
" Los mataremos a ellos también "
Antes de terminar el Especial Blogueros con La vida de los otros, me gustaría terminar el año 2010, y el primer año que cumple este blog, con otro título del cine negro, como ya hiciera con la primera entrada de Uno de los nuestros, pero en este caso uno de los títulos más recientes del género.
Esta película francesa del director Jacques Audiard, estrenada el pasado año 2009, es una muestra clara de lo innecesario que resulta defender el cine proveniente de Europa o Latinoamérica frente al Hollywoodiense, como era durante años en los que parecía que no existía nada más allá de los EEUU. Esto ha acabado. Y creo que el verdadero culmen de esta situación ha coincidido con uno de los peores años del cine norteamericano: podemos comparar los títulos de este año con películas como Ágora, El secreto de sus ojos, Un profeta, La teta asustada, Celda 211, sin duda abren las miras, no solo a unos locos que se metían en los cines Renoir a ver cine independiente, sino al público en general.
En este caso, la película proviene de Francia y fue parte de todas las quinielas de premios europeos e incluso de los Oscars, siendo tan solo superada por la genial El secreto de sus ojos de Campanella. Está protagonizada por Tahar Rahim, Niels Arestrup, Salem Kali, Alaa Oumouzoune, ninguno de ellos especialmente conocido para el público en general, pero la verdad es que todos ellos actúan realmente bien, las interpretaciones son todas creíbles, incluida la del protagonista, aunque la evolución del propio personaje se podría haber acentuado mucho más, dado que pasará de ser un delincuente común a un capo dentro de la cárcel.
Las primeras escenas nos mostrarán el traslado de un árabe de 19 años a una prisión francesa en la que deberá pasar una condena de 6 años, durante los cuales deberá sobrevivir entre la fauna que se encontrará. Nada más llegar contacta con él la mafia corsa que reina en la prisión mediante sobornos a funcionarios, asesinatos selectivos, contactos con la mafia italiana en el exterior, etc. Éstos le recomendarán que haga un encargo para ellos: el asesinato de un confidente que se encuentra protegido en la cárcel por la policía, pero que tiene unos gustos sexuales especiales, por los que conseguirá acceder a él.
A partir de este momento comenzará su escalada en la piramide gangsteril dentro de la prisión, haciéndose con la confianza del capo corso y moviéndose a la perfección entre las líneas de los islamistas, los traficantes de droga gitanos, la propia mafia corsa, e incluso iniciando una red de tráfico en el exterior.
En su conjunto, esta película viene a ser una versión del cine negro encuadrado en la prisión, con los tópicos ya suficientemente explotados, pero en este caso no se abusa prácticamente de ellos: las recurrentes escenas en las duchas, los talleres educativos, el patio en el que se reúnen todas las bandas, etc. Pero esta película indaga aún más en las relaciones que hay entre las bandas de los propios presos, no solo en las relaciones con los carceleros, en este caso prácticamente inexistentes. Vemos como el propio patio de la cárcel se convertirá en una alegoría de lo que es el mundo fuera de esos muros: diferentes bandas que conviven y se reparten el mercado en función de la fuerza que tenga cada una de ellas.
La duración de la cinta es bastante considerable para lo que supone la película en un principio, haciéndose pesada en algunos momentos, pero la verdad es que merece bastante la pena por el alto grado de realismo que tienen sus imágenes, en especial las relaciones entre pandillas y las escenas violentas. Vemos que nadie dice la verdad, todos se engañan entre sí, y disfrutamos de las tretas que debe ir ingeniando el protagonista para sobrevivir y adaptarse a las circunstancias que cambian en todo momento.
Hay algunos puntos muy buenos en la película: la forma en que se rueda el asesinato de los mafiosos en el todoterreno, paralizándose la imágen para resaltar las detonaciones de las pistolas de fondo, o todo el proceso interno que sufre el capo corso dentro de la cárcel al ver que los subordinados van saliendo mientras él sigue dentro. Por eso creo que la evolución del personaje principal es muy pobre en este sentido, sí tenemos algunas pautas al final de la película y con las visiones que tiene de su primera víctima, pero en comparación con el corso echamos de menos algo más.
La historia tiene algunos puntos fuertes que ayudan a mantener el ritmo, pero uno de los contras de la cinta es precisamente su excesiva duración, que hace muy pesada en algunos momentos la historia, aunque saben distribuir los momentos cumbre: como el encuentro con " el egipcio", los tratos con el capo marsellés, el asesinato de los italianos y el final en cierto sentido sorprendente aunque para nada innovador en el género.
En definitiva, una buena forma de ver muy buen cine negro francés: los puntos fuertes de la película superan con mucho sus defectos.