertos también, no que se queden calladitos y sin decir nada de los méritos y las decisiones correctas (que me imagino que alguna hubo de haber, porque al fin y al cabo ganaron) que no las escondan, que no se las callen, que no las oculten celosamente al espectador como si no las hubiera habido nunca jamás, sólo porque a Simon no le da la perra gana de hablar ni pío de ellas. Eso es lo que me rechina. ¿¿¿A ti no te parece que esa ocultación total de las decisiones buenas de los oficiales que sí que salvaron vidas, no es un acto de maniqueísmo comparable al silencio absoluto que hace Alfred sobre Rebecca a despecho de los párrafos que inserta en su novela Daphne Du Mairer y que él se salta a la torera???
ResponderEliminarY por otra parte, ¿Que se debe entender por "ponerse de parte de los más débiles"? ¿Porque Simon se queda calladito y sin decir nada sobre los genocidios que el ejército de Saddam cometió contra su propio pueblo? ¿Porque no dice ni pío de los niños enviados como bombas humanas por los terroristas? ¿O es que esos no son "los más débiles, los que sufren las decisiones de los poderosos"? ¿Es que sólo debemos hablar de las metidas de pata de los oficiales, sólo de las metidas de pata de los oficiales, y nada más que de las metidas de pata de los oficiales, pero eso sí, no decir nada de nada de nada de las víctimas del terrorismo? ¿O de la dictadura entre los propios árabes? ¿Es que los árabes que pagaron con sus vidas por los abusos de los terroristas o el dictador no son también "los más débiles, los que sufren las injusticias de los poderosos"? ¿O qué? ¿Es que a los del Al Quaeda no se les puede tocar ni con el pétalo de una rosa? ¿O es que esa parte de la realidad de la guerra debe "esconderse" porque sí? Fíjate que se pierde muchísimo en calidad por no hacer la comparación: en La Cruz de Hierro Steiner habla con el chico enrolado a la fuerza por los comunistas: “¿Qué hacemos los dos aquí?” una frase lapidaria, porque Steiner es un “duro nazi” y el chico se supone que es la víctima, pero el que está más cansado y harto de la guerra es Steiner.(¡Toma maniqueísmo: el nazi esta todavía más harto de la guerra que el chaval!) Ese diálogo vale su peso en oro. ¿Por qué no se podía hacer algo igual aquí? Un diálogo equivalente: entre el más sanguinario de los marines y el chaval del Al Quaeda en el estilo de “¿Qué hacemos los dos aquí?”.
¡Eso sería un efectazo!
Lo primero de todo, no es cierto que haya una ocultación total sobre las decisiones correctas que toman los oficiales, más bien al contrario, lo que hay es una frontalización entre unos oficiales cuyas decisiones y contradecisiones salvan la vida a la infantería que va en vanguardia. Contradecisiones respecto de las órdenes de otros oficiales que no tienen ni idea de lo que están haciendo porque les importa más su rédito personal que salvar a sus hombres de una muerte segura. Ese es uno de los conflictos que plantea la serie. Me parece una cuestión meridianamente clara.
EliminarPor otro lado, me es muy difícil entender alguna decisión correcta o positiva en todo lo que rodea a la Guerra de Irak. Desde los motivos por los que se produce hasta los motivos por los que termina.
Antes comentábas que algo bueno harían porque ganaron la guerra: esto de que ganaron la guerra me parece algo bastante curioso, dado que pienso que más bien decidieron retirar a todos sus hombres en el momento en que se cansaron de ver cómo iban cayendo soldados día sí día también a merced de una guerra de guerrillas y atentados terroristas.
¿Cuándo acabó la guerra de Irak?: ¿Cuándo Bush lo certificó a bordo de la seguridad de un portaaviones? ¿Cuando se capturó y ejecutó a Saddam Hussein? Que yo sepa la gente siguió muriendo mucho tiempo después en una auténtica zona de guerra. Y esto no es suficiente, sino que además de destruir cualquier estructura de poder del país te largas corriendo sin arreglar absolutamente nada, así les allanamos perfectamente el camino a los terroristas de Al qaeda que antes citabas ¿no es así?. Vamos igualito que lo ocurrido en Afganistán.
Efectivamente tenemos a un genocida que se llama Saddam Hussein que oprime despóticamente a un pueblo (genocida colocado en el poder por USA si mal recuerdo por cierto), y no se hacen excesivas menciones a estos hechos. La verdad que sí vemos la situación del pueblo Irakí. Ahora bien, si lo que buscas es una tesis sobre la situación de los irakíes en Irak quizás lo que debieras ver es House of Saddam (así y todo aquí posiblemente se vean tantos cadáveres de niños como en Generation Kill por cierto...) Mientras que en Generation Kill encontraremos un conflicto armado desarrollado en 7 capítulos de duración limitada.
Y no hablo nada de cómo enriquecería a la serie un toque de comparación entre la cultura de los marines que cada vez sospechan más que a sus fejazos no les importan sus vidas, y la de los chicos del Al Quaeda que saben de sobra que A SUS PROPIOS fejazos no les importan, nada de nada, porque literalmente los obligan a inmolarse.
ResponderEliminarEn Todos Fueron Valientes Frank Sinatra explota muy bien el choque cultural entre los cínicos pilotos americanos que a pesar de todo creen todavía en la estatua de la libertad y los fanáticos kamikazes japoneses. Pero allí nadie vale más ni menos que nadie. La tragedia de la guerra es que hombres valientes que en otras circunstancias habrían sido amigos, aquí tienen que matarse. Y eso se refleja con imparcialidad y justicia. Por eso es una buena película.
El contraste entre los marines y los soldados de Saddam Hussein o los terroristas del Al Quaeda hubiera dado muchísimo de sí. ¡Cuánta tela qué cortar, cuánto terreno para explorar! Ah, pero claro, cómo aquí lo único que importa es satanizar todo el tiempo a los oficiales americanos, sólo satanizarlos todo el tiempo, y nada más que satanizarlos todo el tiempo, y como tratar a fondo y darle mucha cámara a un prisionero que le diera al espectador una idea de cómo las gastan los del Al Quaeda ya no hubiera hecho que los oficiales americanos nos parecieran “tan malos” como Simon demagógicamente quiere hacerlo ver, pues hale, hale, a quedarnos calladitos y sin decir nada de cómo las gastan los jefazos del bando contrario. ¡Que típico!
Uy, , no, a ellos nadie los toca ni con el pétalo de una rosa.
Uy, no, PROHIBIDO criticar los horrores de los oficialotes de Saddam Hussein.
PROHIBIDO decir ni pío de los crímenes del Al Quaeda contra su propio pueblo.
Pero eso sí: hablar mal de los oficiales americanos a tutiplén.
