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martes, 21 de mayo de 2013

Popieluszko: la libertad está en nosotros (Popieluszko. Wolnosc jest w nas)




" Lucho contra el mal, no contra sus víctimas "



Película polaca del año 2009, dirigida por Rafal Wieczynski, cuenta el enfrentamiento que un cura cercano a los estratos sociales más humildes de Varsovia, Jerzy Popiełuszko, mantuvo con el gobierno instaurado por la URSS bajo su dominación polaca durante los años 80 en la búsqueda de la verdad y la defensa de la libertad de una población humilde que, en este caso, encontraba en el catolicismo una vía de escape para denunciar las vejaciones de una policía y casta soviética.

En un principio, la película comienza a modo de documental presentándonos imágenes en las que intuimos al Papa Juan Pablo II oficiando un funeral, para seguidamente meterse en faena de lo que supuso el Sindicato Solidaridad, que tantos quebraderos de cabeza dio al gobierno comunista polaco. Intercalando fotogramas de archivo, parece que la historia empieza bien, a modo de "crónica de una muerte anunciada" iremos conociendo al cura Jerzy, especialmente presentando una caracterización cercana a aquéllos curas denominados "rojos" por el tardofranquismo en España, esos "misioneros" que se preocupaban más por estar cercanos a sus feligreses denunciando las injusticias que éstos sufrían antes que preocuparse por ocupar la silla de cardenal o cumplir con las formalidades y comportamientos propios de otra casta, la clerical, que no acababa de entender del todo que éstos señores se acercaban más al evangelio que al propio Santo Padre. O quizás lo entendían muy bien y era ese el principal motivo de su miedo.

Como decía, en un principio la película parece que nos va a relatar esos hechos de una forma más o menos rigurosa, o documentada a través de imágenes de archivo y sucesos protagonizados por el Sindicato, pero me temo que es un mero espejismo. Creo que la cinta discurre entre dos aguas sin definirse del todo, lo cual me ha mareado un poco hasta llegar a la mitad del metraje. Me explico: en un principio yo esperaba que se me contarían las peripecias origen del Sindicato Solidaridad, así como la contestación al régimen soviético que protagonizó en los años 80, importantísima oposición en los años de estertor de los sistemas de tipo soviético que seguían la liza de un Politburó corrupto y gerontocrático, un poco al estilo de Children of Glory, o quizás similar al Michael Collins de Liam Neeson. Pero esto sólo sera parte de los primeros compases de la historia: un par de huelgas protagonizadas por los astilleros de Gdansk, así como por obreros en las fábricas, con la consiguiente y sanguinaria carga de la policía del régimen. En éstas que aparecerá el cura Jerzy Popieluszko para representar en sus homilías una firme y cruda oposición a las prácticas abusivas, y criminales en muchas ocasiones, de éstos señores que decían llamarse "la autoridad". Me recuerda mucho a la miniserie que protagonizó TVE en España sobre Tarancón (muy recomendable por cierto), un cura que ejerció un poco, sólo un poco, del Jerzy Popieluszko español, enfrentándose al Tardofranquismo y construyendo las piedras que suponían las primeras conversaciones entre nombres como Adolfo Suárez, Felipe González o Alfonso Guerra. Dos señores que ostentan una posición más o menos cómoda, la de Tarancón lo era más claramente que la de Jerzy claro, aprovechándola para poner patas arriba dos sistemas opresivos y criminales que tiranizan a la población en sus estertores. Ambos fueron amenazados seriamente por sus respectivos tiranos, aunque el resultado de Popieluszko fue mucho más trágico que el de Tarancón, también la situación política en ambos países no era exactamente la misma.

En lo que al aspecto puramente cinematográfico se refiere, me sucede algo similar a lo que experimenté con la anterior entrada de El doble del diablo, y es que veo una película que no acaba de definirse del todo, me marea un rato durante gran parte del metraje, hasta que se decanta por el bio pic dramático, de modo que no entiendo exactamente qué es lo que se pretende con la historia ni por dónde va a tirar el director. Por poner un ejemplo, creo que otros bio pics similares, de personajes históricos que luchan contra regímenes opresivos, están bastante mejor estructurados y desarrollados, como por ejemplo Grita libertad, Michael Collins o la citada anteriormente Tarancón.
Veo que la película, tal y como se presenta en un principio, debía tomar un tono épico similar a Children of glory o incluso a Michael Collins, pero acaba dando tumbos hasta acercarse más a lo que supone la emotividad propia de un bio pic del estilo de Biko (Grita Libertad), lo cual me agrada, pero el punto negativo del asunto es perder metraje y oportunidad en contar a fondo una de las dos historias. La de Jerzy creo que se solventa bien, tampoco es para tirar cohetes pero entretiene, mientras que la del Sindicato Solidaridad la encuentro un tanto enterrada por el camino.

Creo que hay escenas para recordar, especialmente de mitad del metraje en adelante, cuando la historia se perfila hacia el acoso que Jerzy sufrirá por parte de la policía del régimen, el juicio que pretende llevarse a cabo en su contra y su posterior desenlace. Me gusta la ambientación y también las escenas que se solapan con fotogramas históricos, lo que le da un aire bastante positivo a la historia. El personaje cada vez gana más fuerza, también su interpretación y acaba dejándonos un sabor agridulce pensando en que había materia prima para hacer una película mucho más redonda. La nota media de las críticas que he ido ojeando por la red para saber cómo era valorada la película viene a rondar el 6 con pocas décimas, y creo que es del todo acertada, incluso bastante complaciente con la película. No creo que pase al recuerdo de ninguno de los sub-géneros a los que se acerca, y espero que se haga una gran película sobre la Polonia de aquéllos años al estilo de la grandísima La vida de los otros.

En resumen, es una película cuya principal virtud es la de presentar a un personaje histórico de lo más interesante, no es único en su especie, pues hay otros ejemplos de situaciones similares como he mencionado antes, que quizás pueda no ser del todo bien conocido por el público en general. Una película que se apoya sobre su interpretación y algún otro detalle efímero que no se afinca en nuestra memoria, pues el resto de circunstancias que rodean a la cinta creo que acaban volviéndose un tanto prescindibles. Interesante, sin más.

44 comentarios:

  1. Sobre los curas rojos, recordar también que la República se cansó de masacrar a curas "azules", es decir a todos los religiosos tachados de ser "derechistas" que en realidad no habían cometido más delito que denunciar los crímenes de un régimen que se decía contrario a la dictadura, pero se ensuciaba las manos con los mismos delitos. Es curioso que los religiosos que intentaron denunciar los delitos de unos y otros corrieron con la misma suerte: la persecución, que en eso republicanos y franquistas no eran diferentes siempre, sino por el contrario, muy a menudo muy parecidos...demasiado parecidos, diría yo. Y los que tenían el valor de decirlo solían pagarlo caro. No es de extrañar que ante semejante panorama la mayoría apostaran por la neutralidad, teniendo en cuenta que alhajitas eran los dos bandos...

    En cuanto a si la casta clerical entendía o no la conducta de los curas rojos o azules, yo diría que la entendían perfectamente, pero se daban cuenta que daba lo mismo criticar los delitos de unos u otros, porque el resultado era el mismo: la persecución no se limitaba a un solo sacerdote, sino que siempre podía extenderse a la totalidad de la iglesia, y ese riesgo (muy real) era lo que les daba miedo, porque (literalmente) por uno sólo pagarían todos.

    Hay una película de Peck "Escarlata y Negro" en que Peck es un cura que se enfrenta a los nazis, y Pío XII le dice que admira su valor, pero que como Papa esta inerme ante sus enemigos, y tiene que contemporizar con ellos, porque materialmente no puede proteger a sus sacerdotes si la gestapo los arresta, así que, en roman paladino, que no cuente con él. El mérito es que el espectador entiende tanto el valor de Peck como el punto de vista de Pío XII por igual: el Papa tiene que medir la consecuencias de sus actos y sabe que los aliados ni son trigo limpio, ni se van a mojar el cul...por él, ni va ha haber nadie en este mundo que proteja a la Iglesia de los nazis si la confrontación se lleva a las últimas consecuencias, y hay que pensarlo dos veces antes de arriesgar a TODO el clero por los actos de un solo sacerdote. Y, al fin y al cabo, dado que los aliados están muy lejos de ser un dechado de virtudes, pues no faltan razones legítimas para la línea de la neutralidad, después de todo. en el blog de Kleist hay un interesante debate sobre Pío XII al respecto. Mi opinión personal es que hizo bien, pero que uno espera que el Papa haga más.

    Hay otra película de Raúl Julia titulada "Romero" muy buena sobre el mismo tema, pero la acción transucre en El Salvador en plena dictadura. No sé si la has visto.

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    1. Hola Otakus, gracias por tu comentario. La verdad que el primer párrafo de tus reflexiones creo que merece un par de correcciones. Para empezar que el término de "curas rojos" aparece en los años 60 para denominar un tipo de oposición franquista que surge entre el clero más llano, alejado de los altos jerifaltes que acompañaban al Generalísimo bajo palio (honor exclusivo del Papado pro cierto..)
      También precisar que de tu comentario se desprende que el Gobierno republicano tenía en su ideario, o entre sus políticas, le represión del clero en todas sus formas. Esto es un error de base, porque desde el Gobierno republicano no se fomentaban, ni oficial ni extraoficialmente, ninguna acción violenta contra éstos señores. Las únicas acciones que en éste sentido se llevaron a cabo fue la promulgación de reformas que extirpaban el cáncer que en este país ha supuesto la integración de la Iglesia en el Estado. Otra cosa muy distinta es que los grupos anarquistas y comunistas camparan a sus anchas quemando inglesias y violando y asesinando a no pocas monjas. Conviene separar ambos conceptos, pues en Popi lo que vemos es un aparato estatal perfectamente encaminado hacia una represión, y asesinato, de toda contestación a su régimen, cosa que nada tiene que ver con la II República española (a pesar de que a no pocos les encantaría que fuese así. Recomendarte, si te interesa el asunto, que leas a gente como Santos Juliá, Julio Aróstegui (muy tristemente fallecido)y por supuesto a Ángel Viñas. Creo que historiadores como Santely G Payne, Anthony Beevor y Paul Preston, son grandes profesionales, pero siempre desde una óptica liberal y conservadora que no vicia bastante su visión sobre la república. Creo que la idiosincrasia española la captan mejor historiadores patrios (obviamente no mento a gente como César Vidal o Pío Moa porque estoy hablando de historiadores, y éstos señores no sabría exactamente cómo calificarlos).
      Gravísimo error considerar que franquistas y republicanos eran muy similares, para empezar porque tenemos 40 años de represión sin cuartel en uno de los lados, frente a un gobierno plural en el otro. Y hablo de gobierno plural en cuanto a que en su mesa se sentaban socialistas, liberales, conservadores, anarquistas y CEDA (creo que ya éste único punto impide cualquier comparación con el régimen franquista por razones obvias). Otra cosa muy distinta es que en ambos bandos hubiesen pistoleros y paseíllos durante la guerra, pero no olvidemos que tras 3 años de guerra hay 40 de ejecuciones y terrorismo de Estado. Igual, igual, a mí no me lo parece.

      Personalmente creo que a los jerifaltes católicos lo único que les interesaba es lo que siempre han perseguido, en líneas generales, que es arrimarse al árbol que mejor les cobijaba y evitar molestar para que no les tocasen sus históricos privilegios. Ejemplos como Tarancón, Popieluszko y tantos otros que decidieron desoír a los cardenales y obispado para denunciar lo que ocurría son los pocos, desgraciadamente.

