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martes, 1 de noviembre de 2011

Grupo salvaje (The wild bunch)




" Si se mueven....¡mátelos! "


Ya tenía ganas de retomar el western, aunque es cierto que éste caso no es un exponente del género clásico, sino más bien de otros caminos que fue recorriendo a lo largo de los años en la pantalla grande.
Y también tenía ganas de hablar de una de mis películas preferidas de todos los géneros, así como de uno de los directores más polémicos en la Historia del cine. Esto es, como no podía ser de otra forma, el Grupo Salvaje de Sam Peckinpah. En verdad, no puede decirse que sea un western crepuscular, pero está muy cerca de ello, en aquél año 1969 en que se realizó: pero es que habrá claras influencias sobre las producciones crepusculares posteriores, así como también del Spaguetti western de Leone.
Si el género lo inventó Ford, lo renovó Sergio Leone y lo apostilló Eastwood, podríamos enmarcar a Sam Peckinpah a medio camino entre Leone y Clint, porque él también es un renovador, pero desde perspectivas mucho más oscuras y perturbadoras que las de Sergio, casi como un Haneke del Far West.

El reparto es muy reseñable, desde un genial William Holden hasta el magnífico Robert Ryan, pasando por un entrañable Ernest Borgnine, todos ellos nombres y caras propios del género, nada ajenos al espectador, con actuaciones más que solventes. Sin duda son profesionales de su gremio. Decía Boyero que había muy pocos actores, 2 o 3 en la actualidad, que merecían el precio de una entrada: para él no eran otros que Gene Hackman, Nick Nolte y Jeff Bridges. Pues bien, lo mismo podría decirse de los 3 anteriores aplicados a sus tiempos.
El argumento gira en torno a una banda de atracadores que se verá perseguida por momentos entre uno de los más sagaces e incansables grupos de cazarrecompensas y el ejército mejicano. Viajaremos con ellos desde pequeños pueblos del sur de los EEUU hasta pasar la frontera para enfrentarse a caciques mexicanos y sus "pequeños" ejércitos privados. Todo ello aderezado con una violencia made in Peckinpah e imágenes de lo más siniestras, mostrando el lado más oscuro del ser humano.

Las películas de Peckinpah tienen una ventaja sobre las de cualquier otro realizador del género, y es su capacidad de realizar producciones muy actuales, lo que reside en dos bases: la primera, sus historias, nada ajenas al espectador de cualquier época, la segunda, el modo que tiene de rodar la violencia. Se aleja completamente de la mojigatería propia de los títulos más clásicos del género y presenta historias con argumentos mucho más atractivos y cercanos a cualquier tipo de espectador, independientemente de su nacionalidad. Toca temas universales como el amor, el sexo, la avaricia, la venganza o el amor por le dinero. Es un hecho fundamental a la hora de valorarlo porque lo diferencia de todo lo que vino anteriormente, con contadas excepciones como el caso del propio Leone. Hay que entender que La diligencia de Ford se encuentra mucho más alejada de un espectador de hoy en día que Pat Garret y Billy the kid o La balada de Cable Hogue, siendo éstas últimas historias mucho más actuales, que pueden llegar a conquistar un espectro mucho más amplio del público.

Pero esas 2 circunstancias no le llevan por caminos distintos de los marcados por los maestros, no supone que deba olvidar los cánones del género, es decir, no olvida a los puristas, que también ven reflejado el más puro espíritu de la frontera en sus películas. Eso le convierte en un realizador muy interesante, porque renueva el género desde dentro, sin alejarse de patrones consustanciales al Western.