Claro, es que las víctimas de los ejércitos de Hussein no eran ni por asomo “los más débiles, los que sufren las decisiones de los poderosos”. Claro, es que las víctimas del Al Quaeda no son “los más débiles” para nada. Por eso nos quedamos calladitos y sin decir nada de sus sufrimientos: porque no nos importan un pito. Por eso los ocultamos.
Ese no es el Simon que yo conocí en The Wire, donde hablaba de todo: de los políticos, de los periodistas, de los policías corruptos, los honestos, los narcotraficantes, las victimas del crimen, el Simon que siempre nos mostraba ambos lados de la realidad, que no escondía nada y que no se callaba nada. Que no pretendía vender la burra coja de que "todo es culpa de los narcos" sino que iba más allá: que nos mostraba la problemática de vivir en un guetto donde no hay más ley que la del revolver y también la de vivir en una familia muy rica donde los expertos en vender droga te cazaban como a un trofeo porque convertir en drogadicto al hijo de un gran banquero o un senador es todo un premio para ellos. Donde vemos que no se trata sólo de que "los narcos son malos" sino algo mucho más profundo todavía, que toda la sociedad tiene un problema, y que es muy complejo, que no tiene nada de simple ni de maniqueo, y que hay que verle todas sus caras.
¡Ese es el Simon que yo conocí!
Y lo extraño mucho aquí.
Porque a ese Simon no lo veo por ninguna parte.
Me parece que tienes un problema de entendimiento sobre el conflicto en Irak: veo que citas constantemente a Al Qaeda e incluso hablas de "el pueblo de Al Qaeda". La Guerra de Irak NO es la guerra contra el terrorismo, sino contra Saddam Hussein que tiene armas de destrucción masivas (Já) y es malo malísimo. La Guerra en Afganistán SÍ ES parte de la guerra contra el terror, emblema de la política exterior de Bush.
EliminarPor tanto, vayamos por partes, lo que supongo que reclamas es una comparación entre insurgentes de Saddam y marines americanos. Ya rechacé ésta cuestión, en mi humilde e imperfecta opinión, porque lo que queremos ver (y por eso descargamos o compramos u obtenemos la serie) es a un grupo de chavales jóvenes de Arkansas en mitad de un desierto del que en su vida han oído hablar y en un conflicto que no entienden, comandados en gran parte por tipos que quieren ascender rápido en la carrera militar. Ahí tenemos el marco.
Entiendo que tildas a Simon de antiamericano porque sataniza al oficial yankee, pero creo que es infinitamente más patriótico criminalizar a los tipos que se llevan a la juventud de un país a un tipo de guerra como la de Irak, con unos motivos turbios y una preparación, estrategia y equipo más negros aún.
Por cierto que en cambio me gusta lo que comentas sobre el Simon de Tremé, es el mismo tipo, salvo que Tremé son 5 temporadas, cada una de ellas dedicadas en monográfico hacia un tema concreto, mientras que aquí tenemos 7 capítulos. A mi el resultado me parece muy digno.
Además, ¿Hasta que punto es legitimo eso de "ponerse de parte del más débil"? ¿Hasta dónde nos lleva? ¿Dónde empieza y donde acaba?
ResponderEliminarPreguntas interesantes.
Tomemos una película de tu propio Blog: Tropa de élite. Supongamos que el director quiere contar la historia desde el punto de vista de "los más débiles". ¿No? ¿A quién elige? ¿Al rey de las drogas de la fabela? ¿Porque no? Es decir, quién dice que no. ¿No es acaso él el más débil, el que sufre las injusticias de los poderosos bopes? ¿No tuvo (como el propio Nascimiento dice) una infancia muy dura, sin oportunidades de estudiar, ni de ser nada más que un muerto o un criminal? ¿No nació en una sociedad donde no hay elección posible? ¿Que importa, pues, que incendie vivos a sus enemigos entre neumáticos para que se quemen mejor? Contemos la historia desde su punto de vista, sí, "pongámonos de parte de los más débiles" Nos quedamos calladitos y sin decir nada sobre esas "pequeñeces". ¿Y quienes serían entonces los malos? Pues claro, los bopes.
O bueno, tal vez no. Pongámonos de parte de los policías regulares. ¿Por que no? ¿Quién dice que no? ¿No están acaso mucho peor armados que los narcos? ¿No cobran un salario de risa? ¿No carecen de apoyo por culpa de los políticos que no hacen nada por ellos? Que importa pues, que cobren coimas a todos los comerciantes de Rio por proteger sus locales (lo que se supone que es su trabajo) que pacten con los narcotraficantes, y que lleven a los muertos que caen en las calles al distrito contrario para que se cuenten como víctimas de la otra alcaldía? Pongámonos de parte de ellos, sí. Para eso son "los mas débiles, los que padecen las injusticias de los poderosos". Nos quedamos calladitos y sin decir nada de esos "pequeños detalles" porque para eso estamos contando la historia poniéndonos de parte de "los más débiles". Sí.
O bueno, tal vez deberíamos contar la historia desde el punto de vista de los estudiantes, así que sólo decimos que se oponen a las brutalidades de los bopes. Nada más. ¿Y el "pequeño detalle" de que se drogan y no les importa cuantos niños tienen que sufrir y morir en la favela para que un playboy pueda comprarle droga a su novia? Pues hale, a quedarnos calladitos y sin decir ni pío de nada de todo eso. Nosotros "estamos de parte de los estudiantes". Caramba que bien suena eso. Sí.
O tal vez mejor contamos todo poniéndonos de parte de los bopes. ¿Porque no? Al fin y al cabo son los más rectos. ¿No? Sin ellos los narcos ya se habrían tragado a todo Río ¿O no? Porque esta claro que los policías ordinarios no pueden poner orden en Rio y precisamente por eso existen los bopes. Eso es un hecho. Así que "nos ponemos de parte de los bopes" que son los que en última instancia mantienen la ley. ¿Y que entren en las favelas a matar a todo el mundo? Pues nos lo callamos y no decimos nada. Para eso estamos de parte de los bopes. Sí.
¿Y si lo contamos desde el punto de vista de Juan Pablo II? Bueno, pues entonces nos queda una muy bonita historia: el Papa hace un milagro y duerme en una favela de las más peligrosas de Río y no le pasa nada. Dios hace el milagro. ¿Y para que contar la historia de Nascimiento y cómo le temblaban las manos y necesitaba un sustituto porque le encargaron la misión de matar a todo el mundo en la favela del Papa? ¿Para qué contar la de El Neto? ¿Porqué hablar del policía honesto Matías que termina matando al rey de las drogas? ¿Porqué buscarnos problemas hablando de estudiantes drogatas? Nos quedamos calladitos y sin decir nada de esos "enojosos detallitos sin importancia" y sólo hablamos de Juan Pablo II y su milagro. Es decir, ¿Quién dice que no?
mayor mérito de Tropa de Elite es que no "se pone de parte" de nadie. Critica con dureza tremenda a los bopes, pero también a los estudiantes, a los policías comunes con la misma fuerza que a los narcos. Y no se calla nada, no oculta nada, precisamente porque no se pone de parte de nadie. Eso de "ponerse de parte de los más débiles" suena muy bonito...pero ¿Hasta que punto te da patente de corso para no decir nada de nada de la otra cara de la moneda? ¿Dónde está el límite? ¿Es realmente ético? ¿O es pura demagogia populista para callar, esconder, ocultar, barrer debajo de la alfombra, tapar, escamotear, y silenciar olímpicamente las cosas que no encajan en nuestro esquema prejuicioso y preconcebido de antemano sólo porque nosotros decidimos arbitrariamente qué es lo que el espectador debe ver y qué es lo que no debe nunca jamás serle mencionado como si simplemente no existiera porque para eso somos los directores y hacemos lo que nos da la perra gana?
