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miércoles, 5 de diciembre de 2012

El manantial (The fountainhead)





" Unos dominan, otros se someten, yo escogí dominar "



Nos metemos de lleno con éste clasicazo de King Vidor, tras unas semanas de parón por cuestiones laborales, un título que me parece, a priori, realmente complicado de analizar. Más que complicado en sí mismo, creo que hay muchísimas cosas que comentar a su alrededor, posiblemente muchas de ellas se me quedarán en el tintero, pero para eso tenemos unos lectores del todo concienzudos que sin duda apostillarán más de un detalle.

Película estrenada el año 1949, y basada en la novela homónima de Ayn Rand en el año 1943, fue dirigida por uno de esos nombres del cine como Howard Hawks, Mankiewic, George Cukor o Billy Wilder, el gran King Vidor (El gran desfile, Duelo al sol, Guerra y Paz) e interpretada por el galán de culto Gary Cooper y la bella Patricia Neal. Nos cuenta la historia del arquitecto Howard Roark (Cooper) desde su salida de la universidad con una particular visión del mundo, que entraña la modernización de la arquitectura académica, hasta su llegada a las cotas más altas del éxito. Un hombre que debe enfrentarse al gremio que representa, enmarcados en conceptos clásicos y anticuados, incapaces de evolucionar hacia sistemas modernistas. En su periplo logrará entrar en contacto con Dominique Francon (Patricia Neal) de la que se enamorará obsesivamente, esposa del magnate y líder de opinión Wynand. Roark logrará no sólo imponer sus modelos rupturistas, sino conseguir un gran aliado en la figura de Wynand, y gracias al periódico, tabloide de gran éxito, que le brindará un apoyo imprescindible para estar en boca de los nombres más importantes de la ciudad. Pieza clave de ésta historia será también Ken Smith, amigo de universidad de Roark, tipica sanguijuela que se sirvió de los conocimientos de su amigo para lograr el éxito, y que desencadenará el dilema, tanto en Roark como en la sociedad, sobre el valor individual de una virtud y su puesta al servicio de la sociedad. Debate sometido a un juicio público, auténtica carnicería sin piedad, por el columnista del periódico, experto en arte y arquitectura, Ellsworth Toohey, avivado también, claro, por la reacción del propio Roark al ser consciente de lo que esa colectividad ha hecho con su obra.

La película parece contar con una razonable fidelidad a la novela, a pesar de que Ayn Rand no salió para nada satisfecha del resultado final, tampoco lo hicieron Cooper ni Patricia Neal, quienes se encontraron con un discurso ideológico que realmente no comprendían (por lo que cuentan las fuentes de la época), especialmente por el interés que Rand tenía en que los diseños de los proyectos arquitectónicos fuesen realizados por el arquitecto Frank Lloyd Wright, que es en quien se basa el personaje de Roark en la novela. Una película en la que encontramos una figura muy al estilo de Randolph Hearst en Wynand, o al estilo del famoso Ciudadano Kane, utilizando un personaje con tantísimos matices para dinamizar la trama mediante sus intereses personales, personaje que pretende la redención para acabar vendiéndose de nuevo ante los poderes fácticos imparables, o sea, el dinero. Frente a él se presenta el personaje de Roark como una idealización de la virtud impoluta, sin una pizca de maldad ni de autoengaño, nunca traicionará sus principios hasta las últimas consecuencias.

Hay un mensaje ideológico clarísimo que plantea un dilema, aunque en mi opinión hay varias lecturas ideológicas al respecto. Por un lado, la novela coincidía con la filosofía objetivista randiana, que era representada por el personaje de Roark: dicha filosofía sostiene que existe una realidad independiente de la mente del hombre, y entramos en contacto con esa realidad mediante los sentidos y procesamos dichos datos mediante la razón. Sostiene que el propósito moral de la vida es la felicidad, o interés propio, y que el único sistema que puede conceder dicha felicidad es el capitalismo puro. Y éste y no otro es el debate que plantea la película, cuál debe valer más, el individualismo de Roark al defender sus ideas hasta las últimas, y violentas, consecuencias, o la colectivización que defiende Toohey, al pedir la utilización de los diseños de Roark para construir viviendas sociales eficaces, óptimas y con una racionalidad arquitectónica.
Es decir, tenemos una virtud absolutamente individual, la magia de ese genio que es Roark para construir conceptos fuera del alcance de cualquier arquitecto de la época, y dicha magia pretende ser utilizada para fines supuestamente superiores a la persona individual, fines que están al servicio del colectivo. Parece claro que nos pretenden presentar un debate, capitalismo-comunismo, sobre todo pensando en la época en que nos encontramos, año 1949 con el comienzo de la ruptura de relaciones entre los aliados y la inminente llegada de la Guerra Fría.

La película, mediante la perfecta construcción de los personajes y guión, nos lleva por un camino claramente marcado, por un lado el malo irremediable es Toohey, que podría perfectamente ser uno de esos miembros despiadados de los Kominterns, que pretende defender a la sociedad por encima del individuo, y aprovechar dichos recursos de Roark, en su supuesto perjuicio, para el bien de familias pobres de la ciudad. Por otro lado tenemos al "caballero sin espada" Roark, un hombre íntegro que jamás traicionó sus ideales ni su virtud, que al ver mancillado su arte decide volar por los aires viviendas destinadas a una especie de protección oficial, para familias sin recursos, y ya puestos casi se lleva por delante a Patricia Neal.
Pero según avanza la película descubriremos que los intereses de Toohey no son para nada los de ese talibán que en un principio nos presentaban, sino más bien intereses personales, codiciosos, ególatras, individuales, es decir, la película identifica la colectividad en la figura de Toohey y realmente no es lo es, sino lo que vemos realmente es otra versión, corrupta, del capitalismo que representa, esta vez sí en una versión idealizada y pura, Roark.

Por tanto, en mi opinión, ese debate se presenta viciado, pues Toohey nunca será ni puede representar los intereses de la sociedad. Obviando ese punto, el debate sería, ¿debe Roark prestar su arte, a pesar de traicionarse a sí mismo para lograr un bien colectivo?, en este caso la construcción de viviendas para familias pobres. O, por otro lado ¿debe perseverar el interés individual de Roark, mantener íntegro su arte, aún suponiendo el perjuicio para cientos o miles de familias? Es decir, la película pretende presentar un dilema individualidad frente a colectividad, aunque en mi opinión la figura de Toohey desvirtúa ese dilema. Si esta figura fuese realmente lo que pretende ser, las preguntas deberían ser las anteriormente formuladas. La abstracción del debate es interés individual - interés colectivo, capitalismo - socialismo (ojo, no comunismo), y la singularidad sería integridad de su arte - viviendas accesibles para familias sin recursos. Personalmente creo que el debate debe surgir en la abstracción, pues en la singularidad del mismo creo que, sin el vicio del personaje de Toohey, por pura humanidad debería prevalecer el bien colectivo, las viviendas sociales.

Para terminar, decir que supone un clásico imprescindible, con muy buenas actuaciones y una trama entretenida, presenta un debate, obliga a pensar al espectador, y tiene numerosos puntos de análisis de interés, película que merece la pena visionar más de una vez.

77 comentarios:

  1. No he leído la novela y la película apenas la recuerdo, así que verla de nuevo ahora que me la has recordado.
    Saludos.

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    1. Hola Manderly! muchas gracias por el comentario, te recomiendo que la vuelvas a ver porque es un clásico imperecedero, un saludo!

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  2. ¡Vaya seguidores que tienes tú si te piden comentar semejante "encargito"! ¿No se te hace arduo a veces tener esos "clientes"?

    Muy bueno tu análisis, (y mira que no es fácil) pero creo que pasas por alto dos puntos muy importantes:

    Primero que nada, que Rand señala precisamente que el interés colectivo suele ser defendido por "desinteresados" sujetos como Toohey (el sadismo y la brutalidad con que lo demuestra en la novela ya es pura crueldad, pero tampoco hay que olvidar que la propia Rand conoció el comunismo en carne propia en su juventud) es decir, que las personas que suelen identificarse con esa "causa común" suelen ser precisamente trepas y canallas, y que aquí esta la tragedia.

    Y en segundo lugar, que el comunismo es exactamente tan suceptible de ser manipulado por los trepas y oligarcas como el capitalismo, de convertirse en una gran máquina de poder para unos pocos, pero sin los frenos y límites de este último. Eso precisamente es lo que vicia de raíz ese "bien colectivo" que no puede darse por esa vía. Y por eso es un falso camino, malogrado desde el principio.

    En otras palabras, no es que sin el vicio de Toohey deba prevalecer el bien común, sino que cada vez que el bien común pasa por encima, por sobre los derechos del individuo, entonces apaga la luz y vámonos: sólo los trepas como Toohey sacan provecho del "bien común".

    ¡Esa es la gran lección de El Manantial!

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    1. Hola Alamein, muchas gracias por tu comentario, la verdad que el nivel de los seguidores de ésta página se va incrementando exponencialmente, lo que a uno le añade presión extra, jeje, pero se agradace por lo que se aprende de una pasión como el cine.

      Es cierto, y se me olvidó comentarlo, que Rand nació en la Rusia soviética y vio de cerca lo que era el comunismo, si mal no recuerdo, incluso llegó a vivir lo que fue la época más dura del mismo, con el estalinismo. Sin duda no hay mejor fuente de inspiración para crear el personaje de Toohey.

      Yo personalmente, uniéndolo a tu segunda idea que me parece muy interesante, no identifico el comunismo como una forma de socialismo, sino como una forma de capitalismo corrupto, burocrático y gerontocrático, analizando las características de lo que fue la antigua URSS.

      A partir de ahí, no acabo de estar convencido de que el bien cómun no deba prevalecer al bien individual. Identifico ese interés personal en un egoismo capitalista, y escojo bien las palabras pues las propias doctrinas capitalismas hablan del interés personal en términos de egoísmo. Creo que ese egoísmo excluye cualquier posible vía solidaria, lo cual genera una sociedad más injusta y más dura. Por ejemplo, veo del todo injusto que Roark decida dinamitar unas viviendas destinadas a familias pobres para proteger su arte, porque creo que en ese caso concreto el bien común tiene un mayor peso que el individual. Pero ésto no creo que deba querer decir que la propiedad privada no tiene cabida, o que la minoría deba desaparecer integrándose en la masa, o que el interés individual deba estar relegado frente al bien común. De hecho las teorías filosóficas sobre la justicia parten de que el interés individual es el camino para que el ser humano vertebre sus planes de vida, esto es, fuera de las injerencias del Estado. Siendo esto cierto, creo que llevados por esa idea hemos acabado en teorías capitalistas salvajes, desreguladas que nos han sumido en un período de tinieblas. Y la única manera que entiendo, se puede salir de esa oscuridad es recurriendo a una solidaridad y justicia social como pilares de una nueva sociedad. Las alternativas me parecen muy pesimistas. Pero ésto es mi visión particular claro.

      Un saludo

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    2. Curioso tu punto de vista sobre la URSS. Desde luego, reprodujo los peores defectos del sistema que quería desplazar sin ninguna de sus virtudes.

      Sobre el bien común y el egoísmo hay que entender lo que Rand entendía por tales. (Tiene varias obras filosóficas sobre el tema, pero hay que leerlas poco a poco y sobre todo en correcto orden para entenderlas bien). Tiene un ensayo muy interesante del que se puede hacer un extracto así:
      "“”El público”, “el interés público”,
      “el servicio del pueblo” son los medios, las herramientas, las patentes de corso de las que se valen quienes quieren el poder.
      Dado que no existe una entidad tal como “el público”, dado
      que éste no es sino una cantidad de individuos, todo conflicto presunto
      o implícito entre el “interés público” y los intereses privados
      significa que deberán sacrificarse los intereses de ciertos hombres en
      favor de los intereses y los deseos de otros.
      Puesto que el concepto es tan evidentemente indefinible, su
      uso depende sólo de la habilidad de una pandilla que proclama: “El
      público soy yo” y/o su capacidad de sostener esa aseveración con el uso de la fuerza.
      Ninguna afirmación de esa índole ha podido, ni puede, sustentarse
      sin la ayuda de un arma, es decir, sin usar la fuerza física.
      Por otra parte, sin esa aseveración los criminales permanecerían
      en el lugar al que pertenecen: el bajo mundo, y no podrían
      alcanzar los estratos de los consejos de Estado para regir los destinos de las naciones”.

