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martes, 17 de abril de 2012

Blackthorn: sin destino

"A veces creo que sólo hay dos momentos en la vida de un hombre, uno cuando te marchas de casa, y el otro cuando vuelves a ella"

Cuando uno escuchaba hace 10 años a la gente hablar sobre el cine español, era realmente divertido atender a determinadas críticas que caían por su propio peso. Se les preguntaba a estas personas si habían visto tal o cual película y respondían que no con una mirada esquiva. Se les preguntabaen en qué pensaban que consistía el cine español y ellos citaban "culos", "tetas", y "Torrente", lo que aumentaba aún más lo grotesco del momento y la conversación.
Con el paso de los años (creo) esas críticas se han acallado muy paulatinamente, aún hoy en día hay mentes mal pensantes que siguen criticando y defendiendo lo indefendible. Que siguen hablando de "cine español" como si fuese un género, denostado, al que hay que mirar mal porque no sólo se encasillan en las historias de siempre sino que también sus personajes eran similares.
Ya hemos hablado suficiente en este blog de su vertiente negra más actual, con títulos como Celda 211 y No habrá paz para los malvados o la actual Grupo 7 pero es que nos hemos atrevido incluso con un género un tanto ajeno para nostros, el Western.

Y es que el genial director Mateo Gil llamó a su buen amigo de correrías pasadas Eduardo Noriega (Nadie conoce a nadie) y se hizo con los favores de uno de los más grandes de la interpretación en el circuito norteamericano menos popular, como es Sam Shepard. ¿El objetivo? crear un western auténticamente americano recogiendo uno de los personajes y figuras más importantes en la Historia del género de todos los tiempos, darle un par de vueltas de tuerca, rodar las escenas como si de un discípulo de Ford se tratase, y que todo haya salido de los confines de la industria española (sí, sí, de la industria española). Y es que cuando Blackthorn se estrenó en el festival de Tribeka, entre los numerosísimos aplausos que se escucharon, también había voces que preguntaban el nombre y el Estado del que provenía el creador de esta historia, pensando ingenuamente que era un compatriota nortemaericano. Porque esas escenas crepusculares, esos paisajes bolivianos, las persecuciones en el desierto de sal boliviano o los duelos a muerte sólo podían haber salido de las manos de un director patrio. Pues no se imaginan la sorpresa de todo el respetable cuando vieron subir al escenario a un señor bajito, moreno, con mucho pelo rizado y barba negra a rebosar que respondía al apellido de Gil.

Blackthorn es un western crepuscular rodado en el altiplano boliviano (con las complejidades físicas y metereológicas que ello supone, especialmente para alguien que proviene de fuera) en el que se pretende recuperar la leyenda popular de Butch Cassidy and The Sundance Kid, más centrándose en documentos y registros de la época provenientes de la Agencia de Detectives Pinkerton que de la famosa película Dos hombres y un destino. En ésta última dejamos a nuestros personajes al borde de la muerte frente a la carga del ejército boliviano, y lo cierto es que todos los dimos por muertos durante largo tiempo, pero, históricamente, nunca se encontraron los cadáveres de estos pájaros. Ahí es donde Blackthorn retoma la historia para plantear lo que pudo ocurrir con el peligroso ladrón de trenes Butch Cassidy (Sam Shepard), introduciendo también una nueva historia que nada tiene que envidiar a los westerns más clásicos.

Puntos positivos y aciertos del director, sin duda haber elegido continuar la historia centrándose en documentos e historiografía oficial, olvidándose de la anterior película a la que jamás habría podido emular. Olvidando desde el primer momento las pautas marcadas anteriormente, podemos partir desde cero y llegar a donde nos propongamos. Otro acierto es el de plantear un western crepuscular, absolutamente moderno, con claves e historias propias de los más clásicos Ford. Un hombre desconocido huye de un grupo de perseguidores que pretenden recuperar el dinero procedente de las minas de sal bolivianas que el primero ha robado. En el transcurso de la persecución, el ladrón se encontrará con el célebre Butch Cassidy, al que pedirá ayuda para lograr escapar. Pero lo cierto es que en el desierto, en el western y en esta historia, nada es lo que parece.

En pocas palabras, una buena forma de disfrutar de un western crepuscular made in Spain, con buenas actuaciones y una historia sorprendente que retoma uno de los personajes más épicos de la Historia del Cine.