ResponderEliminarEse no es el Simon que yo conocí en The Wire. Y lo extraño, Piru, lo extraño mucho. Y no lo veo por ningún lado aquí.
Lo máximo que estoy dispuesto a conceder es que después de todo, esta es sólo la primera temporada. Si después me da otra en que habla de los generales, y otra en que habla del ejército enemigo y qué se siente ser parte de él y otra de los terroristas y me muestra su organización criminal desde dentro, entonces sí, habré vuelto a ver otra vez al Simon que yo conocí, y entonces sí, le celebraré tanto como le celebré en The Wire.
Uffff…al fin terminé de escribir. ¿Me perdonarás si me tomo unas vacaciones, Piru? :-)
¡Mario por Dios no escribas tanto!
EliminarNo he visto escribir con tanta pasión...pero te lo tomas muy a pecho: es sólo televisión.
Me parecen exageradas todas tus opiniones, pero en el fondo creo que tienes razón. Pero te lo tomas todo muy a la tremenda.
Sin embargo, parece interesante eso de hasta que punto una película es mejor por "ponerse de parte de los más débiles". O peor.
Tomemos, por ejemplo lo que el viento se llevó. Se pone de parte de los poderosos; los hacendados los esclavistas. Y no de parte de los más débiles, los esclavos, que son los que padecían las injusticias de los poderosos. Pero es una película condenadamente buena.
¿Vale menos por no "ponerse de parte de los más débiles"?
¿Cómo quedaría si se hubiera puesto de parte de ellos y no de los hacendados?
Un buen tema para debatir...
puffffffff Mario amigo, me haces ganarme el pan que no tengo jejeej. Me parece muy interesante, y comparto en gran medida, tus reflexiones sobre la política del débil. Básicamente son políticas que se fundamentan en la discriminación positiva. Las rechazo en cierto sentido pero no en todo caso, es decir, creo que hay situaciones en la vida, situaciones prácticas, que quizás deban corregirse con un empujoncito del Estado. Situaciones que por sí solas seguirían siendo abusivas, el caso más paradigmático es el de la integración laboral de la mujer, equiparación de salarios, etc.
EliminarEn general Simon siempre se ha puesto del más débil en sus historias. En The Wire lo hacía, en Tremé también, pero también les da palos a algunos de ellos. Por ejemplo a los niños de The Wire, al yonki-confidente de la policía también.
Realmente me he esxpresado equivocadamente, no es tanto que se ponga de parte del más débil, sino que señala al poderoso y denuncia el abuso, incluso cuando ese abuso lo hace una de las partes más débiles. Es el caso de los niños y los yonkis de The Wire.
Personalmente creo que no debe valorarse todo en los mismos términos porque las películas e historias que vemos son las mismas. Lo que el viento se llevó es una gran película, que se realizó en una época determinada con una historia adaptación de una novela. Se ambienta en el sur esclavista de los EEUU, pretende contarnos la historia de una saga familiar del sur, no me parece un error que no convierta esa historia en una especie de Amistad. Creo que cada cinta tiene algo que ofrecer, pero es exagerado exigirles a todas cumplir determinados cánones.
¡Juro que ya no escribo más! Vine aquí sólo para revisar que ningún comentario se haya "caído". Pero me gusta tu comentario.
ResponderEliminarLo que el viento se llevo se pone de parte de los más débiles en cierto modo, porque los hacendados se arruinan y sufren injusticias de los "nuevos" poderosos que son riguorosamente históricas. Nada inventado. Lo que pasa es que esos "débiles" fueron "poderosos" antes.
Yo le criticaría dos omisiones: no pinta los esclavos maltratados y sólo habla de los bien tratados, los que realmente querían a sus amos. Eso es verdad, era así, pero no siempre, porque también había amos tiránicos que no aparecen ni de coña en la película. Una omisión muy racista. La única defensa posible es que el libro era así también.
La segunda omisión es que no pinta el heroísmo de los soldados del sur y la desesperada inferioridad de condiciones en que realmente lucharon; en armas, equipos, pertrechos y demás. Fue una lucha muy injusta, y no sé porque no se ve nada de eso, si la autora sí que lo retrata muy bien.
Pareceré raro criticando a la peli la omisión racista de los esclavos maltratados y también la omisión de la desigualdad en que luchaban los confederados, pero a mí me parecen igual de mal ambas omisiones. Llámame friki de la historia si quieres.
¿Y infierno de cobardes de Clint Eastwood?
ResponderEliminarEs una película que se pone directamente EN CONTRA (y no a favor) de "los más débiles, los que padecen las injusticias de los poderosos".
Y no es maniquea. El caza recompensas por una vez en toda la vida no es el típico pícaro-simpático-sinvergüenza al que estamos acostumbrados sino un canalla de lo peorcito. Y los bandidos son todavía peores que él. (que ya es decir) pero los más malos son precisamente "los más débiles" es la primera película en que "los que padecen las injusticias de los poderosos" son de hecho, los verdaderos villanos de la historia.
"No permanecerás ocioso mientras hieren a tu compañero".
Quizá sea el western más imparcial de toda la historia del cine.
Personalmente me reservaré en este debate para la crítica de Infierno de Cobardes.
EliminarPueeeessss...realmente es uno de los más imparciales de toda la historia del western. (Eso de EL más imparcial de todos, no lo digo porque es meterse en camisa de once varas). Pero lo es precisamente porque el director se pone abierta y francamente en contra de los más débiles, lo que constituye toda una paradoja.
ResponderEliminarEl único que se salva de la quema es el eneanito del pueblo, al que Clint le da la estrella del sheriff sólo para humillar al sheriff actual. Pero es el único que sale a disparar contra los bandidos...e incluso aquí vemos que (toma maniqueísmo) no lo hace de un modo muy valiente que digamos, ya que les dispara por la espalda. ¡Pero por lo menos el enanito es el único de todo el pueblo que da la cara!