      Me temo que no he visto ninguna de las dos películas que comentas, y me parece muy interesante el asunto, haré por hacerme con ellas para poder comentarlas. De primeras me parece un poco cínica la actitud de Pío XII, dado que hablamos de una forma de vida basada en dogmas, en autos de fe que propugnan la palabra de Cristo. Si para unas cosas se es inflexible con esa fé, creo que para las otras debería seguirse el mismo ejemplo. El caso es que siempre se es más flexible con el poderoso que con el necesitado, lo cual no logro comprender (o el problema es que comprendo perfectamente sus motivos).

      Un saludo

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    2. Obviamente quería decir que los tres historiadores foráneos que he nombrado, tienen una óptica conservadora y liberalista al hablar sobre la República, lo cual deja un espectro que se aleja de la realidad.

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    3. Buen comentario Piru.

      Pero yo no dije que la república tuviera como ideal la represión del clero, sino textualmente que "se cansó de masacrar curas azules" Su posición era la misma quela de los Franquistas: "Los curas están muy bien...en su lugar. Si no me dan problemas, bien, si adoptan posiciones incómodas para mí se les persigue". Y en ese aspecto concreto no había diferencias.

      Tu observación de que la acción de comunistas y anarquistas que campaban a sus anchas, debe ser disociada de la política oficial de los republicanos es perfecta: pero pasas por alto un pequeño detalle. Que la República hizo poco por castigarles, menos por impedir esos hechos y su postura fue tibia (eso por decir lo menos) cuando su deber ineludible era poner punto final a tales desmanes...cosa que no hicieron. Para los fascistas partidarios de la dictadura, bueno, pase, al fin y al cabo podrían decir con justicia que estaban siendo fieles a sus propios (odiosos) principios, pero en unos demócratas esa omisión es tanto más grave. En todo caso, rechazar de plano la dictadura no me impide para nada mostrarme muy crítico con los crímenes de la República, que me parecen tan odiosos como los de la dictadura.

      Para mí, el verso de Stein: "Una rosa es una rosa es una rosa" y "un crimen es un crimen, es un crimen" jamás aceptaré que los crímenes de un bando fueran "menos malos" que los de otro. Te recomiendo leer "Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie" de Juan Eslava Galan y las denuncias de Orwell (que en su calidad de extranjero no tenía fanatismos y se había jugado la vida en las trincheras) sobre los crímenes de guerra...y la manera en que fueron pasados por alto por jerifaltes que preferían mirar a otro lado cuando su deber era demostrar que eran diferentes a sus enemigos, si te interesa el tema.

      La manera en que Orwell fue simplemente ignorado por los politicastros que preferían mirar a otro lado, me parece muy cínica, porque si se cree en la igualdad y democracia en unas cosas, y se es inflexible en ellas, se debe ser igualmente firme en otras también. En lo que sí estoy de acuerdo es en que una democracia corrompida es mejor que una dictadura.

      Celebro haber despertado tu curiosidad sobre Escarlata y Negro. Decir que esta basada en hechos reales, y existen dos versiones: una a cargo de Peck y Plummer y otra de Richard Burton y Marcelo Mastroianni. Pero creo que la de Peck es mejor.

      Comparar con Hoffa no se me había ocurrido, pero es un ejercicio interesante. Un buen juego para aficionados al buen cine.

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    4. Gracias por el comentario Otakus,

      Entiendo que consideras que franquistas y republicanos tenían la misma opinión sobre el clero, pero esto no es algo que se corresponda con la realidad. Ten en cuenta que España se define como un Estado Nacional Católico durante las primeras décadas, y que las prerrogativas de la Iglesia no desaparecerían (con la actual Ley Wert incluso cabe decir que reaparecen en pleno año 2013 xD).
      Es por ello que no comparto esa parte de opinión, además tampoco aceptaría el término "masacrar" por el Gobierno republicano, dado que eran acciones que no se impulsaban desde el propio Estado.

      Estoy de acuerdo en que es más reprochable para un demócrata esa actitud que para un fascista, supongo que no era fácil mantener un gobierno que brillaba por su inestabilidad, en ese sentido. Teníamos a fascistas y anarquistas tiroteándose por plena Gran Vía, y reprimirles no era cuestión baladí.

      Obviamente condeno, y estoy de acuerdo contigo en hacerlo, los crímenes de un bando y del otro, pero ojo, no olvidemos que hay unos que fueron "castigados" durante 40 años de Dictadura, mientras que otros ni siquiera se han visto "condenados" por parte del Congreso de lo Diputados. Sin duda la balanza está lejos de equilibrarse.

      Haré por hacerme con las referencias bibliográficas que me propones.

      Un saludo

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    5. Buen recomienzo del blog. Le volveré a poner el ojo.

      Sobre la posición de unos y otros con la iglesia, es cierto que los republicanos querían separarla del estado y sus enemigos no, pero ni unos ni otros toleraban la menor contradicción por parte de curas incómodos para sus intereses creados. En ese sentido eran iguales. Y creo que una democracia debe ser màs tolerante que una dictadura con quienes se cruzan en el camino de sus jerifaltes. La República no lo fué. Y eso es Historia, lo siento. La diferencia era que acusaban a esos clérigos incomómodos de Azules o Rojos, pero en el fondo era el mismo perro con distinto collar.

      Sobre el punto de vista de que la balanza no esta equilibrada, porque unos ganaron y otros no, pues me viene a la memoria una novela del mejicano Mariano Azuela titulada "los de abajo" donde uno de los revolucionarios saludaba las tumbas de los caídos en las lucha como "los únicos buenos" y un compañero le responde cínicamente: "Porque no tuvieron el poder para ser malos". Nadie sabe si hubieramos tenido una república "democrática" española al más puro estilo de la RDA alemana, o si hubiera habido una dictadura encabezada por los generales republicanos tras su victoria. Comoquiera que las hipotesis son sumamente hipotéticas, no juzgo imposible tampoco que hubiera un régimen realmente democrático, pero hay que recordar dos cosas: 1)la república fracasó en conciliar los intereses de todos por vía democrática por elecciones, y no me vale hecharle toda la culpa a la derecha porque un Lula, un Lázaro Cárdenas y un Olof Palme han tenido oposición de la derecha y no han tenido guerra civil, y 2) una democracia tiene que demostrar que puede hacer la guerra por vía legal sin rebajarse al nivel de cometer los mismos crímenes que una dictadura...y eso tampoco se hizo. Malos agurios para lo que hubieran hecho si hubieran ganado. Claro, peor que los que ganaron en la realidad histórica de los hechos, también hubiera estado difícil, eso sí.

      Sobre Hoffa de acuerdo contigo; tampoco se puede poner a los Kennedy al mismo nivel del politburó, pero ambas películas se parecen en que se habla poco de los enemigos de Hoffa o de Popi. En mi opinión una falla en ambos casos.

      Definitivamente mejor la versión de Peck que la de Burton, toda la vida, hombre.

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    6. Gracias por el comentario Elric, encantado de verte de nuevo por aquí, próximamente subiré la crítica de Infierno de cobardes.

      Yo creo que hay que tener en cuenta que la Iglesia Católica desde tiempos medievales o feudales, se ha venido arrimando al poder político y económico donde encontraba el modo de proteger sus privilegios, eso con la República no ocurría, pero sí con la Dictadura. De acuerdo contigo en que cabe esperar más de un régimen democrático de otro que no lo es, totalmente de cierto.

      No me refería tanto a que unos ganan y otros pierden, porque hay muchas formas de ganar y muchas formas de perder. Me fiero a que los unos mantienen una represión feroz durante 40 años llegando a crear auténticos campos de concentración para todo aquéllo que oliese a izquierdas o a conetstación. Eso, objetivamente, no ocurre antes del año 1936. Pero es que con la llegada de la Transición ni siquiera hay una condena simbólica para esos años oscuros, y treinta años después no se permite reabrir esas fosas comunes para que los familiares puedan enterrar a sus muertos (me da igual el bando del que fueren, aunque repito que durante 40 años el color de esos muertos fue siempre el mismo). Desde el momento en que desde las instituciones (que es lo alarmante)se silencia todo aquello que pueda resultarle incómodos a algunos, una minoría económica y política, curar o cicatrizar la herida deviene imposible. En cualquier caso me parece que nos vamos un poco del tema de Popieluszko, si os parece vamos a retomar de nuevo la película.

      Sí es posible que haya una tara en esto que comentas sobre Hoffa y Popi, son películas que me dejan a medias la verdad.

      Un saludo

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    7. Bueno...el debate empezó cuando Otakus señalo que la República había masacrado a muchos curas. Eso simple y sencillamente es un hecho histórico que no se puede negar...a menos que se pretenda lisa y llanamente negar la evidencia.

      Decir que "es que la Iglesia siempre se ha arrimado al pocer" es cierto: pero no veo que tiene que ver. Todo Cristo se arrima al poder siempre. Los empresarios lo han hecho siempre. ¿Eso significa que masacrar empresarios es un "pecadillo sin importancia" porque siempre se han arrimado al poder? Los sindicatos también se arriman al poder. ¿Es un pecadillo masacrar sindicatos? Caramba hombre, es que hasta el Madrid de arrimo al poder en época de Franco. ¿Eso significa que masacrar madridistas esta justificado? (Bueno, yo creo que sí, pero mi opinión es interesada:soy culé ;-) y a lo mejor eso influye).

      El alegato de que la República no puede ser responsabilizada de los actos de unos fánaticos es muy bueno. Pero entonces caemos en lo mismo de Pio XII. Se le critica (con razón) haber sido muy tibio con las masacres de los judíos y al negarse al condenar abiertamente al nazismo. Pues bien: si vamos a ser muy machitos al condenar a Pio XII por eso...no podemos aplicar la ley del embudo y decir que "esta muy bien criticar al papa por eso pero esta muy mal criticar a la República por haberse mostrado tibia ante las masacres de los sacerdotes, y por no haberlas condenado con la energía que merecían, porque cuando se trata de la República nuestro deber moral es mirar a otro lado". Es eso estoy de acuerdo con Otakus: condenar la dictadura no debe impedirnos mostrarnos críticos con los crímenes de la República.

      La versión de Burton mucho mejor que la de Peck. Sería interesante crear una entrada para "Remakes" a fin de comparar. Sería muy interesante. Me gustaría que lo consideraran un poco. A lo mejor sale una entrada con muchos comentarios.

      Comparar con Hoffa ya me parece puro frikismo. Pero admito que algunos comentarios han sido muy ingeniosos.

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    8. Hombre, lo que pasa es que hace falta mucho más valor para criticar a la República hoy día que para criticar a Pio XII. Criticar a la Iglesia es "guay" es "bueno" y todo el mundo lo hace. Criticar a la República "es feo" y "esta mal". Es un reflejo condicionado de la censura atroz vivida en la dictadura en que no se podía decir nada bueno de la República, por acto reflejo hoy día no se puede decir nada malo.

      La idea de los remakes me parece muy buena. Una entrada sobre ellos, podría traer buenos comentarios.

      Yo creo que la versión de Peck es mejor que la de Burton, pero no por mucho.



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    9. Pues yo propondría unas preguntas millonarias:

      1.¿Es "mentira" desde el punto de vista histórico que durante la República se cometieron masacres contra el clero ?
      2.¿Es "mentira" históricamente que la República adoptó una postura tan tibia ante esos crímenes como la adoptada por Pio XII durante la IIGM o en todo caso exactamente tan criticable desde el punto de vista moral?
      3.¿Es "mentira" que cuando los jerifaltes de la República tropezaban con un cura incómodo para ellos se comportaban exactamente igual que los jerifaltes franquistas y que concreta y especifícamente en es ese punto concreto no había diferencias entre los dos bandos?

      Si la respuesta a todas las preguntas es "NO" no hace falta discutir más: todos aquí tenemos el mismo punto de vista.