Hablábamos del modo en que tiene de retratar la violencia, y no es cuestión secundaria en sus producciones, ya que logra presentar a sus personajes en ambientes extremadamente violentos que les obliga a recurrir a sus instintos más primarios. Pero es una violencia que puede retratarse de muy diversas, y perversas que es lo importante, formas. La violencia más característica de este director es la más visual también, ya que en los años 70 y últimos coletazos de los 60 se acaba por romper con la censura imperante en las décadas de los 40 y 50, de modo que ahora sí vemos cómo mueren los personajes en la pantalla, no sólo lo intuimos, pero además también los vemos sangrar, algo impensable en películas como El enemigo público, Unión Pacífico, Tambores lejanos, etc. Incluso ya era bastante para producciones como Bonny and Clyde, pionera de este tipo de tratamiento novedoso sobre la violencia (si os interesa el tema del abandono de la censura, en el cine negro especialmente, podéis encontrar información en la crítica de El enemigo público).
Una violencia también intrínseca, con connotaciones morales clarísimas, es lo que hace diferente a este director, y lo que le ha llevado a sentar escuela en un aspecto muy determinado de se tratamiento de la violencia. Hay dos muy buenos ejemplos al respecto, los 2 al comienzo de la película: la Guionista reflexiva ya nos adelanta en su análisis el primero, el cerco que unos jóvenes niños realizan con fuego sobre un escorpión para ver cómo se clava a sí mismo su aguijón. Es una escena de lo más perversa, que ya nos quiere introducir sin ningún preámbulo en un mundo y sociedad completamente deshumanizada, salvaje y violenta, muy al estilo de Deliverance o Perros de paja, pero con otras claves.
Por eso se encuentra muy cerca de directores como Haneke y su La cinta blanca (o más bien al revés), pero también de gente como Richard Brooks con su western crepuscular Los profesionales, e influencia indiscutible para el gran Clint Eastwood. Porque, a pesar de que su cine es duro, violento y explícito en muchos sentidos, Peckinpah nos ofrece muchísimo más detrás de sus personajes.

Por citar algunas notas más biográficas sobre el director, decir que hay un gran consenso en torno a la existencia de una figura atormentada, violenta, alcohólica, muy irascible, lo que hacía muy difícil trabajar con él. Pero tampoco son pocos los testimonios que muestran su lado más humano, o sentimental si se prefiere, bajo esa máscara de "viejo loco". Un director polémico, en resumen, pero también un auténtico genio en el rodaje, que supuso una de las más importantes influencias para gente que vendría después como Clint Eastwood o Quentin Tarantino, por citar a un par.

Como siempre que tengo ocasión, no olvidéis pasar por el análisis que la guionista reflexiva hace sobre este genio.

11 comentarios:

  1. Coincido contigo: Grupo salvaje es también una de mis peliculas preferidas de todos los tiempos. Las imágenes de las peliculas de Peckinpah se quedan grabadas a fuego. Esa imagen del escorpión... es una declaración de intereses tan descriptiva e impactante.
    Me gusta lo explícito que es, pero sobre todo su forma de retratar sus personajes y las relaciones entre ellos, la amistad, la lealtad, como sobre todo se puede ver en Pat Garrett and Billy the Kid. De verdad que me resulta dificil pensar en un director que guste tanto y me haya impactado como él...
    Por cierto, hay una misión del Red Dead Redemption clavada al final de Grupo Salvaje jeje.
    Me ha gustado mucho tu disertación sobre la violencia, tengo pendiente ese tema yo también.

    Una crítica muy a la altura de la pelicula, que ya es decir. Un beso!

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  2. Buenas Piru

    Para mi gusto, Grupo Salvaje está entre los mejores film del Western, bajo mi punto de vista, está en el Top-3 del género. Secuencias como la de "el paseo" (the walk), la salida del pueblo mientras los habitantes cantan la golondrina o el tiroteo final (que para hacernos una idea de su complejidad tardó 12 días en filmarse) bien valen por sí el precio de una entrada.

    Pero es que además la película ofrece una historia memorable, la del grupo de bandidos que parece caminar conscientemente hacia el abismo, antes que seguir viviendo en un mundo cambiante en el que pronto no tendrán lugar, contada con una maestría visual inigualable, y propia de Peckinpah. Algo que, por otra parte, también se repetiría en esa Obra Maestra bélica que es "La Cruz de Hierro".