Podríamos hablar algo de superhombre nizcheano en el personaje de Clint, pero eso me parece ya hilar demasiado fino, y darle demasiadas alas a la imaginación.
De todos modos aunque la galería de personajes sea a cuál más despreciable, (el propio Clint, los bandidos, etc) no cabe duda que "los más débiles, los que padecen las injusticias de los poderosos" son los verdaderos villanos de la historia. Y la película no pierde nada por eso.
De hecho gana en calidad.
Y mucho.
Paradójicamtente gana también en imparcialidad.
Y de hecho el mensaje es muy moral, como has dicho, ya que va en la onda del "No permanecerás ocioso mientras hieren a tu compañero". Es otra paradoja: que el mensaje de la película sea muy moralista. A pesar de lo terrible de la historia.
¿Y el gatopardo? Allí tenemos un ejemplo de película que se pone en contra de "los más débiles, los que padecen las injusticias de los poderosos" y sin embargo es una de las mejores películas del cine. Y también es muy objetiva.
ResponderEliminar¿Si se hubiera filmado con el afán de "ponerse de parte de los más débiles" habría quedado con la misma calidad?
El gatopardo sí se pone abiertamente de parte de los más débiles, porque es una crítica feroz de cómo los aristocrátas decadentes (Como Delón) "pactan" con los burgeses emergentes (como su suegro)porque "para que todo siga como está es preciso que todo cambie". El Risorgimento queda a medias, como una revolución frustada en parte, en el sentido de que no da totalmente la justicia social y la libertad que tanto ofreció.
ResponderEliminarSin embargo el gatopardo muestra lo equivocado del planteamiento de Simon, que Piru resume ( por lo demás muy bien) así:
"Pero lo cierto es que la gran crítica que Simon plantea no necesita que veamos a los mandamases ni a los politicastros que envían estos soldados a Irak, porque los propios marines jamás los ven"
Si el gatopardo tuviera como protagonistas a los soldados garibaldinos que (literalmente) dan su sangre por la revolución sólo para ver que les hacen la puñeta una vez más (como siempre) y en el fondo, nada va a cambiar, entonces no pasaría de un panfleto demagógico con el típico mensajito franquista "No hagáis revoluciones porque sólo os traen problemas". Siempre ha sido el sufrimiento humano que conllevan las revoluciones el argumento de la ultraderecha para condenarlas en su totalidad, ignorando olímpicamente sus aspectos positivos, aunque a menudo terribles.
Precisamente porque en el gatopardo sí que vemos a los politicastors pactar, intrigar, y sellar acuerdos a espaldas del pueblo, es que apreciamos cuánto empobrece a Simon su empeño en "callar" al Alto Mando y no "mostrar el abanico completo". El gatopardo es una radiografía de cómo y porque son traicionados "los más débiles, los que padecen las injusticias de los poderosos" y es tan rico precisamente porque Visconti (a diferencia de Simon) no cree que "no necesita que veamos a los mandamases ni a los politicastros que envían estos soldados". ¡Y cómo enriquece eso a el gatopardo! Le da mil patadas a Generation Kill.
Es interesante que el gatopardo no sataniza ni al prícnipe ni a su sobrino ni al suegro ni a nadie, nos muestra cómo anteponen sus intereses creados a los del pueblo, pero no hay el empeño de satanizarlos todo el tiempo sí o sí. Y eso hace que la crítica contra ellos sea más dura.
Y no menos.
En ese sentido es interesante comparar cómo Delón empieza como camisa roja para pasarse al bando contrario, y cómo vemos al general hablar con condesendencia de Garibaldi en la cena al final de la peícula. Nadie es satanizado y la película es bastante imparcial, pero vemos también (con mucha sutileza) que "los más débiles, los que padecen las injusticias de los poderosos" pues...NO son mejores ni peores que Delón o Lancaster. Simplemente quieren beneficios puramente materiales (que es de lo que se trata) quieren quitárselos a los de arriba y los de arrbia quieren simplemente que no se los quiten. No hay diferencias más allá de eso. En el fondo son iguales.
ResponderEliminar"Y nosotros fuimos una vez los gatopardos, los leones...pero todos, leones, borregos, lobos, chacales y buitres seguirán creyendo ser la sal de la tierra".
En ese sentido el discurso de Lancaster es uno de los mejores del cine y se puede resumir así: "Podéis echarme la culpa de todo lo malo. Y tendréis razón. Podréis decirme que fui peligroso precisamente porque fui inteligente y que fui culpable precisamente porque una vez pude haber sido parte vuestra. Pero si os creéis que conmigo los opresores se acabaron, vais listos, muchachos, ya os veré yo gemir bajo el yugo de vuestros nuevos amos". Le da mil patadas a toda la demagogia populista y barata de Generation Kill precisamente porque el espectador COMPRENDE porque se hizo realmente la guerra.
Sin embargo, yo le criticaía varias omisiones:1. No muestra el estado absolutamente intolerable de cosas antes del Risorgimento. Es grave, porque la revolución fué CAUSA y no CONSECUENCIA del mal 2. No muestra los aportes positivos del Risorgimento, que aunque hayan sido parciales, incompletos, o como queramos llamarlos, existieron y fueron muy importantes comparados con la trágica situación anterior a él. Es grave porque se exagera mucho la idea de que "nada cambió". 3. No muestra los errores políticos y la falta de sentido de la Realpolitick de Garibaldi y sus seguidores y cómo esa fué su desgracia. Es grave porque se da a entender que toda la culpa fué de los "traidores" pero no se dice nada de los pocos motivos racionales que había para ser "leal" tal y como ocurrieron realmente las cosas. Pero esta omisión es común a casi todo el cine sobre revoluciones. 4. No muestra en que medida se evitó por lo menos el caer en un nuevo régimen de terror como el de la revolución francesa, cosa que fué un mérito. Un mérito que se calla.
¿Y los indestructibles de Rock Hudson y Wayne?
ResponderEliminarMe parece un western muy imparcial.
No estoy de acuerdo. (perdón si sueno dogmático: releyendo mis comentarios caigo en la cuenta; lo que pasa es que no soy bueno redactando). Los Indestructibles abusa demasiado de los estereotipos-cliché de la guerra de secesión: los sureños galanes (típico: Rock Husdon) y los yanquis rudos (más típico todavía: John Wayne) eso la hace una película injusta con ambos bandos.
ResponderEliminarAdemás tiene una de las "escenas que jamás debieron ser filmadas" de que habla Piru: cuando al principio el oficial sureño (hasta tienen el detalle de que sea manco, para que se vea más heroico) le dice a Wayne que sabían que la guerra terminó pero siguieron luchando porque "todavía falta determinar quién es el mejor" ¡Eso es un crimen de guerra! Sacrificas estúpidamente hombres de tu propio bando y del contrario por nada. Pero Wayne en vez de sacudirle las orejas y llevarlo a una corte marcial...no le hace nada.