      Y continúa: “Un grupo, como tal, no tiene derechos. Un hombre no puede adquirir nuevos derechos por el hecho de unirse a un grupo, (Eso ni más ni menos era lo que decían los aristócratas antes de la Revolución Francesa: que por pertenecer a un grupo tenían "derechos" que no tenían los demás) ni pierde por pertenecer a otro grupo los derechos que de por sí son suyos.(Eso, ni más ni menos, es lo que decían los nazis de los judíos) El principio de los derechos del individuo (Que nadie es más ni menos que nadie, porque todos somos iguales ante la ley) es la única base moral de todos los grupos. Cualquier grupo que no reconozca este principio (Que nadie vale más ni menos por pertenecer a un grupo) no es una asociación, sino una pandilla o una turba. Toda doctrina de actividades grupales que desconozca los derechos del individuo es una doctrina de la ley de la turba o del linchamiento legalizado. La noción de los “derechos colectivos” (la cual sostiene que los derechos pertenecen a grupos, y no a individuos) significa que los “derechos” pertenecen a algunos hombres... pero no a otros; que algunos hombres tienen el “derecho” de disponer de otros como les plazca, y que el criterio para esa posición tan privilegiada consiste en la superioridad numérica. Nada podrá jamás justificar o dar validez a una doctrina semejante y nunca hubo nada que la justificara”.

      En mi opinión El Manantial es ante todo una crítica al modo en que el concepto del Bien Común puede ser pervertido y tergiversado, y cómo sólo los derechos del individuo (Que al fin y al cabo es la minoría más débil, por definición misma del término "minoría" en sí mismo) puede servirle de freno a esa tergiversación.

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    3. Salvando las distancias (que no pueden ser más evidentes) el planteamiento del bien común-derechos del individuo me recuerda un poco al que hacen en Amor sin Barreras donde el punto clave no es el arte sino el amor.

      Los Sahrks son todos como hermanos y se sacrifican muchísimo entre todos juntos al principio del "bien común". Los Jets también tienen una verdadera hermandad en las condiciones más duras, y también son muy capaces de hacer grandes sacrificios individuales en nombre del "bien común". Pero hay un problema: ninguno de los dos grupos aceptará jamás que el otro grupo tiene los mismos "derechos" que el suyo propio. Y hay otro problema: ninguno de los dos aceptará jamás que un miembro individual de su propio grupo ejerza libremente su derecho individual a elegir pareja por sí mismo entre alguien...del grupo contrario. Ese derecho individual es pisoteado por ambos bandos en nombre de lo que unos y otros entienden como el "bien común".

      El resto es historia.

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    4. Hombre es que si empezamos a mirar las películas que han abordado el tema del control del individuo por la sociedad nos metemos en un terreno fascinante; es curioso que ese sea casi el único "tópico" en que casi no hay películas mediocres: tal vez porque después del mayo francés era a tal punto un SEÑOR PECADO hacer NI LA MÁS MÍNIMA CRITÍCA de estos sacrosantos temas, exponía al director a tales agresiones y ataques, y en general era un tabú tan colosal, y un tema tan políticamente incorrecto en sí mismo que había que ser realmente muy bueno para meterte en esa tremenda camisa de once varas de atreverte a cometer el imperdonable pecado de cuestionar el principio del "Bien Común". Y tu película tenía que tener un talento tremendo para sobrevivir a las críticas por atreverte a tocar el tema prohibido por excelencia.

      A mí El Manantial me recuerda (por temática, que no por parecido) a Farnehaeit 451 de Truffaut. En un mundo al revés, los bomberos, en vez de apagar fuegos, se dedican a quemar libros. El capitán de los bomberos exhibe la Ética de Aristóteles mientras dice: “cualquiera que lo haya leído a la fuerza ha de considerarse superior a quien no lo ha leído”. Tras esta reflexión, añade: “es inútil Montag, todos tenemos que ser iguales. El único modo de alcanzar la felicidad para todos es ser hechos iguales, estar todos al mismo nivel. Por eso tenemos que quemar los libros, Montag. Todos los libros”.

      ¿No les suena un poco a Toohey?

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    5. Pues sí; el tema del bien común es el tema incriticable por definición, poner en tela de juicio hasta que punto exacto el bien común debe prevalecer sobre el derecho individual (o viceversa) es meterse en camisa de once varas. Hablar de los defectos, las imperfecciones o los errores a los que puede tender el principio (sacrosanto por definición) del bien común, o hablar de cómo puede ser tergiversado en favor de unos trepas, o de como pueden cometerse injusticias y/o errores precisamente en nombre del bien común (ya sea de buena o mala fe) o de como puede el derecho individual entrar en conflicto con el bien común es todo un peligro, porque te expones a todo tipo de agresiones a cuál más violenta.
      No es raro que todas las películas que lo tocan sean muy buenas: tienen que serlo, porque el director sabe que se esta jugando el pellejo.

      A mi mente vienen Pena de Muerte donde hacen un análisis tremendo de hasta que punto la pena de muerte atenta contra el individuo o defiende los derechos de la sociedad. Un Thriller tremendo, lo recomiendo muhcho. Es curioso que sea cine negro puro.

      Otro caso: La Naranja Mécanica. ¿Hasta que punto puede la sociedad aplicar tratamientos como ese en nombre del bien común? Es curioso que el tratamiento nos inspire todavía más repugnancia que los crímenes cometidos por Alex. Y eso que estos son descritos con todo detalle.

      Otro caso: Cuando el Destino nos Alcance (Soyent Green) en nombre del bien común se hace que...

      Y así sucesivamente. Casi todas grandes películas.

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    6. Alamein, gracias por tu comentario, tomo nota de tus interesantes disgresiones acerca de la postura filosófica de Rand. Lo cierto es que lo que ella representa es una suerte de liberalismo rawlsiano, que se enfrenta al comunitarismo, que viene definido perfectamente por toda la parte de tu comentario dedicada al bien común.

      Sobre los derechos colectivos, tengo que discrepar contigo. Hay múltiples argumentos que justifican su existencia, y no sólo de comunitaristas, incluso de liberales post Rawls. Intentaré bucear en documentación que tengo por casa para proporcionarte algunos nombres al respecto.

      Un saludo

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    7. Hola anónimo, muchas gracias por el comentario, lo cierto es que no he visto la película que comentas, motivo por el cual no puedo responder como se merece a tu comentario.

      Un saludo

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    8. Hola Iceman, gracias por comentar la entrada, gran película la que propones Farenheit 451, aunque lo realmente impactante es el libro de Bradbury claro. Una generación de novelistas de ciencia ficción que destacaba por su propio peso.
      Muy de acuerdo en tu comparación entre ambas películas, y lo cierto es que, como bien señalas, ahí tenemos un argumento que bien podría ser de otro Toohey, el control de la sociedad en beneficio personal, mostrando como estandarte el beneficio de todos.

      Un saludo

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    9. Hola Otaku, gracias por el comentario, me alegra verte de nuevo por aquí. También de acuerdo en que las películas que tocan ésta dicotomía acaban siendo grandes títulos, supongo que el tema lo merece. No deja de ser una cuestión que ha venido enfrentando a las mentes pensantes de la sociedad desde tiempo atrás. Es una polémica potenciada entre Kant y Hegel que se retoma en los años 80 con los comunitaristas y los liberalistas que siguen a Rawls. Tuve que sufrir todas éstas disgresiones, puntos de vista, argumentos y contraargumentos en una asignatura de la facultad hace poco tiempo, y aseguro que es un tema farragoso a la par que interesante.

      Un saludo

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  3. Cooper no vacila en hacer el diseño de una humilde gasolinería, o sea que no le hace ascos a nada ni a nadie. Es la adulteración de su diseño (NO que se use para viviendas sociales) lo que no perdona.

    Adulteración que se comete sin su consentimiento. Y es la hipocresía con que se usa como arma en su contra "el bien común" lo que denuncia Rand. De hecho, se ha planeado de antemano tenderle la trampa de que sean precisamente viviendas sociales. OJO: y NO una mansión para un ricachón o una gran fábrica, cosas esas todas ellas "malas" en sí mismas que Cooper sería APLAUDIDO por volar, no, nada de eso, se eligen de antemano viviendas sociales y se hace adrede porque se sabe que si Cooper hubiera volado una mansión de un ricachón o una fábrica todo el mundo diría: "bueno eso no es tan "pecaminoso" como volar viviendas sociales" y allí esta la trampa puesta con toda sangre fría. Cosa que Rand muestra explícitamente como algo planeado desde el principio.

    Rand lo que busca es plantear la amenaza que representa para una sociedad colectivista hasta las últimas consecuencias la capacidad humana de crear en forma independiente, no subordinada a los intereses de la clase burocrática dominante que corta el queso, y decide literalmente que es correcto crear y pensar y que no.

    Hoy, en pleno siglo XXI cuando esa libertad ya no esta amenazada por nada ni por nadie desde hace una generación, pues es difícil sopesar en toda su magnitud y toda su terrorifíca intensidad el peso de ese debate.

    Recordemos que Rand despreciaba a los mandarines de la cultura comunista que condenaban toda creación artística no alineada explícitamente con el socialismo (Recordemos a Sartre y su gran polémica con Camus cuando este escribió El Rebelde o la forma que en España se trató a Orwell de traidor por haber tenido la decencia de denunciar los crímenes de la república irónicamente justo después de haberse jugado el pellejo en las brigadas internacionales, o como tantos intelectuales latinoamericanos aquí lincharon a Vargas Llosa por criticar la revolución cubana tras el famoso Caso Padilla) y desterraban entre maldiciones a los "traidores" a la causa que osaban hacer una visión crítica de la cultura de izquierda (cualquier crítica; no importa cuál)sin importar precisamente los casos y particularidades individuales. Hoy en día todo eso es café frío que no levanta pasiones, pero en 1949 era un debate absolutamente vital.

    Para mí lo mejor de la película esas escenas de romance al son de la música de fondo. ¡Ah, hoy día ya nadie rueda así! Sabemos que es una técnica abandonada, pero aún así por momentos nos conmueve aún hoy. Ver a Neal subiendo al cielo en toda la magnitud visual de la frase en el ascensor que lleva a el último piso del rascacielos, o verlos a ambos abrazados en la noche con ese fondo musical...¡Ah! Eso sólo lo hace ese cine clásico.

    ¿¿¿Porque ya no se ruedan escenas así???

    El cine suele reinventarse a sí mismo, (la forma en que Indiana Jones hace síntesis de todo el cine de décadas es un buen ejemplo) pero no se ha inventado aún una versión actualizada de esas grandes escenas de antes.

    Esperaremos hasta que ese día llegue.

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    1. Hola Jorge Luis, muchas gracias por comentar la entrada. Entiendo perfectamente que Roark no tiene prejuicios ni aires de grandeza con realizar obras como una gasolinera o viviendas para pobres, mi comentario no va en esa línea.
      Hombre no creo que sea tramposo el hecho de elegir viviendas sociales, lo que creo es que si eligiesen la mansión de un ricachón se estaría perdiendo el verdadero debate.
      Sin duda lo que muestra Rand con su obra es el gran debate de la segunda mitad del S XX, y está claro el enfrentamiento entre la mente pensante y la oligarquía dominante. Es una sociedad comunista, están claros los paralelismos. La cuestión es que no consider el comunismo como un sinónimo de socialismo, y por tanto me niego a identificar el bien común con el comunismo. Porque veo al comunismo más cercano a una visión corrupta del capitalismo. Veo mi error en cualquier caso, al identificar a Roark como una versión idealizada del mismo, esto tras una segunda meditación es obviamente incorrecto.
      Pero creo que apuntas muy acertadamente lo complicado que es valorar el debate con una visión actual, respecto de lo que supuso en aquéllos años. La crítica de Rand es certera, y creo que se traslada cristalinamente al celuloide.
      Yo identifico mucho con ese cine clásico los colores, antes eran colores vivos, mi abuelo siempre decía que nunca se encontrarían en las películas actuales colores como los vistos en Gigi (tenía obsesión por los colores de Gigi, curiosamente).

      Un saludo Borges!

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    2. Siempre es un placer dialogar contigo, pero no sé si la página ya esta activa de nuevo. Espero que sí.

      Me parece que intentas medir esta película por el rasero actual y eso es imposible. Dices: "Pero identifican en éste debate al bien común con esa visión comunista que nada más lejos de la realidad tiene que ver con la teoría del comunitarismo, autogestión o socialismo. Mi obsesión es tratar de separar ambos conceptos".

      En primer lugar, en 1949 todo el mundo usaba las palabras comunismo y socialismo como sinónimos. (Para empezar por allí) y casi todos los propios socialistas consideraban el socialismo como un simple paso intermedio para alcanzar el comunismo: su meta ideal, confesada explícitamente como tal. No se admitía separación entre ambos concetpos. No puedes olvidar eso.