      Si para alguna (o las dos) la respuesta es "SÍ" entonces me gustaría mucho que me explicaran despacito y con calma porque se supone que la respuesta es "SÏ". Estaré encantado de oír las razones. A lo mejor aprendo algo nuevo.

      Yo voto por Burton. También apoyo la sugerencia de una entrada aparte para comparar remakes.

      La comparación con Hoffa me parece útil porque señala un punto importante: yo me sentí tentado de pensar que esta película polaca mejoraría con actores con más garra.

      Pero precisamente tras comparar con Hoffa rectifico mi parecer: Hoffa tenía nada menos que a Jack Nicholson en su salsa en un papel ideal para él, y a De Vito en plena forma. Y sin embargo también se queda a medio cuajar.

      Es interesante ver cómo la diferencia entre buenos actores o actores poco conocidos no afecta tanto como uno se imagina.

      Yo sí creo que el hecho de que los Madridistas se hayan arrimado al gobierno justifica moralmente que se masacre Madridistas. Esta claro que el hecho de que se hayan arrimado a la dictadura de Franco hace que masacrarlos sea un "pecadillo sin importancia" Pero es que yo también soy culé. ;-)

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    10. Hola Athos, gracias por tu comentario: "la República masacró curas", sencillamente una grotescada. Yo no manejo textos historiográficos que me lleven a aceptar esa afirmación, si tu caso es el contrario, estaré encantado de manejarlos y cambiar de opinión.

      Veo que comentas que yo mencionaba el arrime de la Iglesia al poder como una justificación para masacrar curas. Esto sencillamente es mentir, dado que cualquiera que quiera leer mi comentario observará que no es cierto.
      Lo que señalaba es que la Iglesia con la Dictadura buscada arrimarse al poder, con la República ni podía hacerlo, por tanto, es ridículo señalar que la actitud era la misma entre unos y otros. Sencillamente porque la actitud era radicalmente diferente. Si se leen los Principios del Movimiento se verá que España se dine como Estado Nacional Católico. Este aspecto, y no yo, no admite más discusión, las cosas son lo que son. Y esto era así.

      Otro asunto que tampoco he comentado, que a la República no se le pueda hacer responsable de sus crímenes. De nuevo, o no lees mi comentario o pretendes mentir descaradamente. Lo que he dicho es que la República no es responsable de los actos que grupos anarquistas y comunistas llevaban a cabo en Iglesias y Conventos. También he señalado que todo aquello que sonase a progre o izquierdas durante 41 años fue perseguido y depurado. Y cuando hablo de depuración hablo de asesinato y exterminio. En el Valle de los Caídos hay fosas comunes bastante importanes, por poner un ejemplo. Por otro lado, la Dictadura franquista no ha sido siquiera condenada por una declaración en el Congreso de los Diputados por todos los grupos parlamentarios. No creo que sea necesario decir nada más al respecto.

      Me parece muy buena idea la de abrir una entrada sobre remakes, intentaré abrir más entradas un poco dinámicas, para no estar comentando películas unícamente, gracias por la idea.

      Un Saludo

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    11. Hola Porthos, muchas gracias por tu comentario y acercarte por el blog.

      No es por llevar la contraria, jeje, pero tampoco creo que sea más fácil criticar a la República que a la Dictadura. Es más, salen libros y libros de pseudohistoriadores que la ponen a parir como lo peor que le ha ocurrido a la España del S XX, incluso negando que el franquismo fuese una Dictadura. Tonterías de éste calibre se leen por cualquier sitio, y no hay una reacción al respecto para desmentirlo, al contrario, contaminan la opinión de los neófitos en lo que a historia se refiere.

      Un saludo

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    12. Hola Aramis, muchas gracias por tu comentario: mira que por aquí no comulgamos con el credo de la viquingada, pero masacrarlos me parece un poco extremo hombre..jeje

      Hacías unas preguntas:

      1.¿Es "mentira" desde el punto de vista histórico que durante la República se cometieron masacres contra el clero ?: NO es mentira que durante la República se cometiesen masacres contra el clero. Sí es una injuria y una difamación señalar que éstas acciones procediesen de la República o fuesen una política oficial, como sí lo fueron las masacres y genocidios producidos por el Franquismo (y no hago más que recordar la Ley de Responsabilidades Políticas de 1939).

      2.¿Es "mentira" históricamente que la República adoptó una postura tan tibia ante esos crímenes como la adoptada por Pio XII durante la IIGM o en todo caso exactamente tan criticable desde el punto de vista moral?: No puedo decir si la República adoptó una postura tibia o no, porque no cuento con datos históricos para apoyarme en ellos. Posiblemente sí lo fuese, pero no por animadversión contra la Iglesia, sino por mantener a un gobierno en el que anarquistas y comunistas tenían un gran peso en lo que a la conflictividad social se refiere. Recuerdo que la CEDA también estaba sentada a la mesa y también enviaba a sus pistoleros a ejecutar obreros y sindicalistas por las calles, ojo.

      3.¿Es "mentira" que cuando los jerifaltes de la República tropezaban con un cura incómodo para ellos se comportaban exactamente igual que los jerifaltes franquistas y que concreta y especifícamente en es ese punto concreto no había diferencias entre los dos bandos?: posiblemente en ese punto concreto no hubiese diferencias, pero hay que entender qué es lo que supone un cura incómodo para unos y para otros. La postura de la República es relegar la Iglesia al ámbito privado, la de la Dictadura es servirse de ellos en la medida en que les sea beneficioso. Por tanto, un cura que pretendía ayudar al proletariado (que era quién pasaba hambre) y denunciar las injusticias de la violación de Derechos Fundamentales, no tenía nada que ver con el cura que conspiraba por mantener su derecho al diezmo en el pueblo y por asegurar la silla junto al cacique que manipulaba las elecciones. La actitud era similar, puede ser, el perfil del cura NO.

      A este respecto, seguimos alejándonos cada vez más del debate de la entrada,por tanto, intentaré en la medida de lo posible no meterme más a discutir debates historiográficos, toda vez que mi posición ha quedado claramente expuesta, con datos contrastables.

      Me parece que Hoffa tiene un director inexperto, y la historia da algún que otro bandazo. No sé hasta qué punto da para hacer un bio-pic, quizás debiera haberse metido más en la historia de la mafia. En cualquier caso, a medio cuajar como dices.

      Yo creo que, si la actuación es buena y consigue que empaticemos y nos impliquemos en la historia, da igual que el rostro sea conocido o no.
      Un ejemplo: tantísimas series estadounidenses con grandes caras en su cartel, con actores venidos a menos pero muy populares. Son series en muchos casos mediocres, o como poco, no aportan nada nuevo.
      Ahora vayámonos a la BBC: Utopía, Red Riding, In flesh, Black Mirror, Sherlock, Luther. Son actores desconocidos o lo eran en el momento de salir a atena sus series, y los resultados son absolutamente impresionantes.

      Un saludo

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  2. Sería interesante comparar con Hoffa, otra película a medio cuajar, pero también con un tema muy interesante entre manos.Y es curioso que en cierto modo ambas tocan el mismo tema: el de los sindicatos, pero en las antípodas (literalmente) tanto desde el punto de vista social como personal.

    Desde luego da mucho que pensar que mientras en el bando capitalista el sindicalista sea un pillo de marca (Hoffa el mafioso encarnado nada menos que por Jack Nicholson) aquí sea todo lo contrario. Y más paradójico aún que mientras que en el capitalismo salvaje el mafioso se ría en la jeta de Kennedy ante las cámaras y delante de todo el mundo, el cura aquí vendería su alma al diablo con tal de tener enemigos tan blanditos como los Kennedy...

    En ese sentido la confrontación ente el modo en que los Kennedy le habían puesto el ojo a Hoffa desde hacía tiempo, y la manera en que los comunistas le habían puesto el ojo al sindicato Solidaridad y al cura es un punto muy interesante para comparar las dos películas.

    ¿Tú que opinas Piru?

    Me gustaría saber que semejanzas y que diferencias tabularías tú si tuvieras que comparar ambas películas, la una con la otra.

    Sería un ejercicio interesante.

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    1. Gracias por el comentario Heraldo, me parece muy interesante tu reflexión. Especialmente cuando denominas ambas películas como "a medio cuajar", totalmente de acuerdo, es la mejor definición que se les puede hacer a ambas. Aunque creo que es ligeramente superior, o me entretuvo más, Hoffa (comentada en el blog anteriormente).

      No acabo de entender del todo lo que te resulta paradójico, ¿que en el caso de un sistema de economía capitalista, el sindicalista sea un mafioso, y en el marco de una economía soviética el sindicalista sea un cura? Entiendo que ese es el marco que planteas, ¿es así?

      Por un lado, creo que hay que tener cuidado a la hora de sacar conclusiones entre ambos porque las circunstancias son diferentes: uno es un país democrático y con una carta de derechos, el otro no lo es. Por tanto, el movimiento sindical es totalmente distinto en uno y en otro. Además, la red mafiosa, casi parte de la idiosincrasia de EEUU, se extendía por los sindicatos como la peste, mientras que en la URSS esa red mafiosa formaba parte del politburó. Obviamente es imposible que los desarrollos de ambas historias sean similares, se me antoja difícil la comparación por esto que comento.
      Por otro lado, Popi realmente no es un sindicalista ni un socialista ni un progre ni nada, es un cura, un católico que ejerce como tal. El problema es que estamos tan poco acostumbrados a uno que lo haga así que ya no nos acordamos de cómo eran ;)

      Así de primeras, esas son las reflexiones que me vienen a la cabeza, no sé si te he contestado a tu pregunta.

      Un saludo

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    2. Hombre, no tanto. Me llamaba la atención que el líder sindical en Hoffa sea un pillo, y aquí un hombre exageradamente honrado, lo que da una vuelta de tuerca en el planteamiento entre ambas películas.

      La comparación entre el conflicto sindical en el marco capitalista y el socialista sí que me parece muy interesante, porque precisamente los enemigos que Hoffa y Popi tienen que enfrentar son muy diferentes, y de allí mi interés en comparar sus semejanzas y diferencias. Me parece un ejercicio interesante...

      No estoy de acuerdo en que en la URSS hubiera una red mafiosa en el politburó. Más bien el politburó recurría a métodos ilegales cuando le convenía, pero una red mafiosa como tal, no había. Lo que sí había era la voluntad de violar la ley cuando era necesario reprimir. Creo que no es exactamente lo mismo.

      Tal vez Popi no sea un líder sindical, pero en última instancia se ve metido de un modo u otro en el fregado de ejercer en cierto modo como tal, bien a pesar suyo. O en todo caso, sus enemigos lo consideran como tal, con razón o sin ella, y lo ven como una amenaza para su poder, (en lo que sí que tienen razón) y por eso se produce un enfrentamiento similar al que que vemos entre los Kennedy y Hoffa en la película de Jack Nicholson.

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    3. Gracias por tu respuesta Heraldo.

      Efectivamente, son enemigos antagónicos en un principio, los que encuentran sindicalistas en uno y otro momento histórico, pero realmente no son tan diferentes. No dejan de pretender que los obreros estén callados y no molesten pidiendo derechos. Una mano de obra barata y dócil. En ese sentido hay intereses económicos que confluyen en unos y otros, siendo aparentemente tan distintos, lo veo en ese sentido.

      No me refería a una red mafiosa en el sentido más estricto de la palabra, sino a que el Politburó recurría a prácticas mafiosas cuando lo encontraba necesario, efectivamente, violando la ley.