Esa escena es tan maniquea demagógica y populista como las peores de Generation Kill, sólo que va por el extremo contrario: en vez de satanizar a los oficiales, los idealiza falsamente haciendo ver como "heroica" una estupidez francamente criminal.
Tan malo lo uno como lo otro.
De todos modos, debo confesar que no es malo como western. (Cuando lo vi de niño en la tele me pegue una gozada). Pero mi juicio al recordar esa película de adulto es mucho más duro.
Tiene puntos buenos, como el general mejicano que es un personaje bien concebido, hasta tienen el detalle de poner a un actor mejicano para caracterizarlo. Y es curioso que no sea maniqueo para nada el tratamiento. Lo que no entendí nunca es porque Wayne sacrifica sus caballos (que tanto dinero valen para él) sólo para salvar la vida de Hudson, un personaje con el que había llegado a las manos y todo. ¿Porque salvarlo?
No estoy de acuerdo. (a mí también me pasa eso de sonar distinta a lo que quiero por no saber redactar, no eres el único:)) En Waterloo tú mismo dices que el tratamiento a Napoleón y Wellington no era para llenar estereotipos sino porque la cosa era históricamente así.
ResponderEliminarHudson y Wayne representan tipos IDEALES de el sureño y el nordista. No se da a entender que sean todos así. Entre los sureños hay un abanico de tipos que van desde el cobarde que se tapa los ojos cuando los mejicanos lo van a fusilar (toma maniqueísmo) hasta el gigante que sólo quiere jugar con los niños, pero que cuando el sargento le llama cobarde ("tú sabes que no lo soy") se mete en la pelea en que Wayne y Hudson se van a las manos.
Entre los nordistas también hay el caso del chico indio que enamora a la hija de Hudson. O sea, no veo tanto estereotipo.
PD. En lo que sí estoy de acuerdo es en que la escena del oficial manco es demagogia pura, pero es que Los Indestructibles es un western ligerito. No se le puede pedir los mismos niveles que a Generation...que se supone que va en serio.
Si a Aguila Roja le exigimos el mismo rigor que a Shogun... mal vamos. :-)
Menudo temazo.
ResponderEliminarWaterloo es histórico: se sabe que Napleón y Wellingon eran realmente así. NO se da a entender que Napo fuera "el francés ideal" o Arthur "el inglés ideal" aunque algo de eso sí que hay. Los personajes de Hudson y Wayne son inventados, y por tanto, esteriotipados.
Pero tienes razón en lo del matiz entre sureños y nordistas. Mea culpa.
Digamos que si se usan los estereotipos con buen gusto y dando a entender con claridad que se quiere es ponerle pimienta a la peli, y NO intentar "probar" nada, pues bueno, puede pasar.
En la vuelta al mundo en 80 días Niven es super británico y Cantinflas super mejicano. Y como la idea es más que nada de cachondeo, uno se ríe con el contraste y lo pasa pipa. (Pero me a mí me parecía que el propio Niven y también Cantinflas se lo estaban pasando más bomba todavía que yo cuando la vi...lástima que no se pueda comentar, por no ser ni western ni bélico ni negro: oh, lo que yo daría por leer la crítica de Piru de esa película).
Algo de razón también tienes cuando dices que es un western ligerito, y no algo "que va en serio" como Generation...pero la demagogia me parece demagogia donde la haya. En todo lo demás de acuerdo.
PD. Y muy bueno el símil entre Aguila Roja y Shogun.
Todo depende. Muchas veces se olivida la escala de valores de la época en que se filmo la peli.
ResponderEliminarEl ejemplo clásico es El Llanero Solitario que muchos ven como una serie de tv racista porque Toro esta subordinado al Llanero Solitario, que es blanco y el jefe.
Lo curioso es que los guionistas querían justo lo contrario: hacerle justicia al indio que había saido tan maltratado por Hollywod. Toro llama al Llanero Kimo Savi que quiere decir "amigo verdadero" y la relación entre amobos es de igualdad, porque Toro acepta al Llanero como líder voluntariamente y este tiene un compromiso seguidor-líder con su amigo, no una relación jefe-subordinado. Claro que el Llanero es el líder porque la serie tenía que ganar dinero y para la mentalidad (ciertamente muy racista) de 1949 pues materialmente no se podía hacer algo mejor. Pero la semilla de la igualdad plena y la justicia para con los demás estaba sembrada. En muy buena medida, el racismo perdió lugar, poco a poco, precisamente gracias a la serie. Fué un proceso lento y descorazonador a veces, pero la serie se adelanto de verdad a su época.
Y como tal debe ser juzgada en el siglo XXI.
Es una paradoja que nadie lo haga. En realidad, las acusasiones en su contra son muy injustas.
A todos los piji-progres que se sienten muy santos criticando (de forma injusta y miope) al Llanero Solitario les digo que entonces Star Trek es racista porque el extraterrestre Spok esta subordinado al Capitán Humano Kirk.
¡Me pego una gozada viendo la cara que ponen y como tartamudean incoherentemente sin saber que responder a eso!
Piru: Sobre Los cañones de navarone. Recordemos que los alemanes son lo bastante capaces como para capturar al grupo de Peck. Y cuando se escapan vemos que uno de los oficiales le dice a Peck que "Todos no somos como el interrogador sádico" que tortura a los prisioneros. Le dice también que no responderá a las preguntas que Peck le hace y que aunque le mate no se lo dirá. Y Peck no lo mata, porque reconoce en el ofcial alemán un igual, alguien que puede ocupar posiciones opuesta a la suya pero que tiene los mismos principios. Niven dice explisítamente que los alemanes no son estúpidos y que por eso les pondrá una trampa especial en las cargas explosivas. De hecho, el espectador ve muy claramente cómo los alemanes van descubriendo una tras otras todas las cargas ingeniosamente ocultadas de Niven menos la última...la que les puso precisamente porque "No son estúpidos". Si a ti te parece que una película que se toma la molestia de hacer todo eso tiene realmente la intención de hacer quedar a los alemanes como ineptos pues que puedo decirte.
ResponderEliminarSólo que respeto tu opinión.
Pero que no la comparto.
Pues es muy cierto todo lo que comentas querido Reti, pero la verdad que me sigue chirriando el hecho de que cientos de alemanes sean incapaces de detener a un pequeño comando, incluso cuando tienen a dos de sus miembros arrinconados. O lo que es peor, en una carrera abierta son incapaces de darles un solo tiro a pesar de portar en sus manos ametralladoras MP40, es muy Hollywoodiense vaya, me recuerda también al ejemplo de Clint en Desafío de las águilas (por cierto ésta era una de mis pelis favoritas de pequeño).
EliminarCreo que ambas se dejan llevar por un cine de aventuras, bélico, muy de la época, de comandos, en el que los alemanes quedan un poco estúpidos, sí.