      Aciertas de lleno al señalar que Toohey no puede represantar el bien común, pero es que eso es precisamente "el mensaje" que Rand quiere recalcar. Recordemos que en 1949 poca gente tenía la experiencia de vivir bajo el comunismo (Como Rand). Y los intelectuales de izquierda de aquella época, Cuando visitaban la URSS era para ser agasajados con homenajes como invitados de honor, no para compartir el pan y la sal con los obreros en las fábricas ni con los campesinos en las granjas. Regresaban a occidente disfrutando de las comodidades burguesas del capitalismo y a tronar contra él, generalmente obteniendo pingües ganancias por sus artículos...y negando que hubiera explotación de los proletarios en el stalinismo. Por grotesco que eso pueda parecernos hoy, era una realidad en 1949. Rand despreciaba a esos intelectuales y para ellos creo a Toohey. Digamos que Toohey representa al intelectual corrompido de aquella época y muestra (sádicamente) como se parece extrañamente al capitalismo al que se supone que se enfrenta.

      ¡Es una paradoja intencional, no un error!

      Pero sólo admite la lectura de 1949. No puedes medirlo por la escala del siglo XXI.

      En cambio me parece que te cuelas cuando dices que no quieres " caer en la tentación de hacer una apología del capitalismo más salvaje." ¿Desde cuándo criticar un sistema (cualquier sistema) implica caer en el riesgo de hacer apalogía de su opuesto. Yo puedo mostrarme muy crítico con los defectos, las imperfeciones, y las lagunas de la democracia para señalar que es un sistema imperfecto. Supongamos que viene alguien y me dice: "Vos no podés criticar la democracia porque eso es hacer apología del totalitarismo". Pues bien...jíjate vos en la paradoja que te voy a plantear...

      ¿¿¿Esa manera de pensar no es precisamente la quintaescencia misma del totalitarismo???

      Je je je. :-)

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    3. Por lo demás, si miras al personaje de Wynand verás que El manantial se muestra muy crítico con el capitalista principal (Wynand) no lo vemos en escena sino hasta después de que sabemos que es un tipo de cuidado porque el jefe de Roark rompe frenéticamente sus periódicos. Vemos que COMPRA A O ´Neal como un pillo. Pero también vemos que tiene virtudes y defectos combinados. Si la intención fuera hacer apología del capitalismo sin más Wynand sería un capitalista mucho más simpático, al estilo Schindler, por ejemplo. Y no lo es.

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    4. Jorge Luis Borges, gracias por tu comentario, como ves sigo un a trancas y barrancas con el blog pero espero mantenerlo vivo de momento. Desde luego sigue activo, aunque con un ritmo sensiblemente inferior en las actualizaciones.
      Es cierto que puedo estar cayendo en el error de valorar dichos acontecimientos con un pensamiento actual que impide ser justos con ellos. Sin duda la crítica de Rand en 1949 es una bomba y como tal se valora. La película en si misma me parece un ejercicio bastante interesante de debate, como estamos dejando patente todos.
      Sobre el tema de hacer apología de esos opuestos, sé perfectamente que no lo hago, pero creo que quizás desde fuera pueda malinterpretarse de ese modo. Sobre todo en un debate entre dos extremos tan calientes, quizás la gran división ideológica del S XX.

      Me convence tu alegato sobre Wynand, de hecho me parecía un personaje interesantísimo por eso mismo, se muestran defectos y virtudes, es un tipo complejo y contradictorio, que es lo veraz y semejante a la realidad.

      Un saludo

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    5. La mejor forma de mantener despierto un blog tan interesante como el tuyo es actualizar siempre, para que todo el mundo se de cuenta de que ya esta activo: verás como te llueven comentarios. Trabajo también, pero creo que eso es lo que te gusta...je je je.

      Sobre Wynand hay un dato que quizá te interese:en la novela original Wynand se enorgullece de sus bajos orígenes (en la película creo que también lo hace; en la escena del yate con Roark) y suelta pequeños discursos sobre el tema. Rand era aficionada al estudio de la oratoria y tenía la costumbre de escribir verdaderos discursos en miniatura por la boca de sus personajes. En el caso de Wynand, Rand literalmente copio y pego muchas de las frases de Evita Perón cuando ésta se jactaba de haber emergido del barro social y ser una persona "del pueblo". Y las puso en boca de Wynand. A Rand le gustaban esas "bromitas" de poner en boca de un capitalista puro y duro muchas de las frases de Evita (parece que sentía curiosidad por la líder femenina populista) y las reproducía textualmente al pie de la letra: pero eso sí, cambiando el contexto totalmente. Le divertía burlarse del rimbobmante contenido emocional de los populistas copiando en sentido literario sus propias grandiosas frases, pero poniendolas en boca de un perfecto capitalista:

      "Yo salí del barro de la sociedad"

      "A mí nadie me regaló nunca nada, todo lo que tengo me lo curré"

      "Sé como nadie lo que cuesta ganarse el pan con el sudor de la frente y partirse la espalda trabajando"

      Y así por el estilo.

      Lo curioso es que los discursos de Wynand son muy coherentes y muy lógicos a pesar del contenido superemocional de las frases de Evita; pero están destinados a demostrar justo lo contrario de lo que Evita pretendía decir...y lo hacen de hecho, con una lógica aplastante.

      A Rand le gustaban esas bromitas de usar las mismas frases de los populistas en el discurso de auto justificación del capitalista de pura cepa, como una parodia intelectual y emocional a la vez, así como una burla.

      Tenía mala leche de verdad.

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    6. Hola Borges, gracias por el comentario, como ves me está resultando un poco difícil actualizar y comentar todo lo que quisiera, pero estoy seguro de que los participantes habituales seguiréis comentando tarde o temprano. De todas formas espero poder coger tiempo para ello pronto..
      Me parece muy interesante lo que comentas sobre las frases del populismo de Evita superpuestas en la figura de Wynand, no tenía la más remota idea de ello. Desde luego era alguien realmente inteligente Rand, estos "mini discursos" son del todo coherentes en la figura de Wynand, pero poco más hay que añadir a tu comentario.

      Un saludo

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  4. La ví hace una pila de años y ya no la recuerdo bien, pero creo que el debate se planteaba en los términos fijados por el fiscal (Que no es Toohey) cuando dice:

    "La pregunta que deben hacerse, damas y caballeros del jurado es si un hombre que se niega a servir a la comunidad tiene derecho a vivir"

    Y Cooper responde que el no cobró un dólar por el trabajo, porque en el contrato se especificó muy explicítamente que su pago sería el mantenimiento fiel de su diseño y no dólares. Si la comunidad no cumple con su parte del trato, mal puede ampararse en el "bien común" para pasar por sobre los derechos del individuo en un contrato que favorecía precisamente a la comunidad, ya que él trabajo sin cobrar dinero. En resumen que el "bien común" no autoriza a la comunidad a violar su parte del contrato.

    O, si se prefiere, simplemente lo que pasa en definitiva, es sólo que el fin no justifica los medios: que las viviendas fueran "sociales" no autoriza a la comunidad a pasar por encima de los derechos del individuo. Si se permite que en nombre del "bien común" se viole el contrato entonces el fin justifica los medios, y así la conclusión inevitable es que en nombre del "bien común" se adopta la cultura del todo vale.

    Punto.

    (En la novela, Rand hace comentarios muy cáusticos, por no decir brutales, acerca de cómo si la vivienda fuera una mansión privada el mismo razonamiento sería aceptado desde el principio como la cosa más clara por todo el mundo, y cómo, precisamente porque las viviendas son "sociales" es tan fácil para Toohey enrollarlo todo)

    Por lo demás, en la novela las viviendas tenían desde el principio un seguro privado que ya se encargará de pagar la aseguradora, así que los ciudadanos no se van a quedar sin sus viviendas. Creo que en la película el juez dice que el coste de la viviendas no debe ser tenido en cuenta por el jurado. Rand se permite hacer unos comentarios de muy mala leche sobre los empleos que el trabajo que la construcción por segunda vez de las viviendas va a producir como beneficio a la comunidad haciendo comparaciones venenosas con la política keynesiana de poner a la gente a cavar hoyos para luego ponerlos a cerralos. Algo que realmente pasó en la preguerra y que en 1949 tenía un contenido particularmente sangrante. Vale decir que el economista Henry Hazlitt ya había hecho comentarios similares, en 1946 en "Economía en una lección" una obra muy polémica que despertó mucho ruido entonces, pero admitida universalmente en el siglo XXI como válida: y que demuestra que Rand se había documentado muy bien.

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    1. Ernest Bornigne, muchas gracias por tu comentario, por cierto me entusiasma éste fantástico secundario.

      Efectivamente el debate está meridianamente claro desde la película, el contrato se ve insatisfecho, aunque creo que la reacción de Roark es desmedida. Pero creo que hay una crítica de fondo que supera la propia historia de la película, contra el comunismo y su alienante forma de tratar el mundo del artisteo. Por cierto que algo de ésto se contaba magistralmente en otra película comentada en el blog, la vida de los otros, maravillosa obra maestra alemana.
      Pero identifican en éste debate al bien común con esa visión comunista que nada más lejos de la realidad tiene que ver con la teoría del comunitarismo, autogestión o socialismo. Mi obsesión es tratar de separar ambos conceptos, y no caer en la tentación de hacer una apología del capitalismo más salvaje.

      Está claro que el hecho de que sean viviendas sociales y no una mansión le da un punto picante al asunto, me parece que en la película Roark acaba construyendo con sus propios diseños ese proyecto, y el hecho de que en la novela se hable de un seguro que pagará a los damnificados me parece otro elemento que vicia la discusión. No debemos tener esto en cuenta, pues nos anima a ponernos del lado de Roark, el daño es menor, puesto que será reparado, creo que debe presentarse en toda su crudeza, hombres, mujeres NIÑOS durmiendo en la calle en el duro invierno. Eso le da más vidilla a la discusión jeje ;)

      Me parecen muy aprovechables tus apuntes económicos finales, un saludo!

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    2. Catherine Zeta Jones31 de diciembre de 2012, 20:51

      Mmmm... me parece que en cierto sentido todo eso se parece a lo que te comentó alguien en La Leyenda del Indomable: que el que Newman sólo cometiera el delito de romper parquímetros es un "truco" del director para conseguir que el personaje nos caiga bien.

      Tu respuesta es que "Reventar unos parquímetros es su crimen. Su crimen es este. Luke no es un asesino, ni un ladrón ni un delincuente."

      O sea, que para tí no es un "truco sucio" que el director "elija hacer deliberadamente" que Newman sea arrestado por ese delito en particular, (y no por otro menos simpático) porque tal y como respondes al comentarista:

      "la historia no es la que tu quieres que sea sino la que nos narra el guionista y director".

      Pero en cambio, aquí, el hecho de que las viviendas estén aseguradas y que Roark sepa que los pobres no se van a quedar sin ellas...

      ...parece que AHORA SI es una especie de "truco sucio", algo que vicia el debate, algo que hace que el espectador "caiga en la tentación" de ponerse de parte de Roark.

      "me parece otro elemento que vicia la discusión. No debemos tener esto en cuenta, pues nos anima a ponernos del lado de Roark".

      Pero..."la historia no es la que tu quieres que sea sino la que nos narra el guionista y director".

      ¿No?

      Y Roark sabía que las viviendas estaban aseguradas. El Juez mismo dice en la escena del juicio despues del alegato del fiscal que el jurado NO debe tener en cuenta el precio material de las viviendas.

      ¿Porque NO debemos tener eso en cuenta?

      También se podría poner es toda su crudeza a Roark esperando el día de su juicio en una celda, junto con violadores, criminales y asesinos en la cárcel viendo cómo hacen trabajos forzados...¿Eso no "le daría más vidilla a la discusión"?