    Comparas en la reseña a Peckinpah con Hanecke. Y con todos mis respetos, creo que no hay punto de comparación. El alemán hace un uso de la violencia si se quiere, metafísico, y con un punto de artificio que a mi no me termina de convencer. Pero Peckinpah supo mostrar la violencia como lo que es, algo consustancial al ser humano, con el mérito añadido de que supo hacerlo con unas dosis de impacto visual que personalmente no volvería a ver en el cine hasta "Salvar al Soldado Ryan"

    Lo dicho, para mi gusto, una de las GRANDES con mayúsculas, del Western.

    Saludos

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  3. La semana pasada vi "La Cruz de Hierro" y volví a quedarme ensimismado con la maestría con la que Peckinpah rodaba las escenas de violencia, una violencia salvaje y primaria pero de una belleza perturbadora. Algo que se ha repetido con "Grupo Salvaje", "La Huida", "Pat Garret & Billy the Kid", "Perros de Paja"..., un puñado de grandes películas donde no hay buenos ni malos, simplemente hombres que quedan tendidos en el suelo y otros de pie.

    Un abrazo Piru

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  4. Hola a todos.
    Piru ha cumplido como un campeón. Hace ya tiempo hizo la aventurada promesa de atreverse con esta obra maestra de Peckimpah como puede verse en algún comentario perdido por ahí.
    En mi opinión ha salido airoso y creo ha sido acertado el incluir a otros magistrales directores del cine del oeste, por la confrontación de estilos y las correspondientes influencias.
    Dicho esto y estando muy de acuerdo con las apreciaciones de Kleist en cuanto a las escenas y a Haneke me permito añadir algún detalle más que espero enriquecedor. No sin señalar que me parece estupendo el aparte que comenta Piru cuando habla de ese magnífico trio actoral.7
    Espero no resultar cargante, pero este es una de mis pelis de cabecera y Sam uno de mis directores favoritos.
    Decir que aunque esta peli es muy rompedora, el mismo Peckimpah en otra obra maestra nos dio un ejemplo de clasicismo con su duelo en Alta sierra con un acabado formal digno de los grandes de Hollywood sin excesos de hemoglobina pero de una gran carga crítica y dramática.
    Y de ella podemos sacar un punto común de importancia capital para la filmografía de su director: la amistad traicionada, que se lo pregunten al personaje protagonizado por Ryan y su paso por prisión y el cambio de los tiempos.
    Para mí si es crepuscular, pero es también una pieza más de la corriente que coge fuerza a finales de los sesenta y posteriores setenta en la reescritura crítica de la historia reciente de los USA. No hay ídolos, sólo seres humanos con todos los defectos y vicios imaginables pero humanos también su grandeza, en grupo salvaje, la redención final en dar todo por nada, o mejor dicho sacrificarse por la justicia y sobre todo por una fortísima y extraña amistad que les conduce a la carnicería final a la que le han conducido otros acontecimientos y poderes que están por encima de ellos.
    Sin duda la forma en la que está tratada el desencanto, la novia puta del mexicano. el idealismo revolucionario fácilmente corruptible, el papel de las potencias como azuzadoras de los peores instintos para sus propios fines, ahí están los germánicos de por medio y el apunte antropológico de los indios puyu, bravos defensores de su cultura sin más amigos que algún misionero español y su habilidad y ardor guerrero la elevan a los altares del séptimo arte. Por supuesto que no es una película para todos los públicos, y que es cruda como pocas, y claro está que su director consigue lo que buscaba al decir" quiero que el espectador sienta lo que es recibir un balazo".
    Pero no todo es violencia y furia. El final de las Golondrinas que da un marchamo de auténtica épica a las correrías de unos bandidos sanguinarios. Lo mismo que sucede en tantas narraciones escritas y tradiciones orales de cualquier rincón del mundo.
    Y el final, con la mirada nostálgica de Ryan nos indica bien a las claras, que han empezado a cambiar muchas cosas.