Que puedo decirte sobre que no compartas mi opinión, puf, es lo que hay ;)
Tampoco entiendo muy bien que quieres decir cuando escribes:
ResponderEliminar"eo desafortunada la comparación con Los cañones de Navarone por un motivo fundamental, y es que son historias con objetivos completamente distintos, como ya expliqué en mi anterior comentario. Los cañones... no pretenden criticar la ineptitud del Ejército de los EEUU (algo impensable para la época) sino los dilemas morales que se plantean a la hora de decidir entre el objetivo de la misión y la pérdida de vidas humanas. Podríamos decir que se acerca a la visión de Senderos de gloria sobre el mando militar, pero ni si quiera logra ser una crítica de ese calado, ya que el gran y todopoderoso Peck es una personal cabal, que decide sobre las vidas de sus hombres sin riesgo a equivocarse, a pesar de las decisiones que toma, mientras que en Senderos son auténticos cínicos e hipócritas que se escudan en la guerra para tomar decisiones aberrantes y nada fundadas. En este caso ambas críticas se encuentran a años luz."
Vamos a ver:
¿¿¿Y es que Peck no metió grotescamente la gamba con Queen y por eso el propio Queen le dice en su cara que aunque sea uno de sus propios hombres va a darle matarile???
¿Y no es cierto que Niven lo odia tanto que quiere verlo matar a la traidora?
Yo no veo por ningún lado que Peck parezca como alguien tan "gran y todopoderoso".
¿Que es un oficial cabal y serio? ¡Vamos hombre! Lo inverosímil sería que no lo fuera porque es que es de cajón que los aliados no van a mandar a una misión tan difícil a un inepto. Otra cosa sería un patinazo.
Ahora bien, si la UNICA crítica válida es aquella que pone a los oficiales a parir como unos hipócritas ineptos y NO tiene ningún valor la que los muestra como personas capaces que pueden meter espantosamente la pata (pregúntale a Queen) y ganarse el odio de los más ecuánimes y fríos colaboradores (pregúntale a Niven) pero sin embargo son serios y hacen lo mejor que pueden...si ESA crítica (¿Porque es una crítica no?) no tiene ninguna validez para tí, o en todo caso consideras que tiene una validez "inferior" porque la validez "superior" es siempre en todo y por todo la otra, la que los pone como hipócritas e ineptos pues que puedo decirte.
Sólo que respeto tu opinión.
Pero que no la comparto.
Para mí tienen tanta validez la una como la otra.
No, para nada, lo que quiero decir es que Gregory Peck interpreta un oficial que se encuentra casi por encima del bien y del mal. Algo ocurrió entre Queen y él mismo en el pasado, cierto, pero Queen acaba perdonando esa terrible ofensa (Creo recordar que le cuesta la vida a una mujer) y le perdona la vida.
EliminarDe todos los miembros del comando, Peck es el más equilibrado y menos antipático de cara al público. Por esto lo veo demasiado idealizado.
Claro que creo que valen más críticas, más bien visiones, que la del oficial inepto, por supuesto, en Generation existen estas visiones, a pesar de lo que Mario ha manifestado opinar. Y si lees unas líneas más arriba de lo que has escrito, verás que también hablo y valoro Senderos de gloria, que me parece paradigmática a este respecto, rayando la perfección.
Un saludo
Otro detalle: Peck mete la pata con Queen por querer hacer la guerra en forma "civilizada" frente a los nazis. resultado: una matanza de inocentes y el "juramento" de darle matarile de Queen.
ResponderEliminar¡Toma maniqueísmo!
Y con Niven el error es justo lo contrario: Peck se ha convertido en un oficial tan despiadado que Niven lo odia a muerte por ser así se inhumano.
¡Toma maniqueísmo!
Yo no veo que la crítica este a tan "años luz" de Senderos de Gloria. Salvo que pensemos que porque tiene un final feliz necesariamente tiene que valer menos.
Generalmente los finales infelices suelen ser considerados más "reales" en el salario del miedo por ejemplo NO es muy real que digamos que el tipo después de haber salvado todos los problemas se caiga de una manera tan estúpida, pero como el final es "infeliz" nadie se lo cuestiona: lo inverosímil que en el fondo es.
¿Y Misión de Audaces? Recordemos la escena en que el anciano lleva a los chicos a combatir contra Wayne y sus soldados, mientras sus madres literalemente se ponen a sus pies para que no lo haga.
Eliminar¿Ese oficial es un inepto por arriesgar así la vida de los cavales? ¿O es un héroe?
Según el Mayor Reisman eso pasó realmente: sólo que los soldados yanquis respondieron al fuego y masacraron a muchos chicos, aunque se logró hacer una maniobra de distracción que implicó la victoria para los sudistas.
Imaginemos esa misma escena calcadita: un anciano oficial lleva a unos cadetes irakíes a pelear con los marines mientras las madres de los menores le ruegan que no lo haga. Se compadece de uno y para salvar aunque sea una sola vida, le releva del servicio. Pero el chico esta tan lobotomizado por la propaganda "lavacerebros" del régimen que se escapa y va al combate. (Algo perfectamente posible en el Irak de Hussein donde los niños se inmolaban a bombazos)Nuestros marines reciben el ataque y responden al fuego matando a los chicos. Pero es el enemigo el que obtiene la victoria, porque se distrae a los marines de su objetivo principal, que es el verdadero objeto de la maniobra.. ¿El oficial irakí es un criminal? ¿Un inepto?
Una pretgunta muy interesante. Me gustaría que Piru comentara Misión de Audaces y la respondiera.
ResponderEliminarPero creo que hay una diferencia fundamental: la dictadura de Hussein era un régimen perverso y violento. La confederación tenía el apoyo voluntario del pueblo, y era mal que bien, un régimen democrático. Los chicos cadetes de la película de Ford son voluntarios, y realmente quieren servir a su país, no están lobotomizados por nadie. Creo que esa diferencia influye mucho.
Desde luego que es un tema interesante. Pero creo que el planteamiento épico puro al estilo de John Ford desentonaría en el tipo de historia que cuenta Simon. Y esa escena (la de los cadetes) es pura épica estilo Ford. Vamos, que tiene el sello del maestro.
A misión de audaces yo le criticaría la omisión del hecho que los soldados realmente respondieron al fuego de los chicos. Pero aquí la culpa no es de Ford sino de la censura, que no hubiera permitido que un adulto disparara contra un chico en una película. En esa época valía en Hollywood el llamado código Hayes, que prohibía la representación de escenas inmorales: no se podía mostrar al héroe disparar por la espalda o pelear usando métodos deshonestos, y una serie de reglas que hoy nos parecen muy ingenuas, curiosamente era muy permisivo en materia de política, y películas polémicas políticamente hablando como El Ciudadano Kane NO estaban prohibidas en lo absoluto. También es interesante que en Gran Bretaña (en pleno siglo XXI) La Naranja Mécanica este prohibida y no por razones políticas, sino porque se considera que es un film que "incita a la delincuencia". Y eso que es una película inglesa basada en una novela inglesa y dirigida por el inglés Kubrick.