      Pero no sé si acabo de estar de acuerdo contigo en el último apartado: el enfrentamiento entre los Kennedy y Hoffa viene de la mano de las relaciones mafiosas de Hoffa, más que por el hecho de ser un sindicalista. No es el mismo Hoffa el que comienza luchando por los derechos de sus compañeros que el que acaba frecuentando salones lujosos con los gángsteres más sanguinarios del país que vemos al final, eso hay que tenerlo en cuenta. En éste punto, es más justa la acción de Popi que la de Hoffa, y por tanto el ataque de los Kennedy no creo que sea injustificado en ese punto.
      Estoy de acuerdo en que el gobierno soviet en Polonia ve a Popi como una amenaza clara a su poder, pero no por ser un lider sindical sino más bien por contestar sus acciones violentas y represivas en público. Más que un sindicalista lo que es se acerca mucho más a un líder espiritual creo yo, incluso revolucionario, aunque posiblemente ni él quería ni hizo nada para serlo.

      Un saludo

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  3. Vaya jueguecito...comparar con Hoffa, pero jugemos, no puede haber nada más interesante.

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  4. Me alegro de verte de nuevo en la blogosfera, Piru. De esta película polaca ni idea, así que me la apuntaré. Creo que si me sacas de Polanski y Kieslowski mi noción de la cinematografía polaca no es muy buena :-)

    ¡Un saludo!

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    1. Amigo Cutlas, es un placer verte de nuevo por estos lugares, muchas gracias por la visita, espero hacer lo propio en cuanto tenga ocasión. Aprovechar para recomendar tu blog a todos aquéllos que disfruten del buen cine, y mejores críticas.

      En este caso me parece que lo peor de todo es la dirección de la película, que no sale muy bien parada jeje, así que me temo que no es muy recomendable recoger el nombre del director para nuestra lista particular jejeje

      Un saludo!

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  5. Buena película, pero mucho más por lo que cuenta que por como lo cuenta. Podría haber quedado mucho mejor, pero al menos nos da una idea de lo que era la vida en la Polonia socialista en los tiempos del sindicato Solidaridad, es lástima que no tengamos más películas de ese período histórico, y es curioso porque era un tema muy interesante, que ha sido muy poco atendido por el cine moderno.

    Sobre la versión de Burton, creo que es un poco mejor que la de Peck, pero es claro que cada quién tendrá inevitablemente sus propios favoritos.

    Hoffa no la he visto, pero la idea de comparar dos películas que tratan de las acciones sindicales bajo dos sistemas tan diferentes, me parece intereesante. Voy a ver si consigo a Hoffa para poder opinar.

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    1. Hola Anónimo, muchas gracias por tu comentario. Totalmente de acuerdo con tus apreciaciones sobre la película.
      Sobre Hoffa, la tienes comentada en éste blog, la encontrarás pinchando en el link "listado de películas" del encabezado del blog, de modo que puedas comentarme tus impresiones cuando te hayas hecho con ella.

      Un saludo

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  6. Estimado Pablo, ya está abierta la inscripción para la 2da edición de la Maratón de Cine Film Focus. La misma se desarrollará del sábado 20 de julio al 4 de agosto y tendrá la misma dinámica que el año pasado. El cierre de inscripción es el Domingo 30 de junio. Para sabes más te dejo el link de la maratón (filmfocus-la.blogspot.com.ar/p/blog-page.html)
    Saludos y buen fin de semana.

    Sebastián

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    1. Muchas gracias Sebastián, lo tendré presidente, un saludo.

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  7. Vayamos por partes, que diría Jack el destripador.
    Pensamos que tu página estaba inactiva, pero ahora que hemos visto que por lo visto sigue funcionando aprovecharemos la ocasión para responder.
    En primer lugar, debo felicitarte por tu respuesta. En segundo lugar, también debo admitir que me he expresado mal; debía haber dicho: "DURANTE el régimen de la República se masacraron curas". (Efectivamente fueron las bandas comunistas y anarquistas, las autoras materiales de los hechos). No lo hice porque quería ahorrar palabras a fin de evitar que me saliera el bendito cartel de "su html no es aceptable debe contener X caracteres" y tener que reescribir todo de nuevo.
    Ahora bien: me parece que tú también has leído un poco a la ligera mi post, lo digo sin acritud, y te haces un poco reo de la misma flaqueza que me atribuyes a mí. En primer lugar, yo no te he acusado a tí personalmente de considerar el arrime de la iglesia al poder como una justificación para matar religiosos. Tú te has limitado a señalar el hecho de que la Iglesia siempre ha participado en política y siempre se ha intentado mejorar su condición como institución en todos los gobiernos. Eso es cierto, y viene muy al caso.
    Yo me he limitado a señalar que eso no justifica que se persiguiera a nadie.
    Eso también es cierto, y también viene al caso.
    Resumiendo: tú te limitas a señalar un hecho y yo me limito a señalar otro.
    Pides textos histográficos: con mucho gusto y facilidad puedo dártelos. En lo sucesivo los datos encerrados entre paréntesis en general indicarán la fuente de donde extraigo cada dato histórico. Doy comienzo a mi exposición. Eso sí, me perdonarás si me extiendo…
    Menos de un mes después de la proclamación de la Segunda República Española existieron episodios de anticlericalismo, como la quema de conventos e iglesias ocurrida el 11 de mayo de 1931. En Madrid se quemaron 10 iglesias o centros de religiosos, y hubo asaltos frustrados a otros 16. Hubo quemas también en Valencia, Sevilla, Málaga, Córdoba, Cádiz, Murcia y Alicante. Además de las pérdidas materiales en los edificios, hay que lamentar la destrucción de valiosas obras de arte: solo en Madrid se perdió una urna de plata repujada que contenía los restos de san Francisco de Borja; un Lignum Crucis procedente de la casa ducal de Pastrana regalo del Papa; el sepulcro del siglo XVI del teólogo Diego Lainez, primer discípulo de San Ignacio de Loyola; un retrato del fundador de la compañía de Jesús pintado por Sánchez Coello y un Zurbaran. Se perdió la biblioteca de la residencia de los jesuitas, con más de 80.000 volúmenes, entre ellos
    incunables irremplazables y primeras ediciones de las obras de Lope de Vega, Quevedo, Calderón o Saavedra Fajardo. También se quemó, en el Instituto Católico de Arte e Industrias, la biblioteca del centro, formada por más de 20.000 volúmenes, entre los que se encontraban ejemplares únicos de la Germaniae Historica.
    En este lamentable episodio se acusó al gobierno republicano de connivencia. (Miguel Maura, ministro de la Gobernación en el momento de suceder estos hechos, reconoció la pasividad del gobierno: discurso en el Cine de la Ópera el 10 de enero de 1932. Citado por J. Tusquets, Orígenes de la Rvolución española, Barcelona 1932, pág. 105 y ss).
    El general Gómez García Caminero, gobernador militar de Málaga, llegó a enviar un telegrama a Madrid que indicaba escuetamente:

    "Ha comenzado el incendio de iglesias. Mañana continuará."

    (Citado por Francisco Narbona, La quema de conventos. Publicaciones Españolas, Madrid 1954, p. 17. Este mismo ordenó personalmente a los bomberos que habían acudido a sofocar el incendio de la casa de los jesuitas en Málaga que se retiraran, y luego dio la misma orden a los guardias civiles que acudieron. Los bomberos asistieron impotentes al incendio del edificio y la iglesia aneja. Fue tal el escándalo al conocerse estos hechos que el general Gómez García Caminero y el gobernador civil, ausente durante esos hechos, fueron destituidos).

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  8. También hay que señalar que durante la llamada Revolución de Asturias de 1934 uno de los objetivos de los sublevados fueron los religiosos. En esta ocasión la saña anticlerical llegó a las consecuencias más graves, pues fueron asesinados varios religiosos. Entre ellos destacan los nueve Hermanos de las Escuelas Cristianas de Turón.

    La gravedad de estos atentados obligó a eminentes intelectuales que apoyaban a la República, a condenar los hechos:

    ”Quemar conventos e iglesias no demuestra ni verdadero celo republicano ni espíritu de avanzada, sino más bien un fetichismo primitivo o criminal que lleva lo mismo a adorar las cosas materiales que a destruirlas” (Fuente: Artículo publicado en El Sol el 11 de mayo, firmado por Gregorio Marañón, José Ortega y Gasset, R. Pérez de Ayala)

    Entre febrero y julio de 1936 se destruyeron o profanaron 411 iglesias y hubo más de 3000 atentados graves de carácter político y social (Fuente: Carta Colectiva de los Obispos españoles de 1 de julio de 1937, n. 4º).

    Consta por escrito que el día 16 de junio, Robles, en una última advertencia, leyó ante las Cortes una lista de ultrajes y atrocidades: 160 iglesias incendiadas, 269 asesinatos, 1.287 casos de agresión, 69 oficinas políticas destruidas, 113 huelgas generales, 228 huelgas parciales, 10 redacciones de periódicos asaltadas. Concluyó: “Un país puede vivir bajo una monarquía o una república, con un sistema parlamentario o un sistema presidencial, bajo el comunismo o el fascismo, pero no puede vivir en la anarquía”. (Fuente: Hugh Thomas, The Spanish Civil War, Londres, ed. 1961: las cifras eran exactas)

    Para los republicanos, la Iglesia Católica era el blanco principal del odio. Muchos cronistas extranjeros ven en esto un fenómeno extraño. El clero era tan antiliberal como antisocialista, pero no fascista. En todo caso, la mayoría estaba formada por monárquicos. El cardenal primado de Toledo, arzobispo Pedro Segura, era antifascista y además probritánico. Es cierto que había un número excesivo de clérigos: 20.000 monjes, 60.000 monjas y 35.000 sacerdotes en una población de 24,5 millones. Pero el clero había perdido sus tierras en 1837 y había recibido compensaciones en efectivo; aunque se suponía que la Iglesia era rica, el cura de parroquia ciertamente no lo era. Resultaba un hecho desusado que los campesinos matasen a su propio cura, pero podían ayudar a matar al cura de otra parroquia. El arzobispo de Valladolid dijo de los campesinos: “Esta gente estaría dispuesta a morir por su Virgen local, pero a la más mínima provocación
    quemaría la de sus vecinos”.( Thomas, op. cit., pp. 52-54) La mayoría de las atrocidades republicanas fueron cometidas por grupos de asesinos, formados por militantes sindicales, jóvenes, y cuadros políticos; se autodenominaban los “linces de la república”, los “leones rojos”, las “furias”, “Espartaco”, “fuerza y libertad”, etcétera. Fueron asesinados once obispos, una quinta parte del total, así como el 12 por ciento de los monjes y el 13 por ciento de los sacerdotes.(Fuente: Antonio Montero, La persecución religiosa en España 1936-1939, Madrid, 1961, p. 762).

    Los muertos fueron reverenciados en el famoso poema “Aux Martyrs Espagnols”, de Paul Claudel:

    Soeur Espagne, sainte Espagne... tu as choisi!
    Onze évéques, seize-mille prétres massacrés... et pas une apostasie!


    Fueron muertas unas 283 monjas; algunas fueron violadas antes de la ejecución, aunque los ataques a las mujeres resultaron cosa poco frecuente en la España republicana. En la provincia de Ciudad Real, la madre de dos jesuitas fue asesinada con un crucifijo en la garganta. El cura párroco de Torrijos fue azotado, coronado de espinas, obligado a beber vinagre y a llevar una viga de madera sujeta a la espalda; después no lo crucificaron, sino que lo fusilaron. El obispo de Jaén fue asesinado, lo mismo que su hermana, en presencia de 2.000 personas, y el verdugo fue una feroz miliciana llamada “la pecosa”. Algunos sacerdotes fueron quemados, otros enterrados vivos y a algunos les cortaron las orejas.( Thomas, op. cit., pp. 270-272.)

