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jueves, 9 de diciembre de 2010

Octubre: 10 días que estremecieron al mundo (Октябрь)





" !Viva la Revolución socialista,...socialista pero no burguesa! "



Me váis a disculpar que interrumpa el Especial Blogueros, pero voy a estar unos días fuera de mi ciudad sin acceso a internet y me faltan todavía 3 crónicas por hacer, de modo que introduciré un ciclo dedicado al cine propagandístico empezando por este título a modo de aperitivo para todos.

Un saludo.

Siguiendo el ciclo sobre cine propagandístico con este título del director Sergei Eisenstein, que fue el encargado de elaborar un film coincidiendo con el décimo aniversario de la Revolución de Octubre (también conocida como el Octubre Rojo) que sublevó al proletariado e importantes sectores del Ejército ruso contra el Gobierno provisinal de Kerenski, que había sustituido al Zar ya derrocado. Recordemos que esta es la 2º fase de la Revolución Rusa de 1917, la primera es la de febrero del mismo año, que es liderada por los bolcheviques, a cuya cabeza se sitúa Lenin.
Es muy relevante recordar las actuaciones en Petrogrado (momentos en los que se centra la película) fundamentales para el triunfo de la revolución, con la dirección del Comité Militar Revolucionario.

La película es de finales de los años 20, filmada en blanco y negro sin sonido, siendo la más importante en toda la carrera del director, que cuenta con las más modernas técnicas cinematográficas del momento y con amplísimos recursos: hasta 11.000 extras entre marineros, militares y proletariados que habían participado de primera mano en los conflictos, armas proporcionadas por el Ejército para asaltar el Palacio de Invierno y recrear la matanza de San Petesburgo, o los reflectores que en ocasiones llegaron a requerir tal cantidad de luz que debían privársela a barrios enteros de Leningrado. Posteriormente se revisaría en una segunda versión que contenía música de orquesta perfectamente intercalada con las escenas.

Por cierto que el montaje final del film fue censurado personalmente por Stalin.

La película se centrará en los acontecimientos de Petrogrado, así como en la caída del Gobierno provisional de Kerenski, al que los revolucionarios identifican como un nuevo Dictador. Pero esto no será motivo para que en la primera parte de la película no se nos cuente un poco el marco en el que se sitúa la historia, con al caída del Zar en la revolución de febrero, la ira del proletariado en la misma y la llegada de Kerenski al poder. La realización, al igual que con El Acorazado Potemkin, es extraordinariamente moderna por los planos y juegos de cámara que utiliza el director, así como el ritmo que utiliza para desarrollar los acontecimientos (cuando estamos en el culmen del conflito tenemos intercambios de escenas de forma exagerada, casi llegando al paroxismo, mientras que en los momentos de calma son frecuentes las escenas de extras dormitando en cualquier parte), no duda en utilizar las mismas imágenes en distintos momentos, pero están muy bien intercaladas con las nuevas, casi no te das cuenta del truco. También rebobina algunas imagénes del principio para dar énfasis a los avances y retrocesos de los conflictos callejeros.

Es una película que sigue la filosofía comunista, no hay personajes principales ni protagonistas, sino un reparto enorme de extras y cientos de personajes, salvo la presencia de Trotsky y Lenin para reflejar con fidelidad los debates y tensiones que tenían en el Comité Revolucionario, para que triunfaran finalmente las tesis de Lenin.

Es una historia la del film en la que se basa la novela del periodista John Reed, Diez días que estremecieron al mundo, donde se narran las vivencias del reportero en la revolución de 1917. Es un personaje importante de la época, pues suele estar en los conflictos más convulsos (ya hizo algo similar en México con Méjico Insurgente) que también dio pie a que se inspirase en ella la película Rojos, de Warren Beauty.

Podríamos considerarla como una obra maestra del cine propagandístico, que nos demuestra que este carácter no es condición sine qua non para que la película sea mala o la historia no valga la pena. Es propagandístico, sí, pero también es el culmen de la carrera de uno de los creadores y artistas de la Historia del cine.

Son realmente valoradas sus maneras a la hora de montar la película, de forma que se obliga al espectador a pensar, y mucho, ya que hay momentos en que los personajes se intercalan entre sí y con objetos simbólicos sin un orden aparente, parece que uno no sabe bien lo que está ocurriendo, pero todo sigue un orden ideológico.

Una película muy interesante en diversas facetas, sobre todo para los amantes de los orígenes del cine.