      Je je je ;-)


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    3. Hola Catherine, muchas gracias por tu comentario, recuerdo la discusión acerca de la leyenda del indomable. Creo recordar que te parecía una película tramposa y manipuladora porque mostraba a los presos como los buenos y a los alguaciles como los malos malísimos.
      Sin volver a entrar en ese debate, que ya está pasado y dedicado en su entrada específica, lo que comentaba no es que no me pareciese un truco, es decir, está claro que de ésta forma el personaje nos cae mejor que si fuera un asesino, sino que puestos a especular deformamos la historia que estamos comentando. Creo recordar que también hay una carga ideológica en contra del autoritarismo y la forma en que se ejercían castigos corporales, infamantes, contra los presos, no en la Edad Media, sino en la América de los años 50. Ésta era la GRAN justificación de la película. Para procurar ésta crítica se utiliza un delito menor, para representar cómo por una minucia acabamos con un señor perfectamente normal y corriente y socializable mezclado entre asesinos y violadores. Esa es la crítica de la película. Por eso no me parece un truco sucio, es una argucia para representar una situación del todo real y criticable, sin la cual la situación tipo cambia, y por tanto la conclusión y crítica no pueden ser las mismas. Se modificamos esas condiciones de partida, la crítica también cambia.

      En cuanto a lo que me concierne sobre Roark, está claro que también resulta una argucia para que Roark no nos caiga tan mal, pero sí creo que se pierde el debate trágicamente, es mucho más fácil plantearnos el dilema si nos fijamos en la historia a pies juntillas. Pero ésto no lo discuto ni cuestiono, mi cuestionamiento gira entorno al debate ideológico que subyace. O que yo identifico que subyace en la película, dado que hay comentaristas que no lo identifican de la misma forma que yo.

      Un saludo y encantado de debatir

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    4. Catherine Zeta Jones4 de enero de 2013, 21:54

      Siempre es un placer intercambiar opiniones contigo.

      Creo que me has confundido con otra persona; yo me limite a escribir que Newman estaba mejor en la gata sobre el tejado. Quien comentaba lo del maniqueísmo era otra comentarista cuyo nikcname era Liv Tyler. (puedes verificarlo si quieres) Supongo que como yo también uso el nick de mi actriz favorita eso te confundió.

      Debo confesar que temo haber entendido mal tu respuesta. Quisiera aclarar el punto porque de lo contrario podemos enredarnos sin querer.

      Veamos: me dices que la GRAN justificación de La Leyenda es su mensaje anti autoritarista. Y que por eso no te parece un truco sucio que Cool Hand Luke sea arrestado por romper parquímetros y no por un crimen más severo. (Aunque reconoces que efectivamente es una argucia del director para que su personaje nos caiga más simpático).

      Admitámoslo.

      Pero…¿¿¿Es que El Manantial no tiene un mensaje anti autoritarista exactamente tan válido como La Leyenda ??? Aquí es donde me confundo, porque entonces esa es también la GRAN justificación de que Roark sepa que las viviendas están aseguradas y que en la escena del juicio en la película el propio juez diga al jurado que el precio de las viviendas no debe ser tenido en cuenta. Me parece como si dijeras:

      “Como me gusta mucho el mensaje progresista del La Leyenda justifico a capa y espada que el guión haga que el delito del prota sea elegido adrede para que su personaje le caiga simpático al espectador, pero como no me gusta el mensaje libertario de El Manantial, entonces AHORA digo arbitrariamente que el que Roark sepa que las viviendas están aseguradas cuando decide volarlas, me parece otro elemento que vicia la discusión. No debemos tener esto en cuenta, pues nos anima a ponernos del lado de Roark".

      Y allí es donde pienso que debo haber entendido mal. No puedo creer que tu postura sea esa.

      Especialemente cuando afirmas antes que "la historia no es la que tu quieres que sea sino la que nos narra el guionista y director". Como elemento para tomar en cuenta al hacer una crítica de cine.

      Tampoco puedo entender bien como es posible que a una persona que se dedica a romper parquímetros por el puro placer enfermizo de destruir, (sin motivo alguno, simplemente por el puro gusto de destruir por destruir sin más) por el simple placer de ejercer la violencia gratuita contra unos pobres parquímetros que nunca le han hecho ningún daño, se le pueda considerar seriamente como a “un señor perfectamente normal y corriente y socializable mezclado entre asesinos y violadores”. "Y en cambio a Roark se le aplica “la ley del embudo” y NO se le considera para nada y por nada en ningún momento como a “un señor perfectamente normal y corriente y socializable mezclado entre asesinos y violadores.”. Allí hay otro punto que creo no haber captado correctamente.

      Si me pudieras aclarar un poco esas cosas me gustaría mucho.

      De todos modos me he quedado con la curiosidad de saber otra cosa: Dices que si se rodaran hombres mujeres y NIÑOS durmiendo en la calle eso le daría un poco más de vidilla al debate. Pero ¿Y si se rodara una escena en que aparece Roark en la celda de un penal junto a asesinos, violadores, y demás criminales de toda laya, viendo por la ventana con barrotes de su celda como los ponen a hacer trabajos forzados mientras espera el día de su juicio, sabiendo que si es declarado culpable tenrá que trabajar junto a ellos...eso no le daría también un poco más de vidilla al debate? ¿O es una escena que no deberia de ser filmada en tu opinión?

      Me gustaría saber tu opinión: ¿Le daría más fuerza a la película esa escena? ¿Le daría menos? ¿Debería rodarse o no? ¿Enriquecería el debate o lo viciaría?

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    5. Lo de Roark no es pura ficción: en pleno siglo XXI aquí mismo en España vemos algo parecido: sólo hay que mirar en Bilbao el caso de la Pasarela Zubi Zuri (Puente Blanco) que cruza el Nervión, poco más allá del Ayuntamiento. Fue diseñada por el valenciano Calatrava, uno de los grandes referentes a nivel mundial en ese mundo que podíamos llamar del diseño inmobiliario. Puestos a destacar, su especialidad precisamente son los puentes. Como evidentemente el encaje del puente con el entorno no era funcional, se monto una solución provisional que era la prolongación del mismo con un mecanotubo, lo cual a Calatrava no le hizo ni pizca de gracia. Pero el asunto fue a mayores cuando el Ayuntamiento encargo a el arquitecto Isozaki una pasarela definitiva que ensamblase la Zubi Zuri con el centro urbano (y que no le propusiese nada a su estudio). Calatrava demando al Ayuntamiento y a los promotores por vulneración de sus derechos como creador de una obra artística. En primera instancia, el Juez reconociéndole esos derechos, avala la actuación del Ayuntamiento en función de la utilidad pública de la obra. Calatrava apeló el fallo y la Audiencia Provincial de Vizcaya rectificó el dictamen del juez. Se condenó al Ayuntamiento a pagar 30.000€ en concepto de indemnización al conocido arquitecto. Sin embargo, el tribunal consideró desproporcionada la cantidad solicitada por el demandante, tres millones de euros. El arquitecto valenciano decidió donar esa cantidad a la Casa de la Misericordia de Bilbao. O sea, que habría que revisar las leyes americanas sobre el derecho de Obra artística. Sería interesante.

      Yo creo que la escena de los hombres mujeres y niños durmiendo en la calle viciaría el debate. Primero porque daría pie a la falsa creencia de que la culpa es de Roark porque ahora no hay vivendas. En realidad la gente nunca duerme en la calle porque no haya viviendas, lo hace porque no tiene dinero. (Los únicos casos en que gente con dinero duerme en la calle se dan en tiempo de guerra en el caso de un bombardeo o en casos de catástofes naturales, como terremotos, huracanes, etc). El problema no es nunca la escasez de viviendas; es la escasez de dinero. No es lo mismo.

      Y además esa escena le daría un factor demágogico a la película: vendría a publicitar la falsa creencia de que todo se resuleve conque papaíto estado se ponga a regalar masivamente casas a diestro y siniestro, a lo bestia, sin más. El problema de la vivienda no se ha resuelto así jamás en ningún país. Se resuelve creando empleos (productivos) y oportunidades de negocios (autónomos) que le permitan a la gente reunir dinero. En todos lados es así. (Digo empleos productivos, porque si fríes a impuestos a la gente para pagarles a los que cavan hoyos para luego cerrarlos simplemente estas robando a Pedro vía impuestos el dinero conque le pagas a Pablo para hacer un trabajo absolutamente estéril).

      De paso: en ningún lado se regalan viviendas. Eso no se ha hecho nunca. Las viviendas sociales no son gratis, sino que se financia su coste inicial a cargo del estado vía impuestos (o sea, no es gratis, porque lo paga todo cristo) y luego, además, los inquilinos van pagando poco a poco a precios generalmente más bajos de lo normal, pero pagando al fin, o sea que las personas que han llegado a un nivel de pobreza tal que duermen en la calle nunca van a tener vivienda por esta vía: son los que vivien hacinados en casas que tienen capacidad para la mitad de personas que las que la usan (el frecuente caso de dos o tres familias viviendo en una misma casa) los que pueden ver mejorada su situación, porque son, mal que bien, los únicos que tienen el poder adquisitivo para pagar por lo menos el precio módico de una vivienda social. Los que duermen en la calle no pueden hacer ni eso. No importa cuantas viviendas construyas, no vas a resolber el problema de esos indigentes por esa vía: tienes que crear empleos y fuentes de negocios para resolverles su problema a ellos.

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    6. Por lo demás, ni en el más comunista de los estados se han REGALADO nunca jamás viviendas. (Eso no se ha hecho absolutamente nunca). Lo que se ha hecho es dar viviendas a familias a las que luego se les rebaja automáticamente del sueldo un precio de "pago" módico para que se queden con la vivienda. Pero de gratis nada. Es interesante señalar que aunque con este sistema el precio era muchisímo menor, la escasez de viviendas fué, sin embargo, un rasgo común entre todos estos gobiernos, y el hecho de que varias familias vivieran en una misma casa era cosa común. En algunos países, incluso se usaba a la vivienda como un arma política: si no estabas de acuerdo con la política del gobierno te la quitaban sin más. Pero lo más frecuente era que a todo el mundo lo pusieran en una lista de espera realmente kafkiana para obtener vivienda, y que tras un proceso de trámites más kafkiano aún, le dieran a los afectos al régimen las suyas...y los disidentes se quedaban esperando. (No es que eso pasara siempre, pero en algunos casos sí). De todos modos las listas de espera con ese sistema eran kilométricas.

      Lo lógico sería que se filmara a los ciudadanos que vivían con el papá, la mamá, el tío miguel, el tío-abuelo Luis, la hija mayor, su marido, sus hijos, y el hermano del marido viviendo como sardinas en lata esperando ilusionados que llegara el día de habitar las viviendas sociales justo antes de que Roark las volara. El problema es que esta visión, por mucha simpatía que inspirase, difícilmente conmovería mucho que digamos al espectador. Las pequeñas tragedias e incomodidades no tienen el mismo "gancho" cinematográfico que las grandes como herramienta para impactar al público.

      Quizás fuera más realista filmar en todo caso, como los obreros que se quedan sin trabajo cuando termina la construcción de las viviendas sociales, tienen que vivir la angustia de no tener ahora dinero para pagar el cuartucho de la pensión en que malviven con sus hijitos, y de repente, cuando ya se están preparando mentalmente para volber a dormir en la calle de nuevo tal y como hacían antes de conseguir el trabajo, les llega la milagrosa noticia de que las vivendas van a tener que ser constuidas por segunda vez. O como a los que todavía duermen en la calle, después de haber fracasado en el intento de conseguir empleo en la primera construcción de las viviendas, les toca ahora volber a tener la oportunidad de conseguirlo en la segunda construcción.

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    7. Lo de Calatrava no lo sabía. Caramba, cada día se aprende algo nuevo.

      Yo creo que filmar la escena de gente durmiendo en la calle le daría un toque demágogico a la película, ya que efectivamente vendería la idea de que todo se resuelve con que el gobierno regale gratis las cosas. Una sociedad donde todo el mundo espera que el gobierno venga a hacerlo todo gratis es como un Matrix del que no se puede salir.

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    8. Pues no necesariamente; si se filmara la escena en que vemos a los que viven como sardinas en lata esperando con ilusión las viviendas y cómo aplauden a Toohey cuando este les ofrece la cabeza de Roark, primero, y después de esa escena vemos a los que duermen en la calle BENDICIENDO la mano que voló las viviendas, porque ahora tienen la posibilidad de obtener empleo en la segunda construcción de las viviendas, entonces no habría demagogia alguna: se estaría retratando la realidad tal cuál es. Sin adornos ni melodramatismos.

      ¿Y tú que opinas Piru?