11 comentarios:

  1. A mi me ha gustado y lo cierto es que no parece una película española... El guión me ha parecido bueno, con un giro inesperado al final. Resulta entretenida y técnicamente buena.
    Totalmente recomendable.
    Saludos.

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  2. Buenas Piru.

    ¿Un western (aunque atípico), producción española y que es bueno? Creo que esto merece tomar nota. Aunque no la he visto, no estoy de acuerdo con tu comentario acerca del cine español. Cierto es que en los últimos años han despuntado algunas producciones; pero ya se sabe lo que se dice de la excepción y la regla general. Y ello sigue siendo vigente para el cine español.

    Un saludo.

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  3. Hola Manderly, me alegro que te gustase la película, lo cierto es que es un Western más que digno. Hay que extirpar de una vez el que la película parezca o deje de parecer "cine español", que es la línea que sigue tanto Mateo Gil como Enrique Urbizu, también Amenábar e incluso Almodóvar. Esa es la línea a seguir.

    Un saludo

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  4. Hola Wittman, muchas gracias por el comentario, te aseguro que no te decepcionará como buen Western.
    Sobre el tema del cine español, estoy radicalmente en contra de la postura que dejas entrever en tu comentario. Creo que el cine español ha regalado auténticas obras maestras desde los años 50 en adelante. Si uno quiere ver buen cine español no tiene más que buscar para encontrar, otra cosa es que lo que interese más sea dar palos a lo nuestro. Sobre todo cuando las "excepciones" hace ya años que se han convertido en regla.

    Un saludo

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  5. Hola Piru. Sabía que más temprano que tarde caería esta crítica.
    Aunque lo cierto es que encuentro esta peli más tonta que dos hombres y un destino, y eso no es poco( Esto se refiere al desarrollo de los personajes/trama). Me quedo con dos aspectos. Uno es la técnica que más me bien dice poco, si exceptuamos la excepcional fotografia y la gran selección de localizaciones. Otra es que los dos protagonistas, no actuan, son y se comportan como "hombres" con mayusculas y tb en ocasiones con mínisculas. Y eso es una virtud, vista en el cine de Urbizu. Noriega merece como vemos mejores personajes de los que hace.

    Saludos.

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  6. La verdad es que se trata de un producto muy exótico, un western español con Sam Sephard de prota y ubicado en Bolivia. Bien es cierto que ya en "Dos Hombres y Un Destino" parte de la trama se desplazaba al país sudamericano, siempre me llamó la atención la mezcla de forajidos estadounidenses con cholitos bolivianos. Habrá que concederle el beneficio de la duda a Mateo Gil.

    ¡Un saludo!

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  7. Hola Edu, muchas gracias por comentar: la verdad que disfruté tanto con éste título como con su antecesora, e insisto en que es un triunfo de Mateo Gil desmarcarse de Dos hombres y un destino. Creo que como Western merece bastante la pena, como una mirada nostálgica hacia tiempos mejores (la mirada de Shepard por supuesto). En cuanto a Noriega estoy de acuerdo en que merece mejores personajes, aunque creo que está un poco sobrevalorado, en general, va un poco justito. Salvo sus papeles en Abre los ojos y Nadie conoce a nadie, que son buenas actuaciones.

    Un saludo

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  8. PD: por cierto Edu vi el princpio de tráiler que me mandaste y lo cierto es que tiene buena pinta, el proyecto va tomando forma.

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  9. Hola Cutlas, muchas gracias por tu comentario: sobre todo en ese aspecto que reclama tu atención disfrutarás enormemente, porque realmente lo que hay son indígenas persiguiendo a nuestros protagonistas. Eso es un acierto, ese tipo de traslación de la historia a un ambiente nuevo y exótico (como bien apuntas), con las GENIALES escenas en el desierto de sal del altiplano. En general, creo que merece la pena dedicarle un tiempo.

    Un saludo

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  10. Fue una iniciativa atrevida que me gustó por parte de mateo gil. Además con Butch Cassidy, uno de los clásicos del western.Buena entrada.

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  11. Hola Emilio, muchas gracias por comentar, me alegra verte de nuevo por estos lares. Estoy contigo en que el proyecto era de valientes, y creo que el resultado es bastante positivo en su conjunto, Mateo es un buen director y lo demuestra.

    Un saludo y gracias!

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