14 comentarios:

  1. Einsenstein fue (y sigue siendo) un cineasta genial. A pesar de los años pasados, sus teorías sobre el montaje siguen siendo muy interesantes y contemporáneas.

    Me encanta Octubre como toda la obra de S. M. Einsenstein (recuerdo que, cuando estudiaba en la escuela de cine, un profesor lo llamaba Su Majestad Einsenstein).

    Un saludo.

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  2. Muchas gracias por tu comentario Guionista reflexiva, la verdad es que uno ve estas imágenes y parece mentira que fuesen filmadas hace tantos años. Son realmente modernas, mucho más que algunas realizaciones que se pueden ver hoy en día. Además, es que te obligaba a pensar sobre lo que estabas viendo, y no te lo daba todo machacado y masticado, desde luego fue revolucionario.

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  3. No la he visto. Me temo que tendré que revisar mi cultura cinematofráfica. (Es que las obras de cine mudo se me hacen tan pesadas. Y además me aburren las películas de propaganda). Pero después de lo que me has dicho me tienta.

    En el plano histórico creo que la mayoría del pueblo ya estaba harto de nuevos gobiernos y adopto una postura muy pasiva ante los que veían la oportunidad de derrocar a Kerenski (pescadores en río revuelto como si dijeramos).

    La verdad es que a Kerenski nunca se le ha hecho verdadera justicia: no se conoce apenas más visión de él que la que nos ofrecen sus sucesores, que es muy interesada. Es una lástima.

    Es curioso que tantos años después y todavía no tenemos una visión de la revolución rusa comparable en imparcialidad y rigor a las que tenemos de la norteamericana o la francesa. Las que se filmaron bajo el régimen eran propaganda pura en general. (cosa curiosa en una cultura de materialistas históricos) y las que se filmaron fuera de él no parecían sentir con ganas el tema.

    Lástima.

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  4. Maliphant, gracias por tu comentario, te animo a que veas alguna que otra película de cine mudo, El nacimiento de una nación, Nosferatu, cualquiera de Eissenstein, todas estas películas son interesentísimas porque nos explican como se ha llegado hasta los más recientes estrenos en la técnica de la cámara.

    Te confieso que algunas partes y algunos títulos son un poco pesados, porque no deja de ser cine mudo y subtitulado, dado que los carteles están en el idioma original, pero si te animas estoy seguro de que lo valorarás de alguna forma.

    Al final, para los que nos gusta leer, es como leer una obra de García Márquez, de Unamuno, Baroja, dejando de ver los libros del día a día, que probablemente también están muy bien, y sobre todo entretenidos. Pero lo que te aportan los primeros es que inventaron a los segundos, creo que el símil es bastante acertado.

    Es muy cierto lo que dices sobre la imparcialidad a la hora de valorar la revolución rusa, imagino que tantos años de sovietismo tienen algo que ver. La verdad que se echa de menos, pero te animo a leer la obra de John Reed, que no deja de ser un occidental, y norteamericano, en mitad de la revolución.

    Diez días que estremecieron al mundo se llama.

    Otra obra interesante del mismo autor sobre Pancho Villa es México Insurgente.

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  5. Jesús que recuerdos. Cuando era joven, creo que sería allá por principios de los noventa, me tragué toda la filmografía de Eisentein que daban a imtempestivas horas de la madrugada en un ciclo en La 2. Incluso "El prado de Bezhin" de la que solo sobrevivían fotoografías. Mereció la pena.

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  6. Gracias por tu comentario Jon, la verdad es que son esas películas que solo la 2 podría ofrecernos jeje pero como bien dices, a pesar de las horas intempestivas, merece la pena. Me recuerda a cuando la 1 daba El ala oeste de la Casa Blanca a las tantas de la madrugada, cuando es una serie que a las 10 de la noche hubiese ocupado toda la audiencia sin problemas.

    Un saludo, bienvenido al blog y espero que nos comentes más en el futuro.

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  7. Aún tengo pendiente esta película que comentas y "El Acorazado Potemkin", así que no puedo opinar mucho. Lo que sí es cierto es que hombres como Eisestein o Griffith fueron los pioneros del lenguaje cinematográfico moderno, con la planificación del montaje, la concepción de la realización, los planos, etc. Gente como ella forjó el cine y eso nunca hay que olvidarlo.