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    9. Hola Catherine, te pido disculpas porque efectivamente te confundí con otra comentarista que comentaba estas cuestiones. Como decía antes, quizás me haya expresado mal, y entiendo perfectamente tu estupefacción tal y como lo has explicado. Pero desde el comienzo digo que no cuestiono el mensaje y el resultado que nos proporciona la película, respeto tanto los mensajes progresistas como los liberales, aunque es obvio que me identifico más con los primeros.
      Me parece un error hablar de "truco sucio" en ambos casos, nse si fui yo el que introdujo ese concepto y si es así rectifico inmediatamente. Lo que quiero decir es que en ambos casos tenemos ésta argucia, pero creo que en el primero de ellos es necesario para poder desarrollar la crítica fundamental de la película. En cambio no creo que lo sea en el caso de Roark, y por ello creo que nos predispone más en favor de éste. Me hubiera gustado ver a Patricia Neal muerta en la explosión, por ejemplo (con todos los respetos para la pobre chiquilla). Aunque es cierto que en este punto me contradigo sobre la especulación, no es deseable porque acabamos hablando de una película distinta de la que vimos.
      Quizás es cierto que mi propia ideología y valores me traicionan y me hacen ver con distinto rasero ambas situaciones, es muy posible, si es así juro que es del todo involuntario por mi parte ;)
      Me gustaría puntualizar que en ningún momento he tratado a Roark como algo que no es, un desgraciado o un tipo indeseable que merezca estar en la cárcel. Me parece que he escrito mucho en ésta página, pero en ningún momento he dado a entender esto. En ese sentido considero a Luke y a Roark del mismo modo. Y tampoco considero que el hecho de destrozar unos parquímetros justifique tamaña desproporción en su condena. Es absurdo y propio de un sistema penal que nunca podrá ser legítimo. Es un daño material, incluso una forma contestataria de desobediencia civil contra el afán recaudatorio de la Administración.
      Posiblemente esa escena de Roark tras los barrotes habría tenido una fuerza brutal, pero Catherine, ¿no consideras que encontramos esa escena en el banquillo de los acusados?

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    10. Hola Ryuk, muchas gracias por tus comentarios: no conocía el caso del arquitecto Calatrava, me parece muy interesante. En esa misma anécdota podemos ver ambos criterios en las dos resoluciones judiciales, la primera instancia y la sentencia que resuelve la apelación.
      Creo que no me has entendido, no me refería a que se encuentren familias en la calle, motivo por el cual se les construye una serie de viviendas. No es esto lo que comento. Comentaba que esos señores se quedan en la calle al ver demolidas sus viviendas. Posiblemente hubiese sido demagógico, aunque también melodramático, siempre es necesario un buen melodrama!
      Lo cierto es que me convencen tus argumentos, sería más coherente la visión de unas familias hacinadas en sus casas, así como los tipos que se quedan en dinero. También los daños materiales, curiosamente los excluye del debate el propio juez (ciencia ficción, especialmente en ese argumentario liberal).

      Un saludo

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    11. Hola Light, gracias por comentar, yo tampoco conocía la anécdota sobre las andaduras de Calatrava en Bilbao.
      Lo cierto es que no creo que nadie en la página haya defendido que la solución sea que el Estado "regale" viviendas a nadie. Para nada. Al hablar de viviendas sociales para familias más necesitadas hablamos de una serie de viviendas subvencionadas. Hacía Ryuk referencia a un Estado paternalista, y nada más lejos de lo que comentaba anteriormente. De lo que hablo es de un Estado interventor y no inactivo, que debe actuar de modo que los hechos arbitrarios que restan las vidas de sus individuos se vean compensados al máximo, pues la cuestión es que las vidas de los ciudadanos se diriman exclusivamente por los actos de los cuales son responsables. Ésto es a lo que debe aspirar un Estado cuyas instituciones sean justas (por cierto esto es un argumento puramente liberal rawlsiano).

      Un saludo a todos

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  5. La acabo de ver porque me parece muy interesante la crítica hecha por Piru. Y lo mejor son los diálogos. Esa Rand tenía muy mala leche de verdad.

    -"Señor mío, ¿Pero es que usted no sabe que eso no se hace?"

    -Debo entender, naturalmente, que pretende usted hacerme notar que eso se hace, pero no se dice".

    Tremendo. Y así toda la película.

    La mejor escena para mí es la muerte del jefe de Cooper cuando le dice a este que es inútil que no tiene sentido luchar. Candidata para la mejor escena de muerte por mi parte en el blog.

    ¿Ustedes que opinan?

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    1. Barry Lyndon, muchas gracias por el comentario, la verdad que posee la fuerza y lucidez de los diálogos de antaño. Paradigma de ésta cuestión me parece sin duda la gran El sueño eterno, esos dardos envenenados que vuelan durante toda la proyección. Y con un auténtico nivelazo, a veces resultaba complicado seguir el hilo de la conversación. Esto en el cine actual parece ciencia ficción, o por lo menos en el proveniente de Hollywood.

      Un saludo

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  6. En relación a lo del fin y los medios, es interesante que el fin perseguido por Toohey sea su provecho personal de la forma más descarada (muuuuuy buena la escena en que aparece como orador mésianico ante la multitud: en mi opinión la mejor de la película. Todo un ejemplo de manipulación de la masa) pero aunque sus fines sean incofesables, el medio que elige es servir a la comunidad. Una paradoja.

    ¿Y cuando el fin perseguido es odioso pero el medio para alcanzarlo es servir a la comunidad?

    Allí tenemos una pregunta que me gustaría invitarles a todos ustedes a responder.

    Me parece que eso es otra de las cosas que la película parece plantear.

    Pero no me parce que el debate se presente para nada viciado: al contrario, es tan rico y se presta para tantos exámenes que lo que sobran son oportunidades de ver todas sus caras. Como ocurre a menudo en la realidad. Y la humanidad de los personajes (incluida especialmente la humanidad de Toohey y del magnate de la prensa tanto por lo menos como la de Neal y Cooper) le da más fuerza aún.

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    1. Hola Anónimo, muchas gracias por el comentario, aportas una idea muy interesante a la discusión. Por un lado, creo que lo que realmente nos muestra es que a lo largo de la Historia siempre que se ha pretendido servir a la comunidad había un negro interés, o simplemente interés detrás de ello. Esto no es del todo así, creo que es así de aplicable a un plano práctico, pero no al plano teórico.

      Sobre tu pregunta más concreta aún, pues la verdad no sabría responder de un modo menos abstracto, supongo que el fin es odioso cuando se sirve de la comunidad para proteger el interés individual. Engaña al resto mostrando un altruismo que realmente no existe.
      Esa sería mi respuesta, sin duda alguna errónea, jejeje

      Un saludo

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  7. ¡Te has lucido con esta crítica Piru! Vas mejorando cada vez más. Y me has dado casi una delicatess al leerte hoy.

    Pero sólo te he encontrado en falta en dos cosas: primero cuando dices que el debate esta viciado porque Toohey no es ni puede ser el bien común. (En realidad es justo lo contrario: precisamente porque no lo es resulta tan rico el debate, ya que de lo que se debate es precisamente de hasta que punto el "bien común" puede ser manipulado como cualquier otro principio en la práctica real de la vida, y no en teoría).

    Y segundo: cuando dices que Toohey es una versión corrupta del capitalismo. Toohey nunca se comporta como un capitalista por la sencilla razón de que no busca el dinero. Mientras que Smith literalmente vende a su novia por dinero, y Wynand defiende causas en las que NO cree de la manera más mercenaria posible (para vender más ejemplares de su periódico) Toohey lo que quiere es dominar el pensamiento de la gente; que lo correcto sea lo que él dice que es y lo injusto lo que él dice que es. Ni más ni menos que los directores culturales de la URSS que literalmente decidían que obras tenían un valor "social" y podían ser publicadas, y cuáles padecían del tradicional "decadentismo burgués" y por tanto, debían ser prohibidas. (Incluidos Navokop, Solzhenitsin, y Pasternak). Es decir, es un mandarín intelectual como bien ha dicho Jorge Luis. Le dice a Smith que odia a Roark porque éste no se somete a sus deseos y sólo es posible destruirlo, pero no dominarlo. Ahora bien, ¿Por qué un capitalista dedicaría tanto tiempo y esfuerzo a una actividad no lucrativa? El capitalista sabe que su tiempo y energía son limitados y sólo los usa para ganar dinero. Emplear todo el tiempo y esfuerzo que Toohey dedica a acabar a Roark es irracional para un capitalista que vería todo eso como un “coste de oportunidad”. Como un superabogado que cobra tanta pasta por hora que dedicar una sola hora de su tiempo a cosas que no sean dinero es pérdida indirecta, para él, lo quiera o no. Ningún capitalista dedicaría tanto tiempo y esfuerzo a acabar con Roark, especialmente si es más rentable contratarlo para que trabaje para él, darle carta blanca…mientras su trabajo venda, y pelillos a la mar. (De hecho, muchos capitalistas emplean a Roark en esas condiciones y la relación no es conflictiva: ellos respetan la autonomía de Roark mientras este les haga un buen trabajo y él les hace un buen trabajo mientras respeten sus condiciones)

    Vemos también que Toohey le dice a Wynand que él era quién decidía lo que se ponía en las columnas del Banner y él era el que decidía lo que los lectores debían creer, mientras que Wynand sólo era el dueño del dinero, y le pregunta ahora de que le sirve el dinero sin él, sin Toohey. (Una escena que demuestra el odio del intelectual hacia el capitalista precisamente). Lo que motiva a Toohey no es el dinero: es el deseo de dominar la mente de los demás, de imponerles su pensamiento, de que éste sea aceptado por todos como la “verdad” y POR ESO es que se pone de lado de la causa del “bien común”. En cierto modo se parece más a Roark que a Wynand, porque de la misma manera que Roark quiere libertad para crear, Toohey quiere lo contrario: imponer a todos que sólo su manera de crear sea válida. Ambos son curiosamente indiferentes al dinero. Roark pica piedra mientras su trabajo sea sólo suyo, y Toohey trabaja mucho (gratis y sin cobrar un dólar) para hundir a Roark. Ningún capitalista trabajaría gratis así como lo hace Toohey. Así que su motivación no es la de un capitalista. Es la de un intelectual que quiere imponer sus ideas a los demás. No es lo mismo.

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    1. Hola Anne!! muchas gracias por tu comentario y las palabras de ánimo, me alegra que te haya gustado la crítica.

      Sobre la primera cuestión, creo que elegí las palabras de forma errónea, el debate gana con la forma en que se presenta a Toohey, pero creo que se corre el riesgo en identificar en su persona a un socialista, que no a un comunista. Es decir, se corre el riesgo de rechazar per se la idea del bien común, el comunitarismo, cooperativismo y formas de autogestión, por la forma en que la película narra los hechos.

      Sobre la segunda cuestión, que va ligada a la primera, llamo capitalista a Toohey porque creo que realmente lo es. Aunque no persiga dinero contante y sonante, busca un beneficio individual que es el poder. Muy bueno tu paralelismo, que también hizo un anónimo anteriormente al hablar del discurso mesiánico frente a la masa.
      Es decir, no creo que sea un socialista sino un comunista, y el comunismo, si analizamos lo que es y no lo que dice ser, presenta características de un capitalismo de Estado con élites oligopolísticas gerontocráticas, que se permutan en el tiempo eliminando cualquier posible renovación. Esto dista muchísimo de ser lo que en la teoría marxiana se le supone al socialismo.
      Es decir, tampoco creo que el capitalisma se refleje tan sólo en beneficios con el símbolo del dólar, sino en intereses privados, sean éstos cuáles sean.

      Un saludo

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    2. Seguiré contestando al resto en cuanto pueda recuperar el ritmo en el portátil, un saludo a todos!

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  8. Leí el libro de Hazlitt y es muy bueno. Dice que los impuestos nunca los paga sólo el que los paga: siempre los pagan los demás. Si fríes a impuestos a las sociedades NO pagan sólo “los peces gordos”. El ciudadanito de a pie también, ya que las sociedades para no perder demasiado subenr los precios. (OJO: no se lucran con eso, sino que minimizan sus pérdidas, en definitiva no pueden subirlos más allá del límite rentable sin bajar sus ventas) y el ciudadanito paga con inflación. Si fríes al ciudadanito con el IVA los “peces gordos” también pagan, porque el ciudadanito, al no poder comprar tanto compra menos y todas las ventas bajan (la triste historia de del “yo iba mucho al café pero ahora sólo compro pan y bebo agua como los presidiarios: yo sé que estoy perjudicando la economía de mi país al hacer así, pero es a lo que Rajoy me obliga”) y todas las empresas pierden. Con el impuesto a las personas lo mismo: el richachón compra menos ahora, y el vendedor de estolas de visón gana menos dinero, y le compra menos al dueño del café, y como yo ya no le compro el dueño del café quiebra y él y sus camareros se van al paro a cobrar el paro…con los impuestos que los pusieron en el paro.
    Y cuando el políticote fulano construye una presa “que no hubiera existido jamás con capital privado” y se toma fotos “miren cuánto os quiero asi que votad por mí” y los trabajadores de esa presa dicen “Gracias el políticote fulano tenemos trabajo” (tienen que decirlo así los pobrecillos o los ponen en la calle) todo eso se ve…pero lo que no se ve es cuantos cafés quebraron por todos esos mismos impuestos que construyeron la presa, cuántos ciudadanos se privaron de tantas cosas por culpa de esos impuestos, y cuantas empresas dejaron de invertir y contratar por esos mismos impuestos. Un tema de muy mala leche en 1949 cuando todavía se recordaba cuantos parados cavaron hoyos con dinero del pueblo para poner a otros parados a cerrar esos mismos hoyos y que los políticos pudieran decir que “luchamos contra el paro”.

