
" Huye el impío sin que nadie lo persiga "
Con ésta cita bíblica empezaba la que ha sido hasta la fecha el último trabajo de los hermanos Coen, Valor de Ley, un western crepuscular algo engañoso pues, como veremos, tiene elementos de los mejores y más grandes clásicos del género. Una cinta interpretada por grandísimos actores, Josh Brolin, Matt Damon y Jeff Bridges, también secundarios de la talla del siempre bueno Barry Pepper, así como el descubrimiento de uno de los más grandes talentos entre lo que actrices noveles se refiere, la magnífica e increíblemente profesional Hailee Steinfeld. Como todos sabemos, es una revisión del clásico de Henry Hathaway protagonizado por John Wayne, por cierto el único Oscar que el Duque ganó por su interpretación como Mejor Actor. Lo cierto es que tuvo críticas muy favorables, fue nominada en diversos festivales a numerosas candidaturas pero, paradójicamente, a pesar de la buena acogida de crítica y taquilla, no se hizo con grandes galardones.
Nos encontramos en la piel de la joven Mattie Ross en su búsqueda del hombre que mató a su padre por un caballo y dos monedas de oro. En su cruzada recurrirá a dos hombres radicalmente distintos en sus métodos, el alguacil Rooster Cogburn (Jeff Bridges), un alcohólico cazarrecompensas pasado de todo, y el ranger de Texas La Boeuf (Matt Damon), que busca al fugado por haber matado a un senador en su jurisdicción. El hombre perseguido no es otro que Josh Brolin, antiguo trabajador del padre de Mattie que decidió unirse a una banda de ex-confederados reconvertidos en forajidos.
La historia es uno de los argumentos típicos del género, "la caza del hombre", pero tiene elementos renovadores, así como aires crepusculares también, ese es, en mi opinión, el buen hacer que los hermanos Coen realizan con esta historia. Por un lado, recogen un argumento 100% clásico llegando en algún momento incluso a copiar directamente el pulso narrativo y costumbrista de John Ford, de hecho, creo firmemente que éste título es de los que más se acercan al maestro del género. Todas las escenas del comienzo de la cinta en el pueblo con el desarrollo del juicio y la presentación de los personajes principales con sus motivaciones personales, los encontronazos con una fauna de lo más pintoresca a lo largo de la persecución, el primer encuentro con Brolin así como la resolución de la cinta en el duelo a muerte final son escenas que perfectamente podría haber filmado el maestro.
Pero también tiene elementos crepusculares, qué duda cabe, al ver los momentos más intimistas de la cinta, el final de los personajes, especialmente el del alguacil Rooster en ese circo a lo Wild Bill Hicock o incluso el Bronco Billy de Eastwood, grandes paisajes con puestas de Sol que se esconden tan paulatinamente como el género va muriendo en pantalla. Las propias reflexiones de Bridges en muchos momentos son un claro ejemplo de esa corriente de Westerns que iban cerrando poco a poco la puerta del género, también el tratamiento de la violencia, muy lejos de los títulos más clásicos. La cinta bascula realmente bien entre el costumbrismo de títulos como El hombre que mató a Liberty Valance con las corrientes intimistas más modernas de El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, o incluso títulos de años atrás como Cabalga con el diablo, del que se desprenden las importantes consecuencias de la Guerra de Secesión sobre estos hombres que salen revotados, como daños colaterales, del conflicto. En mi opinión todo ello son claras e importantes influencias a la hora de construir este Werstern "atípico".
Pero no se queda ahí la cosa, amigos míos, también tenemos elementos renovadores del mismo de la mano de la estética Coen: esos diálogos alocados al más puro estilo Lebowski, aunque no llega a ese nivel de acierto, entre La Boeuf y Mattie por ejemplo, o los personajes que los protagonistas se encontrarán en el bosque. También las escenas de violencia y su desarrollo son muy Coen, aunque lo combinan bien con un gran realismo: aquí los tiros no se pegan con cuentagotas y se aciertan a la primera, aquí hay grandes tiroteos en los que buenos y malos fallan numerosas ocasiones. Las escenas del patíbulo, algunos momentos cómicos, todo ello es pura marca de la casa.
Si anteriormente comentábamos como Dos cabalgan juntos era un buen modo de acercarse al género a través de los clásicos, creo que Valor de Ley cumple su función desde la vertiente más moderna del mismo. Buenísima película en general, y Western inolvidable en particular.