    Un saludo

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  8. Exacto Cutlas, le dieron una vuelta de tuerca genial, los dos que comentas, también Murnau podría incluirse en el "trío de ases", probablemente comente intolerancia también.

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  9. Hola a todos.
    Interesante el apunte de maliphant sobre Kerensky pero tuvo la mala suerte de ser algo corrupto(algo nada destacable en Rusia) y de posturas medianemnete moderadas (algo muy poco valorado por esas lares, recordemos a Gorbachov).
    La película se resiente de cortes brutales que se adivinan al poco de empezar su desarrollo.Es por ello que no llega al dinamismo de La huega o el Potemkim pese a su enermoe calidad y a secuencias antológicas y por quedar en la retina como si aquellas fueran las imágenes reales desde siempre de la revolución.
    En La cinta como todas las de su genial director tiene gran importancia el símbolismo.
    Animales, objetos, contraposición del paple de la mujer en la clase burguesa y la proletaria, la apatia y desdén de unos y como otros dan lo poco que tienen , caben dentro de la propaganda pero son además de un mensaje poderoso para gaanr adeptos a cualqueir causa un ejemplo d emontaje. Como lo es Kerneski y las escaleras, el zar , las joyas y sus generales, si bien nos pueden parecer
    emfaticos sus imagenes,lenguaje , y recursos han sido saqueados en su lenguaje. No os resulta familiar como rueda la defenestración de la estatua del zar y como caen las aguilas y como salió en las noticias los Lenin, las hoces y martillos o la estatua de Saddam Hussein, esta por cierto de manera mucho más torticera.A los amigos de los destacamentos militares y las marcas de hebillas, deben agradecer que la resistencia y capotes del destacamento femenino no sólo son los mismos, el filme celebraba el décimo aniversario de la revolución,sino que muestra bien a las claras que pese a sus esfuerzos no fue la resietncia amazonica que tanto libros dieron por cierta.
    Los movimientos de masas persiguen una clara intencionalidad con sus dicrecciones. La serie de diagonales no es casual. Pero esto ya se aprecia en El acorazado Potemkim.
    La masa como polea para manterner y tirar la tensión, como elemento de montaje, es el filme paradigmatico de la teoria del montaje y por supuesto el indisoluble mensaje político que trasnmiten las vanguardias y los diques zaristas.Diremos que como bien dice Piru esta peli de reparto coral sigue las tesis primgenias del realismo socialista, poco importa el individuo, el eprfil general , el de la voz del pueblo es el único válido, el verdadero. Respecto a lo de diez dias, además de la peli de Beatty que además de estimable, me parece muy valeinte, hay que citar la que dirigió Bondarchuk, el grande(Guerra y paz) sobre la misma historia)protagonizada por Franco Nero, coproducción obliga que vi bajo el título campanas rojas, auqnue tb lleva el mismo nombre que la americana, de perfil más épico.
    Y sobre lo político, el director es el perfecto ejemplo de como acabó devorado por la vetinete menos idealista de la revolución. Pero eso , Ivan El terrible y su poco reconocimiento en la Urss son ya harina de otro costal.

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  10. Edu muchas gracias por tu comentario, es un comentario estupendo en el que remarcas la importancia de Eissenstein como director y montajista en particular. La verdad que podo o nada que añadir a lo que apuntas: es cierto que hay que hacer mención a esa versión de Guerra y Paz que comentas, y que la masa tiene una importancia simbólia fundamental, que yo he pasado por alto en al crítica.

    Un saludo.

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  11. Interesante lo de la poca cantidad de películas destinadas a la revolución rusa. Pero es interesante que Hollywood apenas haya hecho alguna sobre la americana. En ambos casos ni el cine ruso ni el americano han tratado mucho sus propias revoluciones. Y cuando lo han hecho ha sido en términos muy paricializados. (Recordemos El Patriota donde los ingleses son puestos como asesinos grotescos). Curiosamente, la revolución francesa sí ha sido llevada al cine con frecuencia y en general con éxito. Hay incluso una página titulada el cine en la revolución francesa con un muy interesante conjunto de artículos en pdf. Es interesante que los americanos hayan hecho más cine sobre la revolución francesa que los franceses. Y en general, de modo más imparcial.