    Rand concedió una entrevista en que decía que Roark había prestado más servicio a la comunidad al volar las casas que al construirlas porque así el empleo creado para construirlas por segunda vez salía de la aseguradora privada y no del bolsillo del pueblo. Y que multiplicado todos los helados que los obreros compraron con su sueldo, todos los automóviles que los ingenrieros compraron con su paga, y las estolas de visón que los políticos compraron a sus esposas con el dinero de la aseguradora, Roark revitalizó mjucho más la economía al volar las casas. Incluso la aseguradora ganaba porque así le llovieron más contratos para asegurar más propiedades al cumplir con la comunidad y eso se traducía en más primas para ella. Y que la aseguradora debería poner vallas con el dibujo de Roark con cuernos de diablo y cola en forma de flecha diciendo: “¿Problemas en tu comunidad”? mientras que el directivo de la aseguradora con alas de ángel aureola de ángel y túnica blanca decía: “Aquí esta la aseguradora para ti”. Y al pie del dibujo: “Pídele a tu comunidad que contrate a la aseguradora” Incluso que penso en poner a Roark construyendo un edificio para la aseguradora y el dueño diciendole que le pagaban doble por la publicidad que les había hecho. Tras salir de la oficina, Roark compraba una estola de visón para Neal y el dueño de la peletería se la regalaba gratis, porque todos los directivos de la aseguradora le habían comprado tantas estolas gracias a Roark que él se la regalaba. Luego se tomaba una copa y el barmen le decía que iva por cortesía de la casa porque el dueño de la peletaría y los directivos de la aseguradora se habían tomado tantas copas gracias a Roark que él le estaba muy agradecido. Y luego cuando Roark se lustraba los zapatos el limpiabotas le decía que no le cobraba, porque los camareros y el barmen se habían lustrado tanto las botas gracias a Roark que él, el limpiabotas le estaba agradecido. “Esto es el keynesianismo” concluía Rand.
    Tenía realmente muy mala leche.

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    1. Emili Bronte, encantado de verte de nuevo, muchas gracias por el comentario. Sobre la primera parte de tu comentario, que me parece muy interesante y polémica, es una visión política y económica sobre la existencia de los impuestos. Hay muchas teorías sobre cómo se deben realizar las cargas impositivas del Estado, incluso sobre si deberían existir las mismas.
      Yo creo que hay ciertas actividades deficitarias, que no generan beneficios por sí solas, pero fundamentales para una sociedad. Educación, Sanidad, etc. Por eso creo que una empresa privada no debe meterse a gestionar éstos ámbitos, porque entiendo que una empresa privada en el marco económico que nos toca vivir supone que pretendan buscar beneficios. Pero ésto genera injusticias sociales, mucho antes que solventar necesidades sociales. Es por ello que creo que la financiación debe provenir del Estado, y está claro que la forma en que se llenan las arcas públicas es mediante la recaudación. La cuestión es cómo debe realizarse esa recaudación. En mi opinión deben pagar todos, pero no de la misma manera. Está claro que un ricachón no tiene los mismos recursos que un pobre de solmenidad, por tanto el impuesto debe adaptarse a esas situaciones (lo cual prácticamente nunca ocurre). Creo que debería incidirse en el gravamen por lo que uno tiene, e intentar evitar las defraudaciones fiscales, que nos llevan a gravar operaciones económicas. Pero si tu gravas operaciones económicas, es difícil que no graves a todos por igual (como el IVA sobre el consumo). Una vez con éste artilugio sí puedes estratificar de alguna manera a la población para no gravarles de la misma forma: por ejemplo mediante un gravamen superior para los articulos de lujo como un visón. Pero no puedes gravar desproporcionadamente los alimentos básicos, pan, agua, huevos, leche, vino, aceite, vino, etc. Incluso gravando desproporcionadamente al artículo de lujo, es más que probable que no sufra pérdidas, porque tienen precios tan elevados que al vender un par de unidades ya cubren pérdidas, no hablemos ya de obtener beneficios.

      En cuanto a la segunda parte del comentario, me parece que la señora Rand tenía un maligno sentido del humor jeje, debía de tener un carácter de cuidado la amiga, además de una gran inteligencia.

      Un saludo

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  9. Muy interesante la pregunta de anónimo. Me gustaría saber que respuesta le da Piru.

    Cooper era un actorazo de esos que nya no quedan. Pero lo mejor para mí es el personaje de Wynand. Es todo lo contrario del ciudadano Kane. El cree que manipula la opinión pública y no es así. Sirve a los prejuicios y tabués de la sociedad que no es lo mismo. Cuando por primera vez se enfrenta a esos prejuicios preestablecidos y esos tabúes sus ventas se hunden y el negocio con él. Mientras que el ciudadano Kane vendía la idea de que el dueño de los medios de comunicación imponía la opinión para sus intereses personales, aquí se ve la otra cara de la moneda. Nunca fueron los titulares del Banner los que titiriteaban la opinión pública: fue siempre la opinión pública la que titiriteaba los titulares del banner. En cuanto Wynand trata de oponerse a esos prejuicios y tabúes se arruina y quiebra estrepitosamente.

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    1. Charlotte Bronte, muchas gracias por el comentario, Cooper es un clásico, como clásica es la película, de esos actores, actrices e historias que da igual cuánto tiempo pase, siempre nos despertará unas emociones brutales. Despide ese aire de galán de Hollywood, pienso que actualmente no hay actores así, quizás Jon Ham y Jean Dujardin.
      Wynan es un personaje estupendo que da mucho juego a la historia. La verdad que al compararlo con él pensaba en el personaje multimillonario líder de opinión, pero es cierto que me quedo con tu reflexión, creo que los has definido y relacionado a la perfección.

      Un saludo

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  10. Efectivamente Toohey tiene unos valores y motivaciones intrínsecamente distintas de las del capitalista. En la novela precisamente uno de los grandes capitalistas le dice que lo malo de los intelectuales como él es que no saben invertir en valores de bolsa y por eso no sirven para empujar la economía de su país. Toohey le responde que el no esta interesado en hacer subir o bajar los valores de las acciones, porque se dedica a algo mejor: él hace subir y bajar los valores de las ideas.

    Sencillamente brutal.

    Buena la pregunta del comentarista anónimo pero me parece muy profunda para mí. Sin embargo me gustaría leer la respuesta de Piru.

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    1. Hola Batiatus, gracias por el comentario. El diálogo es brutal, como brutal es la definición de Toohey de esa manera, lo describe como realmente es. Cómo decía anteriormente, creo que es fiel reflejo de cierta ala del comunismo, que controlaba férreamente a los intelectuales. Pero considero, y me creo las teorías de ciencia política, que lo definen como una versión esperpéntica del capitalista. ¿Crees que entonces un capitalista no puede ser un intelectual? Yo opino que sí porque no creo que los beneficios que persigue el capitalista deban ser exclusivamente monetarios, creo que el abanico puede y debe ser más amplio.

      Un saludo

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    2. Pues va a ser que no.

      Un capitalista por definición persigue beneficios monetarios. (Es de perogrullo vamos). Y Toohey al igual que el propio Roark persigue otros beneficios, aunque a ninguno de los dos le moleste el dinero, no es su meta real. Y ambos se parecen extrañamente en el sentido de ser perfectos polos opuestos: el que busca la libertad total para crear, y el que busca dirigir la creación de todos los demás.

      Un capitalista puede ser intelectual; Carnegie lo era. Puede ser también un científico; Edison y Nobel lo eran y crearon supermepresas colosales. (Bill Gates no me entra exactamente en el término, porque más que un científico es un tecnocráta gerencial) pero todos buscan el dinero.

      Si dices que Toohey es un capitalista porque todo aquél que busca otros beneficios de un abanico más amplio lo es... entonces mi hijo pequeño es un capitalista porque quiere ganarse el regalo que le prometí si saca buenas notas en el cole. La madre Teresa de Calcuta era capitalista porque quería hacerse famosa y lo logró. Un alpinista es capitalista porque busca el beneficio que le produce escalar una montaña. El mendigo que pide limosna en la esquina es un capitalista porque consigue el beneficio de vivir sin trabajar. Y así hasta el infinito.

      Así cualquiera lo es.

      Y si dices que es un capitalista porque busca el poder...pues entonces tooooodos los políticos socialistas son capitalistas porque buscan el poder. Buscar el poder no necesariamente te convierte en un capitalista.

      ES cierto que Roark tiene muchos de los peores defectos de un capitalista sin la mayoría de sus virtudes, pero no me parece que se le pueda aplicar el término sin que la palabra pierda todo su sentido. Si él lo es, entonces el término pierde todo su sentido y le puede aplicar a muchas otras personas que no lo son en lo absoluto.

      Yo me quedaría con la propia versión que tú mismo acabas de escribir: "es fiel reflejo de cierta ala del comunismo, que controlaba férreamente a los intelectuales." Como la menos mala. Pero creo que más que eso, es un prototipo del intelectual que quiere imponer su ley particular a el arte. Es decir, no tiene que ser obligatoriamente comunista para ser así. Un inquisidor de la iglesia católica en el feudalismo, por ejemplo podría ser como Toohey a pesar de que el capitalismo no habría existido aún.

      Más que nada, yo lo caracterizaría como el opuesto de Roark, digamos que la función que representa en la película es servir su contracara. Generalmente es más fácil representar a un personaje no sólo por lo que es, sino por la función que tiene en la historia.

      Hay excepciones, claro, como el John Silver de La Isla del Tesoro o el Laertes de Hamlet, el último es un tipo honorable que se enfrenta al héroe y el segundo un villano que ayuda al grumete Hawkins a pesar de ser su enemigo. Son tipos más interesantes.

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    3. Y todavía más lío; hay otros que evolucionan a lo largo de diversas entradas: como el Aplo de la saga de Rocky.

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    4. Reconozco mi error al identificar ambos como trasuntos de capitalismo y comunismo, pues el debate filosófico que se plantea, que tiene conexión con los anteriores conceptos (ojo) es el de liberalismo y comunitarismo, siempre girando entorno a las ideas de los lazos que nos unen a la comunidad y de las obligaciones particulares universales. En función de una u otra toería nos vamos hacia una u otra figura. Esto es lo que denunciaba Rand, siendo claramente seguidora del liberalismo de Rawls.

      Un saludo

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  11. Entre Roark y Toohey hay una dicotomía en efecto. Pero no es que Toohey represente una versión corrupta del capitalismo y Roark una versión idealizada del mismo. Roark representa una versión idealizada del arte, del deseo de crear sin ningún límite. Toohey representa lo contrario: el deseo de someter toda creación a sus reglas. Ambos, sin embargo, ponen sus principios sobre el arte y la creación por encima del dinero o las ganancias. Ninguno de los dos es pragmático. Y todo capitalista es pragmático por definición: no es casualidad que el inicio de la apertura al libre mercado en China NO haya empezado por los nobles principios de la perestroika de Gorbachov sino por la frase de "A mí no me importa el color del gato mientras cace al ratón".

    Roark se comporta de una manera opuesta con los principios capitalistas cuando se niega a aceptar encargos lucrativos al comienzo de la película porque no le dejan trabajar a su gusto. Termina picando piedras por eso, y no le molesta. Un capitalista diría "el cliente siempre tiene la razón" y cobraría su cheque. Por eso es incompatible que su conducta sea la de un capitalismo idealizado.

    Tohhey nunca intenta aprovecharse del genio de Roark para que él haga todo el trabajo y robarle el crédito (como sí lo intenta Smith) ni asociarse con él para ir a partes iguales, (Como Wynand) sino que emprende una cruzada en contra de Roark sin ganar un centavo por eso. (Y eso ni de coña lo hace un capitalista) Odia a Roark porque no puede obligarle a someterse a sus reglas.