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  9. Por cierto que los republicanos también asesinaron a los religiosos nacionalistas. Es un error relativamente frecuente pensar que durante la guerra sólo en la zona republicana hubo persecuciones religiosas, cosa que en realidad es falsa. En Ronda, 512 personas fueron arrojadas a la garganta que divide la ciudad, un episodio utilizado en Por quién doblan las campanas, de Ernest Hemingway. Llos grupos de asesinos de la izquierda eran conocidos como las “checas”; pero utilizaban la jerga de Hollywood: hablaban de “dar un paseo”. Había docenas de estos grupos solamente en Madrid. El peor estaba dirigido por el dirigente juvenil comunista García Attadell, que encabezaba la temida “patrulla del alba” y que asesinó a muchas personas. Vivía en un palacio, acumuló grandes cantidades de botín y trató de huir a América Latina, pero fue capturado y ejecutado con el garrote vil en la cárcel de Sevilla, después de ser recibido nuevamente en
    el seno de la Madre Iglesia. (Arthur Koestler, The Invisible Writing, Londres, 1954, p. 347; Ignacio Escobar, Así Empezó, Madrid, 1974.)

    Muchos de estos asesinos se diplomaron en la organización de la policía secreta de Barcelona, impuesta por los soviéticos. En resumen, parece que la izquierda asesinó a unos 55.000 civiles (el Santuario Nacional de Valladolid enumera un total de 54.594), incluidas unas 4.000 mujeres y varios centenares de niños.( Thomas, op. cit., p. 270)

    Los asesinatos cometidos por los nacionalistas detrás de las líneas tuvieron un carácter análogo, pero la mayor parte de los crímenes estuvo a cargo de unidades militares. Curiosamente, el método era leninista: destruir a la izquierda como fuerza política organizada masacrando a todos sus activistas y provocar en sus partidarios un miedo abyecto. Como confesó el propio general Mola en Pamplona el 19 de julio de 1936: “Es necesario difundir una atmósfera de terror. Necesitamos suscitar esta impresión de dominio [...] Todos los que sean franca o secretamente partidarios de la República tienen que ser liquidados (Juan de Iturralde, El catolicismo y la cruzada de Franco, 2 vols., Bayona, 1955, II, pp. 88-89.) Se practicaban los arrestos durante la noche y se fusilaba en la oscuridad, a veces después de torturar al prisionero. Se cometieron atrocidades blasfemas: a un hombre se lo extendió en forma de cruz y le cortaron los brazos y las piernas
    en presencia de la esposa, que enloqueció. Los sacerdotes que pretendían intervenir también eran asesinados. (Ignacio de Azpiazu, Siete meses y siete días en la España de Franco, Caracas, 1964, p. 115.)
    Las masacres de Mallorca fueron descritas por Georges Bernanos en su novela Les grands cimitières sous la lune. Pero en The Invisible Writing, Arthur Koestler afirmó que se inventaban atrocidades fascistas en la fábrica de mentiras dirigida por Otto Katz en la oficina de la Comintern en París. (George Bernanos, Les Grands Cimitières sous la lune, París, 1938, pp. 72-73; Koestler, Invisible Writing, pp. 333- 335.)

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  10. La víctima más famosa de los crímenes nacionalistas fue, como todos sabemos, el poeta García Lorca, cuyo cuñado era alcalde socialista de Granada. Lo fusilaron alrededor del 18 de agosto de 1936, pero nunca pudo hallarse su tumba. Ese mismo mes, alrededor de 571 personas fueron eliminadas en la ciudad. Un cálculo moderado de los crímenes cometidos por los nacionalistas señala que fueron ultimadas como mínimo unas 8.000 personas en la provincia de Granada, de 7.000 a 8.000 en Navarra, 9.000 en Sevilla, 9.000 en Valladolid, 2.000 en Zaragoza, 3.000 en las Baleares. Durante los seis primeros meses de la guerra, los nacionalistas mataron a seis generales y un almirante, prácticamente a todos los diputados del Frente Popular que fueron capturados, a gobernadores, médicos y maestros de escuela, un total aproximado de 50.000 personas.( Thomas, op. cit., p. 265, menciona autoridades en las notas al pie; Ian Gibson, The Death of Lorca, Londres, 1973, pp. 167-169.) De modo que las matanzas de ambos bandos se equiparan y en los dos casos tuvieron carácter totalitario, es decir, se castigó sobre la base de la clase social, la jerarquía militar o la profesión, y no sobre la base de la culpa individual.

    Cuando Orwell trató de publicar un relato del escándalo del POUM y “destapar la olla española”, en el New Statesman, su director, Kingsley Martin, rechazó el material con el argumento de que perjudicaría el apoyo de Occidente a la causa republicana; más tarde alegó que Negrín habría roto con los comunistas a causa del problema del POUM si Occidente se hubiese mostrado dispuesto a suministrarle armas. Pero cuando la denuncia de Orwell apareció en el New English Weekly, no llamó demasiado la atención. (New English Weekly, 29 de julio, 2 de septiembre, 1937; con respecto a este famoso episodio, véase Kingley Martin, Editor, 1931-1945, Londres, 1968, p. 218; George Orwell, Collected Essays, etcétera, 4 vols., Penguin, 1970, I, pp. 333 y ss.; Crick, op. cit., pp. 227 y ss.)

    Como ya vimos, durante la Guerra Civil hubo en España represión en la retaguardia de ambos bandos; Así, Andrés Nin, dirigente del partido revolucionario POUM, proclamaba en un mitin llevado a cabo el 8 de agosto de 1936 que habían resuelto la cuestión religiosa:

    "Nosotros lo hemos resuelto totalmente yendo a la raíz: hemos suprimido los sacerdotes, las iglesias y el culto".

    Anselmo Polanco, obispo de Teruel, y Felipe Ripoll, su vicario general, murieron el 7 de febrero de 1939 en Pont de Molins (Gerona), cerca de la la frontera francesa, a menos de dos meses del final de la guerra. En cuanto a la distribución espacial, en el País Vasco la Iglesia Católica pudo desarrollar su actividad casi con total normalidad (Hubo sacerdotes vascos muertos por la represión franquista) mientras que por el otro lado la persecución se cebó en Madrid, Valencia, Aragón y Cataluña. La diócesis más castigada fue la de Barbastro, en la que fueron asesinados el 90 por ciento de los sacerdotes, incluido el obispo: tenía entre 110 y 120 sacerdotes, y fueron asesinados casi en centenar; al acabar la guerra, solo tenía 12 sacerdotes (Hay una película sobre el tema titulada “Un Dios Prohibido”. Pero no es muy buena que digamos).

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  11. Las cifras son difíciles de dar, pero se calcula que pudieron ser cerca de 7.000. (Personalmente creo que lo de los 30.000 sacerdotes muertos es puro camelo) Se dieron episodios de gran crueldad y de verdadero sadismo; así, hubo casos en que las víctimas fueron quemada vivas, terriblemente mutiladas antes de morir o sometidos a verdaderas torturas psicológicas. También hubo quienes fueron arrastrados por coches. Hubo casos en que se entregó el cuerpo de una persona asesinada a los animales para que lo comieran. Incluso hubo una auténtica cacería de presos. (Por poner algunos ejemplos, Carmen García Moyón fue quemada viva en Torrent (Valencia) el 30 de enero de 1937; Plácido García Gilabert fue terriblemente mutilado y matado el 16 de agosto de 1936; a Carlos Díaz le obligaron a cavar su propia tumba y le enterraron vivo en el cementerio de Agullent (Valencia), devolviéndole medio muerto al día siguiente a su casa, en Onteniente. A los pocos días vuelve a ser detenido y es fusilado. Todos estos ejemplos en
    Vicente Cárcel Ortí, Mártires del siglo XXI. Cien preguntas y respuestas, p. 101-109, Valencia 2001).

    También es preciso señalar lo que algunos llaman ''el martirio de las cosas''. Desde el primer momento se asaltaron iglesias y conventos quemando imágenes y expoliando los bienes artísticos. Se destruyeron unas 20.000 iglesias -entre ellas varias catedrales- incluyendo su ornamentación, es decir, retablos e imágenes, y archivos. (En La Iglesia y la guerra civil. Sobre Cataluña, el Presidente de la Generalidad de Cataluña, Lluís Companys, fue entrevistado a finales de agosto de 1936 por una periodista de L'Oeuvre; al ser preguntado sobre la posibilidad de reanudar el culto católico, respondió: "¡Oh!, este problema no se plantea siquiera, porque todas las iglesias han sido destruidas").

    Se ha afirmado que estas matanzas se debieron a una explosión de ira popular, tras el levantamiento de parte del ejército el 18 de julio. El investigador catalán Jordi Albertí, que se definía catalanista y creyente, afirma que la persecución fue planificada: las planificaron los comunistas libertarios, es decir el partido anarquista (la FAI) y su sindicato, la CNT. Otros grupos fueron cómplices en distinta medida o bien se inhibieron con omisiones criminales. Según este investigador: “¿pueden unos descontrolados matar 70 curas al día, que era la media de agosto de 1936?” (Jordi Albertí, El silenci de les campanes, la persecució religiosa durant la guerra civil, edicions Proa, Barcelona 2007).

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  12. Desde principios de 1937 el gobierno republicano intentó dar al mundo la imagen de la normalización de la vida civil, incluyendo el aspecto religioso. Entre otras medidas se incorporó al gobierno un católico, Manuel de Irujo Ollo: este personaje era dirigente del Partido Nacionalista Vasco, ministro sin cartera en los dos Gobiernos de Francisco Largo Caballero (septiembre 1936-mayo 1937), y ministro de Justicia en el gabinete de Negrín (desde el 18 de mayo de 1937). En una reunión del gobierno celebrada en Valencia el 9 de enero de 1937, presentó el siguiente Memorándum sobre la persecución religiosa:

    La situación de hecho de la Iglesia, a partir de julio pasado, en todo el territorio leal, excepto el vasco, es la siguiente:
    a) Todos los altares, imágenes y objetos de culto, salvo muy contadas excepciones, han sido destruidos, los más con vilipendio.
    b) Todas las iglesias se han cerrado al culto, el cual ha quedado total y absolutamente suspendido.
    c) Una gran parte de los templos, en Cataluña con carácter de normalidad, se incendiaron.
    d) Los parques y organismos oficiales recibieron campanas, cálices, custodias, candelabros y otros objetos de culto, los han fundido y aun han aprovechado para la guerra o para fines industriales sus materiales.
    e) En las iglesias han sido instalados depósitos de todas clases, mercados, garajes, cuadras, cuarteles, refugios y otros modos de ocupación diversos, llevando a cabo -los organismos oficiales los han ocupado en su edificación obras de carácter permanente.
    f) Todos los conventos han sido desalojados y suspendida la vida religiosa en los mismos. Sus edificios, objetos de culto y bienes de todas clases fueron incendiados, saqueados, ocupados y derruidos.
    g) Sacerdotes y religiosos han sido detenidos, sometidos a prisión y fusilados sin formación de causa por miles, hechos que, si bien amenguados, continúan aún, no tan sólo en la población rural, donde se les ha dado caza y muerte de modo salvaje, sino en las poblaciones. Madrid y Barcelona y las restantes grandes ciudades suman por cientos los presos en sus cárceles sin otra causa conocida que su carácter de sacerdote o religioso.
    h) Se ha llegado a la prohibición absoluta de retención privada de imágenes y objetos de culto. La policía que practica registros domiciliarios, buceando en el interior de las habitaciones, de vida íntima personal o familiar, destruye con escarnio y violencia imágenes, estampas, libros religiosos y cuanto con el culto se relaciona o lo recuerda.