ResponderEliminarComo curiosidad hay que decir que los tribunales dictaron que el cine no era arte y no podía reclamar libertad creadora porque sólo era un negocio destinado a ganar dinero y era obligación de la ley atar corto "una tecnología fuera de control que puede ser peligrosa para la sociedad" frase que se uso por primera vez en un tribunal para referirse a... ¡Películas mudas! El debate sobre la permisividad en el cine de entonces nos recuerda hoy curiosamente, al debate actual sobre el internet.
Series con vocabulario y escenas como Espartaco Sangre y Arena hoy escandalizarían a todos y no eran rodables, ni como películas para mayores de edad; pero series como Baywatch sí hubieran sido aceptables en aquella época, porque su guión era bonachón y bastante conservador en el fondo. De hecho, Baywatch se basa en una serie de comedia de cine mudo donde aparecían bañistas femeninas pizpiretas muy cómicas y atractivas también.
Planteas una interesante pregunta: ¿Es un inepto el oficial que manda a los chicos a ser masacrados por los adultos pero gana la batalla? ¿Es un héroe? ¿Es un criminal de guerra? En una película ambientada en Irak eso sería un tema candente. Pero es curioso que en un western no. Sería interesante ver que análisis haría el propio Piru de esa misma escena. Y cómo respondería a esas preguntas si le tocara comentar Misión de Audaces.
De todos modos la confederación ERA un régimen perverso que defendía la esclavitud. Es curioso que el argumento de los sureños era que defendían el principio de autodeterminación, porque paradójicamente aquí la autodeterminación incluía precisamente la autodeterminación de apoyar la esclavitud.
Esa pregunta sería interesante en el contexto de El puente, donde los propios críos se revelan como auténticos soldados.
EliminarEl código Hayes no era una censura impuesta por el estado, sino autoimpuesta por los propios estudios y acordada por ellos mismos. En cierto modo tenía sus ventajas: impedía que los políticos pudieran censurar el cine con el manido pretexto/embuste de que "Nosotros sólo queremos velar por la moral pública, no impedir que nos ataquen a nosotros, ni a nuestros partidos o gobiernos" (JA JA JA).
ResponderEliminarEs curioso que en Ataque vemos como uno de los militares va a darle matarile al capitán cobarde porque ya esta harto de él...y luego se arrepiente porque le da lástima el pobre desdichado, y comprende que la culpa no es de él, sino del Alto Mando que le puso allí. De hecho el personaje de Lee Marvin le dice textualmente: "¿Y tú crees que te van a hacer caso"? en tono de burla. Pero el militar termina llamando al Alto Mando cuando termina la película para informar de la verdad: el espectador ni siquiera sabe que le pasará pero el mensaje ya esta dado con brutal claridad. Ya sabemos quién es el culpable de los muertos. En ese sentido es curioso que el Código Hayes permitiera películas tan truculentas políticamente y fuera tan pacato en temas de censura erótica o de vocabulario en el guión.
De todos modos, en el teatro español obras como Fuenteovejuna o El Alcade de Zalamea tienen un fortísimo contenido político de candente actualidad para la época, y no sufrieron tanta censura por parte de la inquisición como otras de Lope, que no dejo sin embargo de padecer su dosis de persecución religiosa.
En cuanto al teatro anglosajón Cromwell mando prohibir el teatro en su integridad, por razones religiosas (no políticas). Hay una película de Deep titulada El Libertino que muestra cómo se restableció el derecho a los dramaturgos a ser representados con Carlos II. Con su buena dosis de sátira.
Pero sí había una censura que provenía del Estado si no recuerdo mal, ¿estoy en un error?, hasta los años 60 que cambia la cosa.
EliminarMe refiero a, por ejemplo, escenas como en El enemigo público, donde el asesinato de uno de los capos de la infancia de Cagney se enmascara escondiendo la imagen del asesinato, pero curiosamente sale una secuencia incluso muchísimo más dura que si se vieran los sesos esparcidos por la pared.
Tampoco se podía disparar directamente a un personaje, había que filmar por un lado el disparo y por otro la caída de la víctima, y mucho menos ver la sangre a borbotones.
Lo que no entiendo es porque Piru dice que la comparación con Navarone es desafortunada: los oficiales de Navarone son más reales y auténticos. Niven con su "si no hago un mal chiste de vez en cuando me vuelbo loco", que lo describe de un solo trazo: el carnicero de Barcelona (Nuestro representante en la película) cansado hasta los tuétanos de la guerra aunque no tenga nada de blando, Queen con su vendetta privada contra Peck, y el propio Peck con la culpa de los errores cometidos que Queen le echa en cara y la fobia de Niven...
ResponderEliminarSon más auténticos y más de una sola pieza como personajes.
Parece que a Piru le parece que Navarone "vale menos" sólo porque aquí los oficiales no son hombres de paja sino seres humanos reales con lo bueno y malo que eso conlleva. Y que Generation "vale más" porque todos los oficiales son unos ineptos totales (aunque nadie explique cómo esos ineptos puedieron derrocar tan rápido a un ejército tan poderoso como el de Hussein y obligar al otro bando a firmar la rendición incondicional en un país que ha sido la tumba de los conquistadores desde Alejandro).
¿Es que si los oficiales son satanizados en todo y por todo la película "tiene mayor valor" cinematográfico y si los oficiales son serios y cabales (aunque metan espantosamente la pata de vez en cuando, como lo pueden decir los pilotos dirigidos por Richard Harris) entonces la película automáticamente ya "vale menos"?
¿Realmente te parecen mucho más reales esos oficiales que los mostrados en Generation Kill? ¿Es realista que uno de ellos se la tenga jurada al otro con peligro de muerte por haber sido el culpable de la muerte de su famiia? ¿De verdad esto te parece menos fantasioso y más cercano a la realidad que los oficiales de Generation?. Yo no comparto ésta opinión, pero el motivo es sencilo, son productos distintos.
EliminarUno de ellos es el clásico ejercicio de comandos, rayando en el cine de aventuras, pura ficción.
La otra es más cercana al falso documental.
Por ello no creo que sean comparables. Sinceramente la crítica hubiera sido más certera tomando como referencia a los oficiales de Band of Brothers, infinitamente mejor retratados que en Generation Kill.
Por cierto que comentáis cosas que yo en ningún sitio he dicho ni dejado caer, como ésta:
"¿Es que si los oficiales son satanizados en todo y por todo la película "tiene mayor valor" cinematográfico y si los oficiales son serios y cabales (aunque metan espantosamente la pata de vez en cuando, como lo pueden decir los pilotos dirigidos por Richard Harris) entonces la película automáticamente ya "vale menos"?"