    Por lo demás ese debate ha existido desde antes del capitalismo: los escólasticos insistían en pleno medioevo en regular toda acción creadora a ciertas reglas y lograron incluso valerse del brazo armado de la iglesia para quemar los libros que no les gustaban. Porque "la herejía es lo que yo digo que es". Es decir, el deseo de regular toda creación humana es muy viejo y viene de antiguo.

    En Amadeus vemos a los músicos oponerse a las prácticas musicales "héreticas" de Mozart y al emperador levantando las prohibiciones musicales para que Mozart pueda estrenar su obra.

    Hay una película muy buena de Charlton Heston y Rex Harrison en que hacen los papeles de Miguel Angel y Julio II respectivamente en que se toca exactamente el mismo tema. Heston se opone a que la capilla sixtina sea exhibida sin estar terminada y el papa literalmente le cae a golpes (No no estoy de broma, es que eso sale así de verdad en la película) para que no sea tan tozudo.

    Se llama "La agonía y el éxtasis" y es muy buena.

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    1. Hola Ilse Nastase, gracias por tu comentario, yo creo que lo que Toohey defiende es su posición como gurú del arte en la ciudad, que le otorga poder, influencia, y (Sí) pingues beneficios monetarios. Toohey observa que la revolución artística planteada por Roark podría dar al traste con el tinglado que tiene montado, por qué sino va a molestarse tanto en destruir un arquitecto cualquiera. En ese sentido yo creo que Toohey es muy pragmático. Eso de no ganar un centavo es muy cuestionable, su beneficio es mantener todas las prerrogativas de las que goza defendiendo unas teorías y formas anticuadas que podrían dar al traste con su reputación (lo que implica que deje de percibir esos pingues beneficios).
      Roark es un liberalista económico, cree en el principio básico de la libertad individual sobre cualquier limitación que provenga de la comunidad o de la colectividad.
      Es interesante lo que comentas sobre en torno a la creación y la contestación de los cánones imperantes en las distintas épocas. No he visto esa película pero me la apuntaré.

      Un saludo

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  12. Sí, recuerdo esa película; Heston se pelea con los cardenales porque estos le quieren imponer que no haya desnudos en la capilla sixtina y él les responde que Dios creo al hombre a su imagen y semejanza y que no sentía vergüenza de estar desnudo, que los curas inventaron la vergüenza, los cardenales le tildan de hereje y las cosas no van a mayores sólo porque el Papa media entre todos.

    Lo sabroso es que no lo hace al modo clásico de "somos todos hermanos" sino con una matonería de "Aquí mando yo, a ver, ustedes, cardenales, dejen de j... a Miguel, quienes se han creído que son, él único que puede j... al prójimo en este cotarro soy yo y no admito competencia, y tú Miguel, deja de meterte con mis cardenales o ya verás lo que es bueno, que el que paga aquí soy yo y tú tienes que estar a lo que yo te mande" que hace que curiosamente que uno diga para sus adentros: "Vaya Papa original, la verdad es que tiene muy mala leche, pero a mí me cae bien".

    ¿Se puede comentar? Es una película que vale la pena.

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    1. Hola anónimo, gracias por comentar, la verdad es que no conocía la película que Ilse nos proponía. Haré por verla y si tiene alguna conexión con el blog la comentaremos sin ningún problema.

      Un saludo

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  13. Totalmente de acuerdo, la dicotomía Roark-Toohey no es la de un capitalismo idealizado/corrompido sino la de el artista que quiere libertad ilimitada para crear contra el que quiere someter a la creación de los demás a sus propias reglas. En realidad es un debate muy viejo, y se ha tocado en muchas películas.

    La agonía y éxtasis se basa en una novela, que tuvo una curiosa continuación en Desnudo Nací sobre la vida de Rodin y sus disputas con la academia francesa que quería prohibir algunas de sus obras, por no ser clásicas.

    Lástima que esa otra novela de escultura nos e haya llevado al cine.

    El Manantial me recuerda (aqunque claro está, muy de lejos) a El Nombre de la Rosa en ese sentido. Los monjes que quieren prohibir los libros que "tienen una sabiduría diferente a la nuestra" para que no pasen a la posteridad (un tema que era muy vital en el medioevo donde casi todo lo que nos a legado el pensamiento clásico grecorromano nos llegó precisamente a través de las abadías medievales que conservaron esos libros en una época sin imprentas donde su pérdida hubiera significado la pérdia total del pensamiento clásico tal y como se perdieron los secretos de cómo construir pirámides cuando se quemó la biblioteca de Alejandría) se enfrentan a los que quieren conservar todo saber, sea o no del agrado de las doctrinas oficiales...aunque en este caso las doctrinas oficiales sean precisamente las suyas propias.

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    1. Hola Sporados, muchas gracias por comentar la entrada. Propones un título interesante en El nombre de la Rosa, espero poder comentarla pronto pues es un buen ejercicio de cine negro-histórico, pero también plantea debates como el que comentabas.

      Un saludo

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  14. El Nombre de la Rosa es un ejemplo del mejor cine negro reinventado de tal forma de ofrecer algo nuevo (generalmente se acusa al género de tenerlo todo inventado desde hace tiempo y no dar casi nada nuevo) me gustaría mucho que se comentara.

    El enfrentamiento entre el artista que quiere saltarse los límites clásicos y el clasista que se empeña en perseguirle es motivo de casi todas las películas que tratan temas artísticos, y siempre se toma partido por el rebelde. (Sería interesante averiguar si alguna vez se ha rodado una película en que el clasista sea el "bueno" aunque sólo sea una vez).

    Esta claro que ese enfrentamiento artístico es lo que realmente vemos aquí, ya que ni Roark ni Toohey adaptan su conducta jamás a la obtención de capital, sino a su propia concepción del arte. Y es curioso que ambos son fieles a sí mismos en eso.

    En la escena en que Wynand le compra a Smhit a la bella Neal veo un boceto del guión de la película Una Propuesta Indecente de Redford y Moore.

    No cabe duda que El Manantial ha dejado su huella en el cine.

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    1. Hola Anónimo, muchas gracias por tu comentario. Sería interesante investigar si hay alguna historia en la que la película se ponga del lado de las convenciones establecidas que se pretenden cuestionar. La verdad que a bote pronto no se me ocurre ninguna, a lo mejor algún participante sí conoce el caso.

      Un saludo

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  15. Poco más que decir. Muy buena crítica.

    Pero no creo que el debate se presente viciado porque Toohey no represente el bien común. Todo lo contrario; es precisamente porque no lo representa que tiene sentido. El capitalismo siempre ha pretendido usar el deseo de cada persona de beneficiarse a sí misma para servir de motor de la economía. El viejo alegato de Adam Smith: "El panadero no nos vende el pan porque quiere que saciemos nuestra hambre, sino porque quiere ganar dinero con eso". Henry Ford no pagaba mejores sueldos porque quería que sus obreros salieran de la pobreza sino porque quería hacerse más rico si le compraban sus propios automóviles. Y así sucesivamente, en todo eso no hay engaño posible.

    Pero si vamos a usar el término "Bien Común" con mayúsculas, entonces se nos plantea el inevitable Who watch the watchen? ¿Quién o qué decide que cosa es en definitiva el "Bien Común" y cómo lo define?

    Y eso SOLAMENTE puede plantearse si Toohey no representa el "Bien Común". Es la única manera.

    No era una cuestión baladí en 1949 cuando el totalitarismo comunista contrastaba de una manera brutal con su prédica de dictadura del proletariado. Recordemos que Rand vivió en carne propia todos los horrores de la Rusia de Lenin antes de emigrar con lo que llevaba puesto a América. O sea, que realmente conocía muy bien el problema: ¿Qué o quién (y cómo) decide que cosa es el "Bien Común"? Por eso lo plantea así.

    Por supuesto, todo depende del cristal con que se mire: si vamos a pensar que el sólo hecho de plantear tal pregunta ya es en sí mismo un tema tabú, y que hay algo de intrínsecamente pecaminoso en el sólo hecho de plantear esa pregunta, entonces sólo podemos llegar a una conclusión: el debate esta viciado.

    Si no vemos nada de "malo" o de "prohibido" en poner sobre la mesa esa pregunta, entonces el debate vale la pena. Y sólo puede plantearse si Toohey no representa el bien común. Es imposible hacerlo de otro modo.

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    1. Hola Heraldo, muchas gracias por tu comentario y participación en la página.

      Pienso que el debate se vicia en cierto sentido, porque creo que la crítica pretende dirigirse contra aquéllos que defienden el bien común sobre los derechos individuales. Viejo debate filosófico de la ciencia política. Pero no creo que Toohey represente esos intereses, como tampoco el viejo sistem comunista los creaba. Por tanto, podemos llegar a la conclusión de que el interés individual debe primar de un modo absoluto sobre el interés comunitario, y de eso no estoy tan seguro, de ahí mi crítica.
      Obviamente Toohey no lo representa, y es motivo por el cual Roark debe triunfar sobre éste. Toohey es una mirada corrupta que se sirve de la comunidad para triunfar personalmente, no deja de ser una versión de los kominterns que Rand sufrió en su juventud, como bien señalas.
      No creo que haya sostenido que el debate o la pregunta sean un tema tabú o imposible, se me antoja complicado extraer esa interpretación de mis palabras.

      Un saludo!

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  16. Muy buena crítica de una película muy difícil de criticar. El mejor acierto es que no pretende agotarlo todo y deja espacio para los participantes. (Que dicho sea de paso, parecen tener los dientes muy afilados aquí).

    Desde luego si pasas a convertir el bien común en el eje de todo entonces el Who watch the watchmen adquiere trágica importancia.

    ¿Quién y cómo decide que es el bien común?

    ¿Y como protegemos al sistema del trepa de turno?

    ¿Como evitamos que el trepa lo use en su propio provecho?

    Ahora bien, si partimos de la premisa que CRITICAR el poner el bien común como centro de todo si eso puede servir al trepa de turno, es en sí mismo algo "malo" algo que "es feo", algo que "no se debe" hacer, porque "es pecado" entonces sólo podemos llegar a una conclusión: el debate esta viciado.

    Si partimos por el contrario de la premisa de que el bien común puede ser usado por el trepa de turno para auto proclamarse el que corta el bacalao y decide que el bien común es lo que él y sus amiguetes dicen que es (para eso esta en el poder y sus amiguetes lo apoyan para seguir en él) y de que pensar en lo que el sistema puede hacer mal si eso pasa es en sí mismo un deber moral ineludible si es que de verdad nos interesa el bien común, entonces sólo podemos llegar a una sola conclución: el debate no sólo no esta viciado porque Toohey no represente a la comunidad, sino que sólo puede presentarse ese debate precisamente si NO lo representa.

    Porque ese caso (que un trepa que no representa los intereses de la comunidad sea el que corte el queso y decida que es el bien común) debe ser tenido en cuenta urgentemente como algo que dada la triste naturaleza humana puede pasar antes o después.

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    1. Hola Spielman, muchas gracias por tus palabras y por tu comentario, me alegra que te haya gustado la película. La verdad es que nunca me cansaré de elogiar el nivel de la participación del blog, que sin duda me pone en aprietos más de una vez jeje.
      Sobre el who watch de watchmen, creo que es un tema apasionante y capital en cualquier teoría política del Estado. Hay varias interpretaciones posibles, para Kelsen y Hart aquéllo que lo sustentaba todo era una norma suprema, sobre la cual no cabía ninguna justificación o legitimación, sino nuestra creencia en que esa norma es justa. Para autores como Nino, en cambio, debe haber una conexión con la moral. Hay unos valores morales superiores a todos y anteriores a todo, que son los que marcan cuáles son los principios de justicia que debemos seguir, para que las instituciones sociales sean justas y actúen correctamente. Es un tema farragoso y del que cabe hablar mucho.

      No creo que el hecho de criticar el bien común sea algo malo, algo contrario, es necesario para poder llegar a algún puerto. Sí creo que es criticable y censurable que un trepa de turno se sirva del bien común para alcanzar sus propios intereses, me parece algo nocivo y que vicia unos valores indispensables para que la convivencia en sociedad no se convierta en la lucha entre los más fuertes.

      Está claro que es una situación que puede ocurrir y ocurre, y hay que plantearse.

      un saludo!

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  17. Plas plas plas muy buena crítica, me apunto la dirección de esta página en mi lista de direcciones favoritas.