    También es curioso que una de las mejores películas de la revolución francesa (para mi gusto la mejor) la haya hecho el polaco Andrzej Vajda basada en la obra de Stanislawa Przybyszewka: las actuaciones son geniales: Danton, el demagogo que instauró los Tribunales Revolucionarios; y Robespierre, el idealista obcecado que se creía sus proclamas de Virtud, Revolución, República y esas cosas tan estupendas. Naturalmente se cortaban cabezas en nombre de Bien Común, la Democracia, el Pueblo, etc. Vamos lo de siempre; buenas palabras prometiendo un futuro de felicidad creando un presente de lo más infeliz. Las verdaderas revoluciones, las que se hacen de abajo hacia arriba, por y para el pueblo, generan inicialmente ilusión entre los más desfavorecidos y una voluntad participativa popular. Después aparecen las divisiones y las luchas intestinas, de las que la corriente más fuerte sale victoriosa. Llegados a este punto, la revolución se mezcla con el poder, deviene institucional y comienza a degradarse, pues la rigidez dogmática hará que pierda sus virtudes originales. Las analogías históricas que se pueden hacer de este proceso de degeneración revolucionaria son muchas: revolución francesa y rusa, la maoísta, la cubana, la mexicana…

    A Robespierre ciertamente lo caricaturizan algo, supongo que por eso sentó tan mal esta película a la izquierda francesa en los 80. Pero no hay que olvidar que Wajda es polaco, y hacía un paralelismo profético con la situación en su país. De ahí que finalmente no se estrenase en Polonia el filme hasta que cayó el régimen. Es obvio que los paralelismos entre “el terror” francés y el régimen comunista de la Polonia de los años 80 van más allá de la casualidad y de las disertaciones históricas, por lo menos el paralelismo entre Danton y el Sindicato Solidaridad es similar al que se puede establecer entre Robespierre y Jaruzelski.

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  12. David Lean, muchas gracias por tu nuevo comentario:

    Sí es curioso que no haya mucho cine "de calidad" respecto de estas revoluciones, pero probablemente se deba a que la mayoría de trabajos que se realizan al respecto son encargos de determinados sectores y, por tanto, vienen ya mediatizados. Es cierto que son muy susceptibles de panfletización, pero no dejan de ser interesantes.

    Completamente de acuerdo sobre tu perfecta síntesis de lo que es la Revolución a lo largo de la Historia. ¿Crees que hay alguna forma práctica de llegar a la institucionalización y no corromperse con el poder? Desde luego con el paso de las décadas no parece posible una cosa sin la otra.

    Es buena también la comparación entre ambos regímenes, pocas situaciones dejaron más sentimientos de frustración a lo largo de la Historia.

    Pd: me propongo comentar también la recientemente estrenada "El último báilarín de Mao".

    Un saludo a todos.

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  13. Bueno, a veces hay revoluciones desde arriba que dan resultados buenos. Un ejemplo creo que es el fin del Shogunato japonés, que convirtió al imperio japonés en la única civilización capaz de competir con los europeos a principios del siglo XX. Pero conozco muy pocas películas de ese período. Sólo se me viene a la mente el último Samurai del Cruise. Que da ina visión muy idealizada de los samurais: se salta a torera que en realidad combatían por sus privilegios feudales y no por "Quijotismo caballeresco" como nos lo quiere vender. Me recuerda al caso de la abolición de los jenízaros en Turquía. En ambos casos el ejército salío ganando mucho con la pérdida de esos excelentes pero anácronicos soldados. Y en ambos casos no renuciaron a sus privilegios sin luchar.

    Sobre el panfletismo es típico de ese tipo de cine. Pero es interesante que en el caso del cine de Hollywood se hayan hecho más filmes sobre la revolución mexicana que sobre la estadounidense propiamente dicha.

    Curioso contraste con el montonal de películas yanquis sobre la guerra civil americana, que son legión.

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  14. Sí Jorge Luis Borges, muchas gracias por tu comentario, es cierto que hay algunos ejemplos buenos de revoluciones desde arriba, aunque suele ser complicado que tengan en consideración al pueblo, o que sirvan para que estos estén en una mejor situación. Me viene a la cabeza también las desamortizaciones de Mendizábal, si es que eso se puede considerar una revolución, o las reformas de la 2 República en España que desencadenan la Guerra Civil, también.

    Sí es cierto que hay unas cuantas películas sobre la guerra de secesión, aunque aquí en mi país han tardado en llegar. Incluso hoy en día aparecen como Cold Mountain, pero lo veo complicado teniendo en cuenta que los western ya aparecen con cuenta gotas, y los buenos ya ni te cuento.

    Un saludo!

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