    De su influencia o plagios es imposible huir.
    Así pasa con Cenizas y pólvora, con un final copiado casi plano a plano, con la masacre que se marca John rambo con el calibre 50 contra los birmanos, o Gritar al Diablo con el bueno de Lee Marvin cargándose media kriegsmarine él solito en Tanganica.
    Hasta en Fantasmas de Marte, en fin sin hablar de otros westerns. La lista debe ser interminable. Y es algo más que una moda tipo matrix. Por algo será...
    PD: Y bueno para los inquietos en cuanto política internacional os invito a que os paséis por la nueva entrada de mi blog.
    Gracias y saludos

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  5. Gracias a todos por comentar, me alegra mucho que os haya gustado la crítica en términos generales:

    Anna, yo también piensoq ue son imágenes muy impactantes pero, como tu bien señalas, no se queda sólo en el tema de la violencia, sino que hay mucho más detrás en sus personajes. La Guionista lo desmenuza muy bien en su artículo al hablar sobre inadptados y desgraciados.

    Von Kleist, totalmente de acuerdo con tu comentario. Al hablar de Haneke no pretendo compararlos, sino comentar la influencia de Peckinpah en Haneke. Como tu bien dices, la comparación es bastante dificil porque ambos están a años luz. Aunque me parece interesante la forma en que Haneke trata a violencia. Sobre La cruz de Hierro, ya tengo ganas de meterme con esa joya.

    Cutlas, muy bueno tu comentario, me quedo con esa reflexión final que resume perfectamente al tio Sam.

    Edu, magnífica tu disertación, se nota que haces tuyas tanto la película como el director. Yo también quiero reomendar el paso por tu blog, una muy interesante mirada política al conflicto de los Balcanes.

    Un abrazo a todos!

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  6. Hola, Piru:

    Muchas gracias por el enlace a mi entrada sobre Sam Peckinpah y enhorabuena por tu entrada.

    Creo que tienes razón en que La Diligencia nos puede parecer más alejada de la actualidad que las películas de Peckinpah. Pero yo creo que en ella está la semilla del western sobre personajes inadaptados que abundaría durante el Crepuscular y en la obra de Sam Peckinpah: Al final de la Diligencia, cuando el sherif deja huir a Ringo Kid y Dallas, dice que, dentro de muy poco tiempo, ya no habrá sitio para gente como ellos en el mundo que empieza a modernizarse.

    Creo que Ringo Kid y Dallas, con 30 años más que en La Diligencia) podrían ser personajes de un western de Sam Peckinpah.

    Estoy de acuerdo con Cuttlas en la belleza estética de las escenas violentas de Peckinpah.

    Un abrazo.

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  7. Gracias por el comentario Guionista, me alegra que te haya gustado. La verdad que no te falta razón con ese ejemplo de La diligencia, es verdad que el tema sobre los inadaptados ha sido uno de los fetiches del género, sin duda de candente actualidad en todas las épocas.

    Un abrazo!

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  8. Que pedazo de peliculón, de mis preferidos del género junto a Los Profesionales. La veo una vez al año...y ya van muchos años.

    Saludetes.

    Emilio Luna.

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  9. Hola Emilio, desde luego es de las mejores películas del género, yo también la encuentro entre mis preferidas de siempre.

    Un saludo

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  10. Una película que marco mucho del moderno cine de acción. Un western de perdedores auténticos, que fue rodado en tiempo de nadie, digamos que entre los mas clásicos y el considerado moderno. De ahí su cierto ostracismo.

    DE lo mejor de su directo junto a la cruz de hierro y quiero la cabeza de.... Cine elevado a la categoría de mito, ya que este entrañable grupo de eternos perdedores, tienen ya su lugar en el olimpo de los grandes. Obra de obligada visión, para cualquiera que disfrute con esto. Saludos

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  11. Hola Plared, muchas gracias por comentar, estoy totalmente de acuerdo con tu comentario, nada que añadir, deberían ponerla en todas las universidades (para los colegios igual resultaría un tanto fuerte jeje)

    Un saludo

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