    Entre muchos testimonios sobre estos aspectos, se puede citar uno procedente de un representante diplomático. El embajador de Francia en Barcelona, Erik Pierre Labonne, protestante, y gran entusiasta de la causa republicana envió el 16 de febrero de 1938 un extenso informe a su ministro de Asuntos Exteriores. Se lamentaba de que "la actitud de la España republicana en materia religiosa fuera una verdadera paradoja" y explicaba así la situación que había encontrado:

    "¡Qué espectáculo!... desde hace cerca de dos años y después de afrentosas masacres en masa de miembros del clero, las iglesias siguen devastadas, vacías, abiertas a todos los vientos. Ningún cuidado, ningún culto. Nadie se atreve a aproximarse a ellas… Monjes, hermanas, frailes, todos han desaparecido. Muchos murieron de muerte violenta. Muchos pudieron pasar a Francia gracias a los meritorios esfuerzos de nuestros cónsules, puerto de gracia y aspiración de refugio para tantos españoles desde los primeros días de la tormenta. Por decreto de los hombres, la religión ha dejado de existir. Toda vida religiosa se ha extinguido bajo la capa de la opresión del silencio. A todo lo largo de las declaraciones gubernamentales, ni una palabra; en la prensa, ni una línea.
    Sin embargo, la España republicana se dice democrática”.

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  13. Hay autores que explican la persecución religiosa por el carácter revolucionario de los acontecimientos en la retaguardia republicana durante 1936. De hecho casi todos los investigadores aceptan que en el lado republicano la calle estaba dominada por los extremistas revolucionarios hasta 1937. Los gobiernos de la República a partir del 18 de julio de 1936 no siempre se formaron como fruto de acuerdos entre fuerzas parlamentarias, sino a veces, como consecuencia de quién dominaba la calle en cada momento. Solo hasta principios de 1937 el gobierno logró contener a las fuerzas extremistas, pero los gobiernos que se formaron no lo fueron siempre como resultado de una vida parlamentaria ordinaria.

    Con eso espero que haya quedado satisfecha tu curiosidad histográfica.

    Perdón por haberme extendido tanto, pero pruebas históricas me pediste, y decidí tomarme en serio tu petición. También debo confesar que soy un poco friki en esto de la historia en general.

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  14. Ciertamente tienes razón al decir que la República no cometió directamente la mayoría de los desmanes que hacían los cuerpos anarquistas o comunistas. Pero hay algo que se te equivocas: y es que aunque no los hubiera cometido, sí que debe ser responsable por eso de todos modos.

    Me explicaré de la forma más sencilla posible para evitar confusiones.

    1. ¿En su calidad de gobierno democrático ajustado al estado de derecho, la República tenía o no tenía la obligación ineludible (sin atenuantes ni excusa alguna posible) de garantizar que JAMÁS esos grupos pudieran cometer todas esas tropelías que cometieron, y JAMÁS nadie podía ser objeto de persecución simplemente por sus creencias religiosas?

    Si tu crees que la respuesta es “No la República no tenía ningún deber de garantizar (en su calidad de gobierno democrático y ajustado al estado de derecho) que esas salvajadas jamás tuvieran lugar, porque no tenía ninguna obligación de demostrar SER DIFERENTE al bando contrario” entonces me gustaría que, por favor, me indicaras porque crees tú que un gobierno democrático ajustado al estado de derecho no tiene ningún deber de impedir que esas tropelías tuvieran lugar y por tanto no tiene responsabilidad de que ocurrieran. Estoy totalmente abierto a escuchar tus argumentos. Siempre será un placer conocer cuáles son

    Si, por el contrario, crees que un gobierno democrático ajustado al estado de derecho tiene el deber sagrado y de todo punto ineludible de impedir que esas cosas sucedan, entonces convendrás conmigo que una vez aceptado que ese deber es ineludible, entonces se impone otra pregunta:

    2. ¿Cumplió la República con su deber de SER DIFERENTE al bando de los defensores de la dictadura impidiendo que en su propio bando se cometieran esos trágicos hechos que eran de esperar en el bando de los partidarios de una dictadura fascista pero no eran de esperar que tuvieran lugar en el bando de una democracia?

    Si tú crees que la respuesta a esta pregunta es: “Sí, efectivamente la República cumplió con su deber de impedir que esos hechos tuvieran lugar” me gustaría mucho que, por favor, me indicaras en que te basas para decir eso. Estoy totalmente abierto a escuchar tus argumentos. Siempre será un placer conocer cuáles son.

    Si por el contrario, tú crees que la respuesta a esta pregunta es “No la República no supo cumplir con su deber de ser diferente al bando de la dictadura impidiendo que esas cosas pasaran” entonces convendrás conmigo en que entonces se impone una última pregunta:

    3. ¿Es “un pecado” criticar a la República por no haber cumplido con su deber de DEMOSTRAR SER DIFERENTE al bando de la dictadura impidendo que esas cosas pasaran?

    Si tu crees que la respuesta es “Efectivamente, es pecaminoso criticar por eso a la República , porque esa crítica es inmoral” entonces me gustaría mucho que, por favor, me expliques cuales son los motivos en los que te apoyas para decir eso. Estoy totalmente abierto a escuchar tus argumentos. Siempre será un placer conocer cuáles son.

    Con esto espero haber dejado claro mi postura de la manera más sencilla posible. Me es imposible explicarme con más claridad.

    Si quieres podemos proseguir el debate o dejarlo hasta aquí. Si por los motivos que sea, crees que no conviene seguirnos apartando del tema, muy bien. Yo saqué el tema a relucir porque tú mismos mencionaste a “los curas rojos” en el comienzo de tu crítica a esta película. Aunque no tengan una relación directa con la misma ni con los hechos ocurridos en Polonia.


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  15. "1.¿Es "mentira" desde el punto de vista histórico que durante la República se cometieron masacres contra el clero ?: NO es mentira que durante la República se cometiesen masacres contra el clero. Sí es una injuria y una difamación señalar que éstas acciones procediesen de la República o fuesen una política oficial"

    Bueno, ya se ha dicho pero no creo que haga ningún mal repetirlo. Como en ese particular comparto las opiniones de Athos me limitare a repetir sus preguntas.

    1. ¿En su calidad de gobierno democrático ajustado al estado de derecho, la República tenía o no tenía la obligación ineludible (sin atenuantes ni excusa alguna posible) de garantizar que JAMÁS esos grupos pudieran cometer todas esas tropelías que cometieron, y JAMÁS nadie podía ser objeto de persecución simplemente por sus creencias religiosas?

    Si tu crees que la respuesta es “No la República no tenía ningún deber de garantizar (en su calidad de gobierno democrático y ajustado al estado de derecho) que esas salvajadas jamás tuvieran lugar, porque no tenía ninguna obligación de demostrar SER DIFERENTE al bando contrario” entonces me gustaría que, por favor, me indicaras porque crees tú que un gobierno democrático ajustado al estado de derecho no tiene ningún deber de impedir que esas tropelías tuvieran lugar y por tanto no tiene responsabilidad de que ocurrieran. Estoy totalmente abierto a escuchar tus argumentos. Siempre será un placer conocer cuáles son

    Si, por el contrario, crees que un gobierno democrático ajustado al estado de derecho tiene el deber sagrado y de todo punto ineludible de impedir que esas cosas sucedan, entonces convendrás conmigo que una vez aceptado que ese deber es ineludible, entonces se impone otra pregunta:

    2. ¿Cumplió la República con su deber de SER DIFERENTE al bando de los defensores de la dictadura impidiendo que en su propio bando se cometieran esos trágicos hechos que eran de esperar en el bando de los partidarios de una dictadura fascista pero no eran de esperar que tuvieran lugar en el bando de una democracia?

    Si tú crees que la respuesta a esta pregunta es: “Sí, efectivamente la República cumplió con su deber de impedir que esos hechos tuvieran lugar” me gustaría mucho que, por favor, me indicaras en que te basas para decir eso. Estoy totalmente abierto a escuchar tus argumentos. Siempre será un placer conocer cuáles son.

    Si por el contrario, tú crees que la respuesta a esta pregunta es “No la República no supo cumplir con su deber de ser diferente al bando de la dictadura impidiendo que esas cosas pasaran” entonces convendrás conmigo en que entonces se impone una última pregunta:

    3. ¿Es “un pecado” criticar a la República por no haber cumplido con su deber de DEMOSTRAR SER DIFERENTE al bando de la dictadura impidendo que esas cosas pasaran?

    Si tu crees que la respuesta es “Efectivamente, es pecaminoso criticar por eso a la República , porque esa crítica es inmoral” entonces me gustaría mucho que, por favor, me expliques cuales son los motivos en los que te apoyas para decir eso. Estoy totalmente abierto a escuchar tus argumentos. Siempre será un placer conocer cuáles son.

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  16. "¿Es "mentira" históricamente que la República adoptó una postura tan tibia ante esos crímenes como la adoptada por Pio XII durante la IIGM o en todo caso exactamente tan criticable desde el punto de vista moral?: No puedo decir si la República adoptó una postura tibia o no, porque no cuento con datos históricos para apoyarme en ellos. Posiblemente sí lo fuese, pero no por animadversión contra la Iglesia, sino por mantener a un gobierno en el que anarquistas y comunistas tenían un gran peso en lo que a la conflictividad social se refiere. Recuerdo que la CEDA también estaba sentada a la mesa y también enviaba a sus pistoleros a ejecutar obreros y sindicalistas por las calles, ojo"

    Aquí simple y sencillamente ya no entiendo.

    Para empezar: ¿Que diferencia hace que fuera por animadversión contra la iglesia o por la polarización creada por anarquistas y comunistas, o porque la gitana maría lo pidió o porque Juan Belmonte les ofreciera dedicarles un toro si acababan con los curas? Todo eso es irrelevante: lo importante es que pudiéndose evitar la tragedia tan sólo conque la República cumpliera con su deber... no se evitó precisamente porque la República no supo cumplir con su deber más elemental de todos: garantizar que esas cosas no pasaran. Que fuera por complacer a los comunistas, o a la gitana maría o a Juan Belmonte es totalmente irrelevante.

    Para empezar por allí.

    Para seguir: la República debía decirles a los anarquistas a los comunistas y a los filatelistas: "Señores tenéis todo el derecho de hacer todo el proselitismo político que queráis a favor del anarquismo, el comunismo y el coleccionismo de sellos porque para eso vivimos en un estado democrático. Pero si os creéis que tenéis patente de corso para masacrar a nadie os equivocáis de medio a medio porque precisamente da la casualidad de que este gobierno no se va a bajar los pantalones ante nadie ni le va a dar permiso a nadie para masacrar a nadie. Si no os gusta, allí esta la puerta. Salid y no esperéis formar parte de este gobierno. Porque para eso aquí no somos fascistas y no tenemos ni queremos tener pistoleros como los de la CEDA. Este es el bando de la democracia y el derecho, y eso lejos de ser una debilidad es una fuerza, y no se negocia".

    Y si la República no fue capaz de decirles eso, pues muy mal por la República.

    Y hay que criticarla por no haberlo hecho.

    ¿Esa crítica te parece "una grotescada"?

    Simplemente no entiendo que importancia tiene eso de la polarización: el deber de una democracia es precisamente arreglar todas las polarizaciones por la vía pacífica del voto y el ejercicio de la democracia en el marco de un estado de derecho. Si una República no puede cumplir con esta función elemental es que no sirve. Las polarizaciones existen siempre en mayor o menor grado en todas las sociedades. Por eso precisamente se elige la democracia. Porque es el mejor medio para canalizarlas de forma pacífica y legal. Y si no es capaz de hacerlo hay que decirlo y hay que criticarla. No entiendo que quieres señalar con lo de la polarización. Me limitaré a señalar que simplemente no entiendo que quieres decir, y como no entiendo, dejo el tema hasta aquí. Por supuesto, si tú prefieres ofrecer alguna aclaración, esta será naturalmente bienvenida. Sería un error por mi parte seguir debatiendo este punto hasta no estar seguro de que es lo que quieres señalar exactamente. Si lo que quieres decir es que los nacionales tampoco respetaban la ley, tienes toda la razón. Pero si la República no lo hizo mejor, es evidentemente lógico que merezca las mismas críticas en aquellos puntos en los que no supo demostrar ser diferente al bando de la dictadura.