La guerra debe ser dividida en dos partes: la propiamente "militar" de ejército contra ejército, que terminó con la capitulación incondicional de Irak y la huida de Hussein, y la segunda, caracterizada por la resistencia organizada de los terroristas del Al Quaeda en la clandestinidad. No es lo mimso, igual que como no es lo mismo la guerra puramente "militar" de los ingleses contra irlandeses, de la lucha contra la guerrilla urbana del IRA o la lucha de los españoles contra la ETA (con incidentes muy turbios como los de los GAL) o la de los peruanos contra Sendero Luminoso, o la que están a punto de emprender los mejicanos contra los narcotraficantes de Ciudad Juárez, que no augura nada bueno para ellos, porque no es lo mimso usar ejércitos contra ejércitos, que usarlos contra bandas o guerrillas clandestinas.
ResponderEliminarDesde el punto puramente "militar" no se puede negar que aunque haya habido casos puntuales comprobados de ineptitud entre los oficiales americanos, en general dirigieron sus operaciones con mano maestra para derrotar al superejército del dictador en tiempo récrod y sin apenas bajas, a pesar de lo fácil que hubiera sido una masacre a escala sin precedentes dada la potencia de fuego de ambos bandos. (cosa que no pasó) Si Generation nos cuenta la historia del un "Batallón del Cuerpo de Marines de los EEUU durante los 40 primeros días de contienda en Irak." entonces no se puede dudar que rechina muchisímo.
Es interesante eso de preguntarse: "¿Es que si los oficiales son satanizados en todo y por todo la película "tiene mayor valor" cinematográfico y si los oficiales son serios y cabales (aunque metan espantosamente la pata de vez en cuando, como lo pueden decir los pilotos dirigidos por Richard Harris) entonces la película automáticamente ya "vale menos"?" Vale la pena reflexionar en eso...
Una pregunta: en el caso de Ciudadano X (que esta sacando muchos votos en el especial blogueros) se le podría criticar de caer en el mismo error? La película tiene la siguiente tesis: Un médico forense, demócrata, padre de familia, trabajador y competente no puede resolver un caso de asesino en serie porque la burocracia comunista de la Unión Soviética se lo impide. Es decir, cuando en Estados Unidos existe un asesino en serie es porque el susodicho es muy inteligente (El silencio de los corderos) pero aquí es porque el sistema se lo permite.
Cualquiera que conozca medianamente algo de criminología sabrá que los asesinatos y delitos en general eran quince veces mayores en Estados Unidos que en la URSS, precisamente por ser una dictadura y su aparato policial más represivo. La clave de la película -que tiene diversos niveles de lectura- está en la frase del responsable político de la investigación, cuando dice que en el sistema comunista no puede darse ese típo de asesinatos, refiriéndose a que eso es propio de los sistemas capitalistas...de una película malintencionada y manipuladora que utiliza una historia de un asesino en serie para despacharse a gusto con la caricaturización de todo lo que huela a URSS.
No. Es que es una historia real. Y es cierto que al asesino tardaron tanto en agarrarlo precisamente porque no se quería reconocer que había asesinos en serie en la URSS. Eso es rigor histórico.
ResponderEliminarEn mi opinión la peli se salva por el personaje de Sutherland: es un "bueno" que lucha para que no gane el mal al final. (aunque lo de luchar, lo que se dice luchar, pues hay que reconocerlo que lo hace muy "a mi manera" como dice la canción) pero nos demuestra que no todos los comunistas eran tontos ni mounstros. Un oficial así, que reciba la misma cámara y cancha de Simon salvaría a Generation de ser el populismo demágogico y barato que es. Resulta interesante que el hecho de que el comunista bueno se ande con esos rodeos precisamente para cumplir con su deber le da más fuerza a la crítica: los rodeos se hacen para NO cumplir con el deber. Si tu sistema esta tan podrido que para poder cumplirlo tienes que andarte con rodeos, la culpa no es de los funcionarios, sino del sistema como un todo.
Y no se cae en el topicazo de que cuando elforense comunista quiere cumplir con su trabajo todos los demás se lo impiden (como el capitán de Generation que sí es eficiente pero se ve frsutrado ante tanta orden absurda) porque precisamente allí esta el personaje de Sutherland para complementarlo. Es la prueba de que no todos los comunistas son mounstros... y lo que hace que Citzen x le de mil patadas a la DEMAGOGIA BARATA Y POPULISTA de Generation Kill.
De todos modos, si comparamos con Todos los Hombres del Presidente o JFK vemos que allí las críticas al sistema son tan duras como en Citzen X y nadie dice: "Eso es propaganda anticapitalista, yo no creo que en EEUU en los tiempos del Watergate o el magnicidio de Kennedy al investigador que busca la verdad le pusieran tantas trabas"
Por otro lado, hay que recordar la época: es justo antes del colapso del sistema. Si fuera en los años 70 o 60 entonces sí te daría la razón, pero si te fijas bien, películas como Margin Call o Wall Street nunca duerme (justo antes del colapso financiero) nadie las critica diciendo: "Eso es propaganda anticapitalista: yo no creo que justo antes del crack las cosas estuvieran tan mal en Wall Street" Y las escenas de pobreza en la URSS si las comparamos con las películas clásicas del cine negro que retratan la pobreza del Bronx o Harlem no son mas duras. (A training Day de Denzel Washington nadie la acusa de exagerar la dureza de las calles en los barrios bajos de América) pero parece que a la gente le duele reconocer que la URSS fracaso en lo acabar con la pobreza.
ResponderEliminarPor lo demás, en la alemania Nazi también había una baja tasa de criminalidad por la misma razón, pero eso no quiere decir que no se alterasen los datos de crímenes no resuletos porque al partido le interesaba.
Es curiso que cuando se quiere pintar las injusticias de una sociedad que vive en el socialismo real, haya esa reacción como del perro de pavlob, en cuestionar la película...con argumentos que ni de broma se admitirían en películas donde la trama ocurre en occidente. Pero que se creen a pies juntillas en el caso de la URSS.
Vale que el personaje de Sutherland es todo lo opuesto al maniqueísmo y que si le hubieran dado tanta cámara y cancha a un personaje así Generation ya no tendría toda la demagogia y el populismo barato que tiene, pero es que tambén hay que reconocer que Sutherland es mucho Sutherland, es decir, el talento del actor también vale lo suyo, y creo que algo parecido pasa con el Stranky de Schell. Sin esos actores (o con cualquier otro menos bueno) la cosa no hubiera quedado igual. También hay que juzgar el valor del actor en la película.
ResponderEliminarAlgunos comentarios y discusiones en los que no he intervenido, es motivado por las películas que los han generado. Misión de Audaces, Infierno de cobardes e incluso el Gatopardo son películas que me gustaría comentar, es por ello que me reservaré mis opiniones.
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