    En respuesta a la pregunta...sí hay una película en que el clasista es el bueno y es made in spain: El Maestro de Esgrima de Reverte, donde el maestro (que se niega explicítamente a aceptar el progreso por considerar tan ridículo apartarse de las normas clásicas de la esgrima como que se oficie la misa en castellano) es el bueno, y su amigo, el decadente corrupto y egoísta marqués de los Alumbres también es el "bueno" de la película, mientras que los "malos" son precisamente los que quieren el porgreso y el bien común para España. Aunque la esgrima no sea exactamente un arte, no hay duda que el viejo maestro la considera realmente tal, y creo que es el único caso en toda la historia del cine en que el clasisita es el bueno. Y es que Spain is different.

    Algo parecido pasa en la piel del tambor donde la obsoleta iglesia barroca que se niega a desaparecer es el "bien" y las nuevas construcciones que tantos empleos y riqueza le darían a Sevilla si es demolida la iglesia son el "mal".

    Y es curioso que (en fría lógica), se puede decir que "por pura humanidad debería privar el bien común" es decir los empleos e ingresos que obtendría la ciudad de Sevilla si es demolida la iglesia barroca.

    Personalmente estoy de aceurdo en que Toohey NO puede ser visto como una versión corrupta del capitalismo, porque si lo fuera intentaría explotar a Roark para su beneficio (Como Smith) pero ni de guasa intentaría emprender toda esa "cruzada" contra él...sin ganar ni un centavo. Un capitalista no hace nada a lo que no le puede sacar provecho.

    Mención aparte merece la actuación de Cooper, que es un ejemplo de sobriedad y precisión. No es fácil interpretar así un personaje tan inmaculado sin que sea poco convincente (es un reto que tienen los héroes del cine, al revés de los villanos, que mientras más malos son más fáciles de interpretar) y Cooper logra salir airoso de la prueba. Su estilo me recuerda al de Peck.

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    1. Hola Keres, muchas gracias por tu comentario, me alegra en gran medida que te haya gustado la crítica y te apuntes la web para visitarnos, bienvenido eres!
      No he podido ver El maestro de esgrima, pero me la apunto para observar lo que comentas.
      No creo que el tema de destruir o demoler sea un argumento a justificar el bien común por los empleos que generaría posteriormente. Insistís algunos en general por ahí en que una de las formas de bien común es que el Estado genere empleos, aunque sea demoliendo cosas para reconstruirlas, y termináis sosteniendo que es un ejemplo de la paradoja que supone pretender defender el bien común. Pero no creo que ésto sea un claro ejemplo de ello. Un buen ejemplo sería por ejemplo, destinar los fondos que se emplean en la ornamentación de un barrio de clase alta para pagar subsidios de desempleo, por ejemplo.
      También veo que en general consideráis que lo único que puede sacar un capitalista es el beneficio monetario, en última instancia es cierto, pero yo también incluiría el poder y la influencia que pueden conducir a más beneficios. Y ahí es donde ubicaría a Toohey.

      Cooper y Peck son dos actores físicamente similares, con gran planta, y de grandes dotes para actuar, no es baladí tu comparación en absoluto.

      Un saludo

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  18. Inicio mi participación en este blog y agradezco a Piru la oportunidad que nos ofrece de añadir nuestra opinión personal a los film que el propone.

    Comenzaré diciendo que, me resulta extraño que en los comentarios de "el Manantial" se valore poco el personaje de Dominique Franchon (impecablemente interpretado por esa gran actriz que fue Patricia Neal), pues la creo determinante en el desarrollo de la película, inestimable en la labor de apoyo que realiza para su gran amor H. Roark. Es evidente que no posee la importancia de Toohey o Wynand, pero le apoya incondicionalmente y lo hace hata el sacrifio jugándose la vida sin importarle las consecuencias. Su pasión por el ideal que él representa da sentido a su vida. Hay grandeza en este personaje, y pienso que -en gran medida-, Ayn Rand se proyecta a través suyo.

    Lucman.

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    1. Hola Anónimo, muchas gracias por el comentario, y gracias a vostros por comentar vuestras impresiones.

      Lo cierto es que tienes toda la razón, hemos hablado y comentado cientos de detalles que giran sobre la película, pero en ningún momento nos hemos parado a hablar de la bellísima Patricia Neal. Y es cierto que es la que desencadena en gran medida los acontecimientos, pues la obsesión de Roark es lo que conduce a que Wynan y Toohey se encuentren con las ideas de Roark. Es curiosa también la forma en que Wynand trata esa relación amorosa, y la "amistad" que acaba de unirle con Roark.

      Un saludo

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  19. Muy buena crítica, ¿Para cuando las demás pelis votadas? ¿Cuál será la próxima?

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    1. Hola Anónimo, gracias por tus palabras, posiblemente la próxima película que comente sea el documental sobre la crisis económica. A partir de éste martes continuaré contestando los comentarios y publicando entradas con la asiduidad habitual.

      Un saludo

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  20. ¿No se puede comentar la de Joint segurity area?

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    1. Hola Anónimo, pues lo cierto es que sigo sin poder descargarla por ningún medio. Sólo he conseguido llegar a obtenerla en inglés, pero no quiero analizarla de este modo. Si no consigo obtenerla posiblemente analizaremos la trilogía de la venganza del mismo director.

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  21. O.K. Voy a ver si te consigo algunos links donde la puedas descargar gratis: dame un poco de tiempo, que en esta misma semana te los mando.

    Personalmente te aconsejaría que mientras tanto comentes los Westerns Infierno de cobardes y Misión de audaces, por dos razones: en primer lugar por el equilibrio del blog. Siempre parece que el western es la cenicienta de la página y me he fijado en que casi nunca se vota a un western en ningún ciclo de especial blogeros. Es curioso que aquí en apelativo de "Cine Bélico Western Negro" tenga el "Western" prácticamente de adorno, porque son muy pocos los westerns que se ven aquí.

    Por otro lado, comoquiera que el blog ha estado "dormido" por un tiempo (en el sentido de que los comentarios no han encontrado respuesta hasta justo ahora que has conseguido de nuevo encontrar un poco de tiempo para responder) los westerns podrían tener el efecto de animar más rápido la reactivación del blog, ya que en el parón veraniego se despertó cierta curiosidad por ellos; así la gente regresaría a comentar más rápido y con mayor interés y entusiasmo. Otra opción sería comentar La tumba de las luciérnagas, que quizá fue la elección más polémica de toda la votación, ya que así la asistencia masiva de los comentaristas estaría asegurada. Hay que recordar que en los tiempos que corren no todo el mundo tiene el mismo tiempo para comentar, y leer, y por eso, me parece recomendable animar un poco más el regreso a las actividades del blog con algo un poco más especial.

    Naturalmente, todo esto son tan sólo unas simples sugerencias de mi parte. Estoy seguro de que cualquier decisión que tú tomes sera bienvenida por la mayoría de los participantes.

    ¡Mucho Animo, Piru!

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  22. Bueno, cuando un blog se ha quedado "dormido" por un rato, debido a que su autor no ha podido encontrar tiempo para responder todos los comentarios (cosa muy frecuente, sobre todo en los tiempos que corren) lo mejor para "despertarlo" es poner una película que haya sido especialmente mencionada en el ciclo de votación, o haya generado expectativas especiales por parte de los participantes que esperan verla comentada con más ansiedad. En ese sentido yo sugeriría Joint Segurity Area por haber sido la segunda que más votos obtuvo.

    Voy a ver si hablo con un amigo mío a ver si la puede subir subtitulada a YouTube. ¿Eso resolvería el problema?

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  23. A lo mejor, hay que esperar a ver que dice Piru.

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  24. Hola Anónimo, gracias por tu comentario, ánimos y consejos. Lo cierto es que el género que más me entusiasma es el negro, pero también el western me seduce bastante, ocurre sin embargo que son las entradas menos comentadas en líneas generales. Supongo que son películas que no suelen gustar tanto como el ciné bélico o el negro, quizás den menos juego, siempre en líenas generales. Personalmente pensaba comentar antes el Documental sobre la gran recesión, porque sólo lo he encontrado en youtube y nsé cuánto tiempo más seguirá por ahí. En cualquier caso cualquiera de las opciones que manejas son buenas.

    Un saludo

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  25. Francisco Xavier muchas gracias por tu comentario, me alegra verte de nuevo por la página. Si es posible que tu amigo la suba subtitulada al youtube sería de gran ayuda, pues en caso contrario deberé sustituirla de algún modo, ya que todos los vínculos que he obtenido han resultado dañados o no he podido descargarlos por unas u otras razones.

    Un saludo

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  26. Os comento a todos que ya he podido hacerme con JSA, subida desde hace un mes al youtube en 8 partes y audio castellano, de modo que un problema resuelto.

    Un saludo

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  27. Una absoluta obra maestra Toda ponderación y enumeración de virtudes se antoja mínima ante maravillas como esta. Todos y cada uno de los participantes en esta delicia estan estado de gracia. Una valiente crítica para un clásico imperecedero.

    Un abrazo Piru.

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    1. Hola Edu, es una alegría volver a leerte por estos foros, muchas gracias por el comentario. Totalmente de acuerdo con tus palabras, un clásico con mayúsculas. Un abrazo

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  28. Leyendo los comentarios me parece que Borges tiene razón al decir que Toohey no representa un capitalismo corrompido sino una caricatura (muy cruel, todo hay que decirlo) del intelectual fánatico de izquierdas de 1949. En ese sentido me parece interesante comparlo con Wynand, que es mucho más humano, más realista, y mejor retratado con todas sus virtudes y sus flaquezas. Por comparación, Toohey es demasiado maniqueo, y lo que gana en ensañamiento lo pierde en humanidad, se nota demasiado que es un arquetipo, un símbolo, como en el caso del típico malvado profesor dickensiano (Wackoford Squeers, por ejemplo).

    Pero si bien Wynand es mejor cinematográficamente hablando, Toohey tiene más valor desde un punto de vista documental, como los profesores dickensianos de las películas como David Cooperfield, Oliver Twist,o Nicolás Nickleby, es decir, no es un producto de la imaginación de Rand, sino un tipo de persona que exisitió realmente, (ese fanatismo Rand no se lo esta inventado: era una cruel realidad, exactamante como el profesor sádico dickensiano también lo fué) y por eso ha alcanzado su lugar en la posteridad, ya que en definitiva, aunque la caricatura sea exagerada, no esta equivocada ni mucho menos.

    En ese sentido es preciso, para que la trama pueda funcionar que Toohey exhiba en su propia persona e ideología muchos de los peores rasgos que tanto critica al capitalismo: efectivamente es una paradoja intencional, no un error. Por grotesco que pueda parecernos hoy día, así era como pensaban los materialistas históricos de la época staliniana, y es interesante notar que ese fanatismo estaba en crasa contradicción con los principios de objetividad del materialismo histórico, exactamente tal y como los medios de enseñanza de Squeers lo estan con el más elemental principio de pedagogía. Tanto en las novelas dickensianas como en El Manantial, es precisamente esa contradicción lo que se quiere señalar. Y resaltar. No hay error.

    No puede considerarse que el hecho de que Toohey no represente el bien común vicie el debate: el debate sólo puede plantearse en esos términos. Exactamente como es preciso que Squeers sea un pedagogo incompetente para que tenga sentido el debate sobre la enseñanza de las novelas dickensianas sobre profesores sádicos e internados infernales supuestamente "respetables".

    Intentar medir esta película con la escala de valores actual es como pretender medir Oliver Twist, David Cooperfield y Nicolás Nickleby con los parámetros actuales, con los que mediríamos por ejemplo, las películas que tratan el tema de la enseñanza en nuestros días, como El Club de los Poetas Muertos, de Robin Williams, Mentes Peligrosas, de Michele Pfiffer o Lecciones Inolvidables de Edward James Olmos.

    Lógicamente, no se puede. Se retratan realidades diferentes, escalas de valores distintas, y fueron hechas para personas que pensaban de una manera diferente. No es que Toohey represente un capitalismo corrompido. Representa un arquetipo del fánatico de 1949. Y el hecho de Toohey no represente el bien común, lejos de viciar el debate, hace que el debate se enriquezca.

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    1. Hola Sean Bean, muchas gracias por el comentario.
      Estando totalmente de acuerdo contigo en que el personaje de Wynand es posiblemente el más realista de todos los que se presentan, o incluso el más interesante por sus dicotomías, creo que Toohey, siendo un arquetipo, que lo es, también me parece bastante realista. O por lo menos no me cuesta imaginarme personajes así en el día a día, aunque es cierto que resulta retratado de un modo exponencial. En esto último, sigo totalmente de acuerdo con tu perfecto ejemplo de los personajes dickensianos acerca del fanatismo.

      Un saludo

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