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  17. "¿Es "mentira" que cuando los jerifaltes de la República tropezaban con un cura incómodo para ellos se comportaban exactamente igual que los jerifaltes franquistas y que concreta y especifícamente en es ese punto concreto no había diferencias entre los dos bandos?: posiblemente en ese punto concreto no hubiese diferencias, pero hay que entender qué es lo que supone un cura incómodo para unos y para otros. La postura de la República es relegar la Iglesia al ámbito privado, la de la Dictadura es servirse de ellos en la medida en que les sea beneficioso. Por tanto, un cura que pretendía ayudar al proletariado (que era quién pasaba hambre) y denunciar las injusticias de la violación de Derechos Fundamentales, no tenía nada que ver con el cura que conspiraba por mantener su derecho al diezmo en el pueblo y por asegurar la silla junto al cacique que manipulaba las elecciones. La actitud era similar, puede ser, el perfil del cura NO."

    Mmm…me acuerdo de un chiste en que un inspector revisa las sentencias de los jueces para ver si son justas. Se encuentra con un caso curioso: un juez condena a un hombre que le pega 15 puñaladas a su mujer, pero no condena a otro que le pega también 15 puñaladas a la suya…porque se demuestra que le había sido infiel. Cuando el inspector cita al juez a declarar porque la diferencia entre las dos sentencias (a pesar de que el crimen cometido era exactamente el mismo) el juez responde: “Posiblemente en ese punto concreto no hubiese diferencias, pero hay que entender qué es lo que se supone una esposa incómoda para unos y otros: una esposa que pretende conspirar con un amante para engañar a su cónyuge no tiene nada que ver con una que es fiel, La actitud de los dos maridos era similar, puede ser, el perfil de la esposa NO” Y por eso, se justificaba la diferencia entre las dos sentencias, ya que “No se puede poner a los dos maridos al mismo
    nivel”.
    Por supuesto que ese razonamiento es de chiste.
    Si el marido engañado podía legítimamente divorciarse de la esposa infiel con el apoyo que la ley le concedía entonces no debió rebajarse al nivel del marido asesino, eso es de cajón. Y si lo hace NO se puede salir con eso de que “no se puede poner a los dos maridos al mismo nivel”.
    La República podía hacer uso legítimo de la fuerza arrestando al cura incómodo y darle un juicio justo (Dije un juicio justo, ¿Eh? NO esas parodias de juicios que los anarquistas y comunistas instituyeron) para que sobre él recayera la sentencia que la ley determinaba. Podía y debía hacerlo así, porque tenía tanto el poder como el deber de proceder de esa manera. (Lo siento mucho, y por favor me perdonan, pero la garantía de tener un juicio justo no se le niega a nadie en un estado de derecho: ni a los peores criminales. Y es indefendible que sólo por su religión a alguien se le niegue ese derecho: es de cajón) Si pudiendo y debiendo hacer eso, la República prefirió rebajarse a usar los mismos métodos fascistas de la dictadura, entonces muy mal por la República y hay que criticarla por eso. La dictadura no podía apelar a ninguna legitimidad, porque no la tenía pero la República sí.

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  18. Pues mira, yo creo que precisamente los autores como César Vidal son los que más han contribuido a que la República sea tan difícil de criticar; porque ellos a menudo usan sus críticas contra ella no como un testimonio con sentido analítico de la historia sino como un justificativo del franquismo en plan de “y tú más” que hace inevitable que la gente no les compre la burra coja que están vendiendo, como es natural.
    En el blog del Mayor Reisman un comentarista latinoamericano, dice:
    “Soy venezolano y me intriga porqué hay tan pocas películas sobre la guerra civil española. ¿Se filmaron tan pocas, o las que se hicieron son muy malas?
    A mí sólo me convenció "las bicicletas son para el verano" buena, pero a dificílmente calificable como bélica. Oímos mencionar "La guerra de los locos" sobre unos enfermos mentales que escapan de su hospital y se enrolan para que no los obliguen a regresar, pero aquí no se estrenó nunca.
    También me intriga porque en casi todas los republicanos SIEMPRE son idealistas heroicos y los franquistas SIEMPRE son patanes.(curioso si la historia la hacen los ganadores)¿Es un cliché en españa, en el extranjero, o simplemente un modelo cinematogáfico?”
    A lo que Reisman le responde con su estilo inimitable:
    “Buenas. Gracias Zeitler por el comentario. Sobre las cuestiones que planteas. No he dedicado ningún ciclo a la GCE en el blog por dos motivos. El primero es que en mi opinión apesar de que hay muchas películas sobre la GCE producidas en España, en líneas generales tienen una calidad más bien baja salvo excepciones como ésta o como la que indicas.
    "Las bicicletas son para el verano" es probablemente una de las mejores y tan sólo toca el aspecto de la retaguardia en Madrid. Esa historia de Fernando Fernán Gómez era una obra de teatro (que tuve la suerte de ver) y que se llevó al cine. En ciertos aspectos se basa en algunas historias anteriores. Pero Fernán Gómez le supo imprimir su sello particular. El segundo es que me temo que el día que lo haga voy a sufrir un ataque masivo de troles como el que recientemente he padecido. Y es que el tema de la GCE es uno de los mejores ejemplos de lo que yo llamo "el síndrome de Rambo" o como ganar en la pantalla la guerra que se perdió en la historia. Desde que murió el dictador en 1975 las inmensa mayoría de las películas sobre la GCE pecan del mismo defecto que indicas. Los "franquistas" sólo pudieron hacer películas sobre su versión en la década de los 40. Y esa versión era tan burda como la que indicas pero en sentido contrario. En dichas cintas los "franquistas" eran buenísimos y abnegados cristianos y los "rojos" patanes borrachines sanguinarios y lascivos (el paradigma de este tipo de cine es "Raza" de 1942). En la década de los 50 las películas comenzaron a hablar de otros aspectos de la GCE como sus consecuencias sobre las personas, más que de los combates. A partir de 1960 lo que empieza a haber es un esfuerzo por la reconciliación representado por la película "La fiel infantería" (ver un comentario de respuesta a Tovarisch un poco más arriba) o por esta película. Personalmente creo que las décadas de los 60 y 70 son la época más interesante del cine bélico español. Incluso se llegaron a realizar producciones pro-bando republicano como la maravillosa "El espíritú de la colmena" (1973) en plena dictadura. Cuando muere el dictador en 1975, pues se dieron los archifamosos fenómenos de "la ley del péndulo" y de la "ley del cambio de chaqueta" entre los cineastas. A partir de ese momento se cambiaron los estereotipos y los "franquistas" pasaron a ser los patanes y los "republicanos" los buenos idealistas salvo alguna excepción. Y el probnlema está en que cuando criticas a una de esas películas enseguida te saltan los troles llamandote facha"

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  19. Ciertamente me parece que no es tan difícil criticar la República como Reisman pensaba, ya que en su ciclo sobre la GCE no recibió ataques trolleros a pesar de que no escatima críticas al Régimen de la República (ver la crítica de” Teruel” o los comentarios que hace sobre Azaña “fue un intrigante y un incompetente. Al contrario que Olivares partió de una situación ilusionante en la que la gente le apoyaba por completo (La II República). Pero por su mendacidad, oprotunismo y estrechez de miras, en lugar de asentar la democracia fue uno de los principales causantes de su desprestigio y de su posterior caída.” Entre otras perlas)
    En todo caso un si quieres leer un debate sobrio y realista a la par sobre el tema te recomiendo que veas los comentarios que en la página http://www.hislibris.com/40-preguntas-fundamentales-sobre-la-guerra-civil-stanley-g-payne/ sobre el libro de Stanley Payne del mismo título. Muy recomendable también para los lectores latinoamericanos que por cualquier motivo sientan curiosidad sobre el tema.

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  20. Pues después de leer todo creo que el problema de los mosqueteros es que es fácil pensar que en vez de hacer críticas contra la República, defendían de algún modo la dictadura, algo que creo que se debería haber aclarado desde el principio que no. El diálogo hubiera sido más fácil.
    También me parece que tienes una visión un poco ingenua de los hechos, Piru. Pareces creer de verdad que “todos los curas que se opusieron al franquismo eran buenos y todos los que se opusieron a la República eran malos” y punto. Lo menos que puedo decirte es que esa es no sólo una manera de ver las cosas muy maniquea sino también muy cándida de tu parte.
    Había mucho sacerdote ladrón de cuello blanco (y nunca mejor usada la frase) con el franquismo, y muchos de ellos terminaron mal, no precisamente por haberse negado a vender a Cristo por 30 piezas de plata, sino por haber pedido más dinero del que el cacique de turno estaba dispuesto a aflojar los cordones de la bolsa. (El lema de la dictadura era: “Dad al Caudillo lo que es del Caudillo y dad a Dios lo que es de Dios” y vale decir que lo cumplía al pie de la letra). Cuando algún listillo les pedía más de las 30 piezas de plata de rigor le pegaban un buen balazo por haber querido cobrar más de lo debidamente tarifado y en regla. Es un lindo cuento de hadas ese de que todos los sacerdotes que padecieron persecución bajo la dictadura eran mártires…pero no pasa de ser precisamente eso: un lindo cuento de hadas. Muchos eran pillos a los que lo que les perdió fue la codicia. No me trago el cuento chino de que no era así.
    Y por cierto que tampoco me trago el cuento chino de que para un jerifalte republicano “un sacerdote que se ponía a denunciar las injusticias del régimen o a ponerse de parte del proletariado que era el que realmente sufría” NO era un verdadero dolor en el c… o que ese jerifalte republicano no estuviera dispuesto de mil amores a servirse de los mismos métodos expeditivos franquistas con ese “amigo de los proletarios”. Es un lindo cuento de hadas ese de que todos los jerifaltes republicanos se iban a tragar a ese tipo de sacerdote: la mayoría le pegaban su buen balazo republicano también. Igualito que al sacerdote piraña que se pasaba de codicioso le pegaban su buen balazo Nacional.
    En todas partes se cocían habas, Piru. Es muy bonito creerse eso de que todos los sacerdotes que padecían persecución con la dictadura eran buenos y todos los que la padecían con la República eran malos. Pero a mí hace tiempo que se me cayeron los dientes de leche.

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  21. De todos modos, la manera en que presentan la persecución contra la Iglesia en España en la época de la República me recuerda la persecución contra la izquierda en los Estados Unidos en la época del macartismo.

    Puestos a hacer preguntas incómodas, yo querría preguntar: ¿Qué diferencia hay entre un caso y el otro?

    ¿Es justo criticar a la república de los Estados Unidos por no haber sabido cumplir con su deber como democracia sujeta al estado de derecho, de impedir las persecuciones que padecieron los izquierdistas durante el macartismo…y al mismo tiempo NO criticar a la democracia española por no haber sabido cumplir con su deber como democracia sujeta al estado de derecho de impedir las persecuciones que padecieron los curas durante la República ?


    Ya sé que me voy a ganar muy pocas simpatías con esa pregunta, pero si además de hacer enfadar, puedo también hacer reflexionar, hacer pensar, y hacer considerar en serio la cosa… vale la pena la de simpatías que voy a perder.


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  22. ¿Y porque tengo que aclarar que no me gusta la dictadura? La mala costumbre de considerar automáticamente como un facha a cualquiera que haga la más mínima crítica contra la república siempre me ha parecido peregrina. Como si no se pudiera tener una visión crítica de la república y de la dictadura al mismo tiempo, o como si para hacer la más mínima crítica contra la república, hay que ser a fuerza un franquista empedernido, y no hay más.

    Sobre tu pregunta: Muchos te responderán simplemente que “lo veo muy forzado el símil” o que “Son dos casos muy difíciles de comparar” o tal vez que “No debemos sumar churras con merinas”.

    Ahora bien: todas esas “objeciones” se derrumban con sorprendente facilidad cuando empezamos a comparar en serio un caso con otro.

    Comparemos la manera en que la república estadounidense falto a su deber al no ser capaz de evitar las persecuciones que tuvieron lugar en la época del macartismo: se faltó al principio de que una persona debe ser considerada inocente hasta que se pruebe lo contrario y se exigía a los acusados por el macartismo que fueran ellos los que tuvieran que probar su inocencia. Se cometieron abusos de poder. Se violó la independencia del poder judicial al ejercer presiones impropias contra los tribunales. Y, en general, se castigó a inocentes. Además, se perseguía a las personas, no por lo que hubieran hecho, sino sólo por las ideas políticas que profesaran. Y se hizo en general, violando la ley. Además se incitó al odio contra personas que no habían hecho nada malo, simplemente por sus ideas políticas.

    Todos estos mismos errores están presentes en la persecución religiosa que la democracia española no fue capaz de cumplir con su deber de evitar que tuviera lugar durante la República. Se faltó al principio de que una persona es inocente hasta que se pruebe lo contrario. Se cometieron abusos de poder. Se violó la independencia del poder judicial, pero en este caso constituyendo tribunales autonombrados por los propios comunistas y anarquistas sin ninguna legalidad. Se castigó a inocentes. Se perseguía a las personas, no por lo que hubieran hecho, sino por la religión que practicaban. (Exactamente tan malo como perseguir a alguien sólo por sus ideas políticas). Y todo eso se hizo violando la ley. Además se incitó al odio contra personas que no habían hecho nada malo, simplemente por su profesión.

    Este hecho, y no yo, no admite discusión. Los hechos son los que son. Y esto es así.
    Ciertamente se puede decir que en los Estados Unidos no había una guerra civil como la que sí existió en España. Pero ese argumento no cambia un ápice la culpabilidad de unos y otros: el hecho de que un país esté en guerra civil NO hace menos ilegal esas prácticas. Tampoco las hace moralmente mejores. (es interesante señalar que en Viet Nam siempre se consideró que los crímenes y persecuciones contra inocentes cometidos por los americanos NO fueron menos odiosos porque se cometieran bajo estado de guerra. Si aplicamos el mismo razonamiento a la GCE por la misma regla de tres tendremos que aceptar que el hecho de que España viviera una guerra civil NO hace menos odiosa y criminal la persecución contra inocentes).

    También se podría decir que el macartismo emanó directamente del gobierno americano, mientras que la república jamás dio orden de perseguir a nadie. Pero entonces surge la pregunta ya planteada: ¿Tiene una democracia sujeta al estado de derecho en deber ineludible de impedir que un grupo de descerebrados se tomen la ley en sus manos y garantizar que nadie pueda ser perseguido por sus ideas religiosas sí o no?

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  23. Pues para redondear mejor la respuesta yo añadiría algunos otros puntos.
    En el macartismo la represión corrió a cargo de la policía y en la República a cargo de los anarquistas y comunistas. Pero la policía americana en general detenía a los acusados sin violencia a menos que se resistieran, y en forma más o menos profesional. Los anarquistas y comunistas hacían cacerías humanas en las que les daba lo mismo matar a los acusados o llevarlos a juicio. Si ya hay que criticar la brutalidad policial en el caso del macartismo cuando la hubo (que a veces sí que la hubo) con más razón hay que criticar la brutalidad policial muuuuucho mayor en la persecución a los religiosos durante la República, porque además de ser mayor, corría por cuenta de individuos que ni siquiera eran policías, sino que se arrogaban funciones de tales, así por las bravas. Es decir, la bancarrota del estado de derecho era mayor.
    Otro detalle: los tribunales americanos de la época del macartismo algunas veces conservaban independencia y algunas veces (no siempre, por desgracia) daban un juicio justo a los acusados. Generalmente, sin embargo, no lo hacían por las presiones ilegítimas que se ejercían sobre ellos, y por las trampas que se realizaban.
    Los tribunales autonombrados y absolutamente ilegales que los anarquistas y comunistas autoconstituían para juzgar a los curas en la época de la República nunca garantizaban nada, salvo la injusticia de un juicio en el que los acusados, en la práctica, no tenían ninguna defensa. Es decir, si ya era malo el que muchos tribunales americanos no garantizaran un juicio justo en el macartismo, era evidentemente peor que ningún tribunal garantizara ninguna defensa a los acusados en la época de la República. Y peor todavía que la República no pudiera evitar la existencia de esos tribunales absolutamente ilegales en forma y fondo. Es decir, la bancarrota del poder judicial fue mayor en España durante la República que en América durante el macartismo.
    Y no acaba allí la cosa: Si por ejemplo, vamos a rasgarnos las vestiduras porque a muchos de los acusados de conspirar en la época del macartismo no les hayan dado un juicio justo, sino una parodia de juicio…entonces hay que condenar con igual dureza que a los religiosos en España no les dieran tampoco otra cosa que una parodia de juicio. Y si esos tribunales NO eran obra de la República (aunque oficialmente tanto los comunistas como anarquistas decían que los constituían “en el nombre de la República Española”) más grave todavía: porque si una democracia sujeta (supuestamente) al estado de derecho NO puede impedir que esos tribunales se constituyan contra su voluntad, apaga la luz y vámonos

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  24. Yo tomaría otros puntos principales: a los izquierdistas bajo el macartismo se les acusaba de “conspirar” contra la democracia de una manera intencionalmente vaga, ya que jamás se definía que era exactamente lo que se entendía por “conspirar”. La elasticidad del término se prestaba a muchos abusos, ya que era fácil condenar a inocentes (cosa que fue exactamente lo que pasó) debido a que se dejaba a discrecionalidad del funcionario de turno que cosa se suponía que era exactamente una conspiración. (Como Jeremy Irons en “casanova” cuando dice con una sonrisa maligna: “la herejía es lo que yo digo que es”) eso era dar una patente de corso para violar la ley, vamos.
    Paradójicamente, era lo mismo que pasó en la República: se condenaba al cura incómodo “que conspiraba contra el proletariado” pero…nunca se explicaba muy bien qué diablos era “conspirar contra el proletariado”. Tristemente, en vez de mandar a paredón sólo a los cardenales y arzobispos poderosos, políticamente influyentes, y realmente enemigos de la democracia…se ejecutó a muchos pobres curas de aldea, muchos de los cuales no tenían ni siquiera donde caerse muertos, y que no sólo no eran una amenaza para la República, sino que además, ni siquiera habían hecho nada malo. O sea, se asumía el concepto de que alguien era “culpable” sólo por la profesión que ejercía. La triste consecuencia era simplemente que se castigó a inocentes…exactamente igual que como ocurrió en el macartismo. Ni más ni menos.
    Este hecho, y no yo, no admite discusión. Los hechos son los que son. Y esto es así.
    El otro punto que tomaría en cuenta sería el del castigo que la República les dio a los que cometieron estos delitos. Tuvieron la misma impunidad que los matones de la CEDA. Que los nacionales les garantizaran esa impunidad, sin ser en lo absoluto excusable, por lo menos era comprensible: eran partidarios de una dictadura fascista y sería una inconsecuencia que hicieran otra cosa. Pero la República se suponía que era una democracia sujeta al estado de derecho, y por lo tanto, estaba obligada a barrer con escoba de acero a todos esos criminales, dando un castigo ejemplar para demostrar que se hacía justicia con esos canallas…pero no lo hizo. Estaba obligada a demostrar ser diferente a quienes la combatían, y a demostrar que en su propio bando sí se mandaba respetar la ley sin que valieran impunidades de ningún tipo para nadie. Pero no supo cumplir con ese deber. No solo se castigó a inocentes, sino que, además de eso, no se hizo justicia con los culpables. En ese punto concreto, tristemente, no hubo mucha diferencia entre los dos bandos.


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  25. En síntesis.
    A. Para afirmar seriamente que “veo muy forzada la comparación entre la República y el macartismo” habría que demostrar que son FALSAS las siguientes semejanzas:

    -Que en los dos casos se cometieron abusos de poder.
    -Que en los dos casos se persiguió a inocentes.
    -Que en los dos casos se violó la independencia del poder judicial.
    - Que en los dos casos se violó el principio de considerar a una persona inocente hasta que se pruebe lo contrario.
    -Que en un caso se perseguía a los acusados por el partido político al que estuvieran afiliados o con el que simpatizaran (macartismo) y en el otro se les perseguía por la profesión religiosa que practicaran (España). Y que es FALSO de algún modo que lo uno sea tan malo como lo otro. (Si aceptamos que una cosa no es tan mala como la otra, entonces la diferencia vale, pero si asumimos que las dos cosas son igual de malas, no podemos aceptar que la diferencia valga mucho que digamos)

    Por tanto habría que rebatir los puntos mencionados en “A” para poder decir que los dos casos son “muy forzados de comparar”.

    B.
    -Se podría decir que el hecho de que España estuviera en guerra civil y América no lo estuviera, supone una diferencia significativa desde el punto de vista moral. Pero entonces habría que demostrar porqué en Irak y Viet Nam siempre se consideró que los crímenes y persecuciones contra inocentes NO son menos odiosos porque se cometan bajo estado de guerra. Si aplicamos el mismo razonamiento a la GCE por la misma regla de tres tendremos que aceptar que el hecho de que España viviera una guerra civil NO hace menos odiosa y criminal la persecución contra inocentes. Hasta que no se demuestre lo contrario, la diferencia no es válida.

    -También se podría decir que el macartismo emanó directamente del gobierno americano, mientras que la república jamás dio orden de perseguir a nadie. Pero entonces surge la pregunta ya planteada: ¿Tiene una democracia sujeta al estado de derecho en deber ineludible de impedir que un grupo de descerebrados se tomen la ley en sus manos y garantizar que nadie pueda ser perseguido por sus ideas religiosas sí o no? Hasta que no se dé una respuesta concreta a esta pregunta ese argumento no es muy fuerte.

    En resumen: que para demostrar que los dos casos no son comparables, habría que sortear los dos escollos mencionados en el punto “B”.

    Bueno, nos henos desviado mucho del tema, pero ha sido interesante. No sabemos si Piru vuelba a poner en marcha su página rápidamente. Parece estar en problemas para hacerlo, pero dado lo mucho que nosotros mismos hemos tardado en contestar no se le puede culpar: hoy día no hay tiempo para todo. Una sola cosa sí que quisiera mencionar: toooooodos los comentarios que hemos puesto NO van con la intención de buscar camorra ni nada: sólo para aclarar las cosas. Es muy posible que jamás podamos ponernos de acuerdo con Piru ni éste con nostros, ni que el debate llegue a un consenso general con los demás particiapantes del blog, pero sólo conque cada uno reconozca que hay buenos argumentos a favor de la tesis contraria (aunque la considere equivocada, y realmente siga creyendo que la suya propia es la correcta) ya se ha hecho algo muy importante: porque aunque no se compartan opiniones diferentes al menos se habrán comprendido. Y eso ya es mucho.

    Un cordial saludo a Piru y a todos los excelentes participantes de esta interesante página.

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